La Voz de Galicia

Alcoa paraliza «temporalmente» el proyecto del horno de cocción de ánodos, la inversión más importante en Aluminio

A Mariña

Ramón González Rey
Asamblea de los trabajadores de Alcoa en la entrada de la planta, en 2021

La multinacional se escuda en la «situación financiera» y asegura que de este modo no incumple el acuerdo firmado con la plantilla, porque los plazos fijados en el pacto eran «estimaciones»

05 Dec 2023. Actualizado a las 18:41 h.

Alcoa ha anunciado este lunes que aplaza «temporalmente» la aprobación definitiva del proyecto del horno de cocción de ánodos grandes, lo que justifica en «la compleja situación financiera en la que nos encontramos». Con un presupuesto estimado de 109 millones de dólares, esta mejora es la inversión más importante y ambiciosa incluida dentro del acuerdo firmado por la patronal y el personal, por el que se pararon las cubas de electrolisis y se comprometió el arranque, incluyendo obras de reforma en la planta y el blindaje de los empleos. En un comunicado enviado a los trabajadores, la multinacional asegura que esta medida «no implica un incumplimiento» del pacto. Consultadas al respecto, aseguran fuentes de la compañía que los plazos fijados en el documento son «estimaciones».

«Las plantas de San Cibrao esperan pérdidas significativas en 2024 debido a una variedad de factores, entre ellos el precio de la energía y los del aluminio y la alúmina. Asimismo, no estamos viendo los avances que nos hubiera gustado en el desarrollo de las PPA (contratos bilaterales de suministro de energía renovable) firmados en 2022», señala la compañía, que sostiene que esta medida no implica variaciones en el resto de compromisos adquiridos en el acuerdo, incluyendo el resto de las inversiones y el arranque, previsto inicialmente para el próximo mes de enero y que deberá completarse en octubre del 2025.

Alcoa insiste en que el aplazamiento de esta inversión no es susceptible de ser negociado con los sindicatos, como sí ocurrió este mes de enero con el plazo de arranque, aprobándose finalmente una modificación del acuerdo firmado a finales del 2021. La compañía no aclara si esta medida supondrá también un aumento del gasto estimado en la obra.

«Seguimos trabajando para cumplir con lo establecido en el acuerdo de viabilidad y estamos comprometidos a hacer todo lo que podamos para lograr el mejor resultado para nuestros empleados», indicó Alcoa en su comunicado a la plantilla, en el que dice que está «trabajando intensamente para la viabilidad de las plantas, y reitera el agradecimiento por el compromiso y la profesionalidad que vienen demostrando los trabajadores de la fábrica», concluye la empresa.

El comité de Alcoa solicitó este lunes una reunión «de urgencia» a la dirección de la multinacional en España «con el fin de aclarar la situación actual». Además, emplazó al Gobierno a convocar la mesa de seguimento por el futuro de la planta de aluminio.

Sin establecer por ahora una fecha, el Ministerio de Industria señaló que habrá un encuentro entre empresa, Administraciones y sindicatos para «analizar el impacto de esta medida. Nuestra prioridad es garantizar el futuro de la actividad productiva y el mantenimiento del empleo en la planta de San Cibrao, de conformidad con los compromisos adquiridos con los trabajadores, y que se asegure la viabilidad de la factoría», resaltó.

Ante la incertidumbre sobre el futuro de la planta lucense, el próximo lunes, directivos de Alcoa mantendrán una reunión con el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y con la conselleira de Economía, María Jesús Lorenzana. Esta última además convocó para este martes un encuentro por vídeo con el comité de empresa.

A finales de este 2023 estaba previsto que Alcoa formalizase el contrato de ejecución del horno de cocción de ánodos. Construirlo requiere de dos años y la obra posibilitaría fabricar ánodos grandes, que podrían venderse a otras empresas. Sobre todo, permitiría un aumento de intensidad en la planta. De ahí que se ligue a esa obra el futuro de la fábrica.

El anuncio de Alcoa aumenta las dudas sobre el complejo industrial. Primero, el nuevo jefe mundial de Alcoa, Bill Oplinger, dijo que ve «muy difícil» solventar «retos que deben ser subsanados» para arrancar la electrolisis. Alcoa suprimió después el puesto de presidente en España, que ocupaba Miguel López-Quesada.


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