Dolores Redondo Escritora 'Hay que dejar la actitud 'viejuna' con la cultura'

Nos atiende desde su casa en Cintruénigo (Navarra) poco antes de encerrarse a escribir y se entusiasma durante la conversación porque los jóvenes, las nuevas maneras de comunicación y la educación son asuntos que le interesan mucho. Sus dos hijos –cuenta– le permiten estar al tanto de lo nuevo. Y lo nuevo le atrae.

XLSemanal. ¿Cómo es la España que quiere?

Dolores Redondo. Más culta, porque si es más culta es más libre. Quiero que nuestros hijos sean válidos, independientes y con criterio propio.

XL. ¿Qué hacemos para que sean más cultos?

D.R. Ya son cultos y se interesan un montón, pero no lo hacen con las mismas herramientas que nosotros; igual que nosotros no lo hicimos como nuestros padres.

XL. ¿Cómo lo hacen?

D.R. Son lectores, se informan y tienen un montón de inquietudes. Hay muchos youtubers y páginas con muchísimos seguidores: cantidad de programas de televisión matarían por audiencias como las suyas.

XL. ¿También leen?

D.R. Esa es otra, que dicen que los jóvenes no leen. Leen. A mí me leen. Tengo lectores de todas las edades. Te invito a que pongas en YouTube «Trilogía de Baztán» y veas qué cantidad de booktubers recomiendan, critican, comentan… a su modo, con su lenguaje sin parafernalia, con frescura… Hay que dejar esta posición un poco 'viejuna' de cómo se accede a la cultura y buscar los canales y el lenguaje que ellos usan.

XL. ¿No hay que imponer lecturas? 

D.R. No. Yo era una jovencita contestataria y lo que me imponían me echaba para atrás.

XL. ¿No deberían leer a Dostoyevski? 

D.R. A mí, con 16 años, Dostoyevski no me interesaba nada. Hay que acceder de otras maneras.

XL. ¿Cuáles?

D.R. Con más profesores. Faltan. Cayeron muchos en la crisis. Y con otro tipo de material. Tengo 52 años y mis hijos han llevado el mismo peso en la mochila que yo.

XL. ¿Qué propone? 

D.R. Que estudien con libro electrónico: son nativos digitales.

XL. ¿Y para estimular la lectura?

D.R. Lo tengo clarísimo: la literatura tiene que ser tutelada y explicada. No hay nada como que te lean. Yo fui una lectora precoz porque me leían de pequeña. Si te lo explican, encuentras el gusto por explorar. Tienes que hablarles de los autores, de cómo eran ellos y su tiempo…

XL. ¿Y respecto a la creatividad?  

D.R. Nos hemos movido hacia las ciencias dejando de lado las humanidades, y con ellas se incentiva la creatividad, con ese primer acercamiento hacia la música, la danza, la pintura, la plástica… Son fundamentales en las primeras fases de la educación para que se despierte ese espíritu de independencia que se da en la creatividad.

XL. ¿Qué le parece el bono cultural de 400 euros para jóvenes? 

D.R. Yo hubiera hecho milagros con ese dinero: fui una adolescente empobrecida y me perdí muchos conciertos, exposiciones... Está bien, pero no soluciona todo.

XL. El mundo de los libros no va mal.

D.R. La gente recuperó el gusto por leer con el confinamiento. Podía haber sido algo puntual, pero está durando. Es maravilloso.

XL. ¿Cuál es nuestra mejor baza? 

D.R. El carácter. Somos solidarios y tolerantes. Estamos por delante en donación de sangre y de órganos y fuimos de los primeros países a los que llegó el matrimonio homosexual. Y «el vive y deja vivir», otra cosa en la que somos punteros.

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