Volver
';
Salvar al cerdo marino Barbie

Nuevas especies en el fondo del Pacífico

Salvar al cerdo marino Barbie

SMARTEX PROJECT / NERC

Lo acabamos de conocer y ya está en peligro de extinción. Una expedición realizada por científicos a las profundidades del océano Pacífico para analizar el impacto ambiental de la minería submarina halla criaturas extraordinarias nunca antes vistas. Cerdos marinos rosas, pepinos de mar transparentes con cola de rata... Es como viajar a otro planeta.

Viernes, 21 de Junio 2024

Tiempo de lectura: 4 min

La criatura de la foto es un cerdo marino, un equinodermo que utiliza sus diminutos pies rosas para alimentarse de las partículas de materia orgánica que caen sobre la llanura abisal. Mide entre 20 y 35 milímetros y es uno de los hallazgos más sorprendentes de una reciente expedición de biólogos liderados por el Museo de Historia Natural de Londres.

El cerdo, que pertenece a la familia de los pepinos de mar y está emparentado con las estrellas de mar, debe su nombre a su aspecto rechoncho cuando sus apéndices se inflan para poder desplazarse sobre el fondo marino y a su color rosáceo. Este nuevo especimen es más rosa de lo habitual, de ahí –y del 'signo de los tiempos'– que lo hayan bautizado Barbie.

alternative text
Nada que ocultar. En la llanura abisal hay una increíble diversidad de pepinos de mar de diferentes formas, colores y tamaños, incluido este, transparente y con cola de rata apodado unicumber.  ©#NHMDeepSea Group, Museo de Historia Natural, Reino Unido

Los expertos, que llevaron a cabo su investigación como parte de un proyecto llamado SMARTEX (Seab Mining and Resilience to Experimental Impact), exploran una zona del Pacífico entre México y Hawái destinada a la minería de metales raros para evaluar los riesgos que esta explotación supondría para maravillas submarinas como esta. Concluyen los científicos que es poco probable que las formas de vida que habitan este entorno se recuperen de la extracción minera y piden su protección.

Podría haber hasta 8000 especies viviendo en la fría oscuridad. Y los científicos solo han identificado el diez por ciento de estos animales

El Servicio Geológico de Estados Unidos estima que en esta zona, conocida como Clarion-Clipperton, existen 21.100 millones de toneladas secas de nódulos polimetálicos, que contienen más reservas de metales críticos que todas las reservas terrestres del mundo juntas. Un joya para un futuro sostenible porque da la casualidad de que los metales que contienen son los mismos que necesitamos para la transición a las energías renovables y otras tecnologías verdes: manganeso, cobalto, níquel y cobre.

alternative text
Brindis bajo el mar. Una esponja con forma de copa de vidrio extremadamente delicada pasa su vida filtrando los nutrientes de la interminable caída de nieve marina. ©Proyecto SMARTEX, NERC/smartexccz.org

Sin embargo, los científicos del Museo de Historia Natural de Londres explican que los gobiernos deben considerar los ecosistemas de las zonas oscuras antes de otorgar los permisos de explotación mineral. Si bien estas grandes extensiones del fondo abisal de las profundidades marinas parecen deshabitadas, en realidad están repletas de vida.

Un estudio reciente llevado a cabo por otra de sus investigadoras, la bióloga Muriel Rabone, descubrió que podría haber hasta 8000 especies viviendo allí abajo en la fría oscuridad. Pero, a pesar de que los muestreos se remontan a los años sesenta, los científicos solo han identificado alrededor del diez por ciento de estos animales; el resto son completamente desconocidos para la ciencia. Toda una riqueza de vida que aún estamos por descubrir.

alternative text
Entre el cielo y la tierra. Una estrella de mar brisingida sentada sobre un tallo de esponja para levantar los brazos en el agua y atrapar la comida que cae.©Proyecto SMARTEX, NERC/smartexccz.org

«La vida en estas profundidades no se parece a nada en ningún otro lugar de este planeta. Hay esponjas etéreas que parecen pequeñas esferas brillantes en el extremo de un palo que se balancean suavemente con la corriente, mientras pepinos de mar regordetes con un tono púrpura intenso deambulan por el fondo marino. De los nódulos surgen hermosos y elegantes lirios marinos mientras que, en realidad, dentro se han instalado gusanos teñidos de arcoíris. Todo, desde las bacterias y gusanos más pequeños hasta anémonas, moluscos, briozoos, corales, crustáceos y peces, se puede encontrar excavando en los sedimentos, nadando en el agua y viviendo en los nódulos», aseguran desde el Museo.

«No sabemos su edad, pero probablemente sean muy viejos: estamos hablando de individuos que podrían tener 300 años»

«Es como ir a otro planeta», cuenta María Belén Arias Mella, una de las investigadoras del Museo de Historia Natural involucrada en la expedición científica para recolectar nuevas muestras de estas criaturas del Océano Pacífico. «Esta es una de las zonas más antiguas y soy uno de los primeros humanos en ver estos animales. No sabemos su edad, pero probablemente sean muy viejos: estamos hablando de individuos que podrían tener 300 años».

alternative text
Flores de otro mundo. Una anémona de mar extraordinaria que se extiende para atrapar cualquier trozo de 'nieve marina' que caiga de la superficie. ©Proyecto SMARTEX, NERC/smartexccz.org

«Las condiciones de vida a 4000 metros bajo la superficie del agua pueden parecer sorprendentes, dado que hoy hay luz solar y la temperatura es de 1,5ªC», explican desde el Museo. «Pero hay una explicación relativamente simple: los elementos más densos que se encuentran en el agua, como las algas muertas, los animales y sus excrementos, se hunden. Esto es lo que llamamos, un tanto caprichosamente, 'nieve marina'. Una interminable nevada oscura que forma los vastos montones de lodos abisales que caracterizan a nuestro planeta».

Entre las especies descubiertas por los científicos en esa zona se encuentran desde el 'cerdo marino Barbie' hasta esponjas con apariencia de copa de cristal. Los científicos también han descubierto una amplia gama de gusanos, estrellas de mar, crustáceos e incluso algún pez.