La Voz de Galicia

La mala mar y la maldita suerte

A Mariña

Ana F. Cuba viveiro/la voz.

Cuatro de los supervivientes de la galerna de 1961 relatan su experiencia de la tragedia. La mayor parte de los náufragos que se salvaron entonces ya han fallecido

20 Jun 2010. Actualizado a las 02:00 h.

El testimonio de los supervivientes y de quienes les salvaron estremece aún hoy, cuando falta poco más de un año para que se cumpla medio siglo de aquel temporal asesino, la galerna de 1961, en el que perecieron 83 hombres, tras provocar el hundimiento de 20 barcos, en toda la costa cantábrica. En Celeiro la tragedia azotó sin piedad. La tripulación entera del Mari Loly sucumbió en la lucha con un mar enloquecido de repente. A bordo iban 13 marineros.

Diez de los 13 hombres que faenaban en el Badiola desaparecieron. En el Todos los Santos fallecieron cinco -el cadáver del celeirense José Míguez Míguez fue recuperado (de las 83 víctimas solo se hallaron dos)- y nueve náufragos consiguieron salvarse, rescatados por otros pesqueros. De estos nueve ya solo viven tres. La memoria les persigue y el recuerdo «queima e faiche chorar». A quienes vieron cómo los boniteros vecinos se iban a pique y a las viudas y los huérfanos a quienes la galerna les truncó el porvenir.

Cada vez que se produce un naufragio reviven el drama. «Éntrache coma se fora teu, anque non os coñezas de nada, sintes un agarimo tan forte... Me cago en diez, por que tivo que pasar», exclama José Manuel Peláez, vecino de Covas, huérfano de padre desde los 11 meses. «Medo, moito», reconoce Manuel Texeira, náufrago del Todos los Santos . «Parece que o estou vendo dende a proa, tirarse ao mar coma un peixe... Pecho os ollos e parece que vexo o rancho, como subía a auga». ¿Por qué? La mala mar y la maldita suerte.


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