La Voz de Galicia

Caín

Andar miudiño

Miguel Gómez

05 Feb 2023. Actualizado a las 00:46 h.

Yo tenía mujer e hijos, iba al trabajo todos los días, me emborrachaba el sábado por la noche y odiaba a los ricos, pero nunca he sido un hombre violento y estoy sorprendido. Me veo ahí, 9-9, peleando con Breogán y Bilbao (Murcia no existe, es solo una realidad fantasía de José Luis Cuerda) por ser el equipo «pobre» que sueña con disputarle la plaza a alguno de los ocho grandes (y termina fracasando porque, no os engañéis, la historia la escriben ellos mientras nosotros vamos al trabajo todos los días y nos emborrachamos el sábado por la noche) y quiero más. «It's alright, Ma, es la vida», la culpa es vuestra por arruinar mi talento.

 Empezó el partido más errático que trabado. El Obra encontró un par de veces a Blazevic y Adam Smith se encontró a sí mismo. A mitad de cuarto el partido se aceleró y Blazevic se encontró con Moncho en el banquillo después de un par de defensas que no seguían las fucking rules. Seis puntos de Guerrero mantenían al Obra por delante y un tres más uno de Robertson le permitieron estirar la ventaja a cinco puntos.

 

Quien empezó errático el segundo cuarto fue Westermann. Un parcial de 0-6 puso a Bilbao un punto arriba y al francés a la derecha de Víctor. Se corrigió el Obra en defensa (o Bilbao, sin correr, ya no anotaba con facilidad) y Vicedo y Blazevic terminaron sumando más que Adam Smith. 42-35 al descanso, no sé si por haber sido mejores o porque Vicedo llevaba un 3 de 3 en triples.

El tercer cuarto tampoco tuvo el inicio deseado. Un uno que acabó siendo más dos y un dos que estuvo a punto de ser más uno hicieron ademán de remontada vasca, como ademán de pedir tiempo muerto hizo Ponsarnau después de que el Obra encadenase 2 tiros libres de Phil Scrubb, un triple de Vicedo y otro de Phil y que terminó pidiendo de verdad después de que el parcial creciese hasta un 12-0 y pusiese el marcador en un 57-40. Tras un intercambio de canastas, que beneficiaba al Obra, acabó el cuarto 70-52 (y Adam Smith en el banco con tres faltas).

El último cuarto fue un despropósito. 2-4 en 6 minutos hasta que lo paró Ponsarnau (no era horario infantil, pero había muchos niños en el pabellón); 5-8 en los 4 minutos restantes. It's alright, Ma, believe.

 


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