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Rusas entrenadas para matar y morir La vergüenza de los desertores en la Primera Guerra Mundial El Batallón de la Muerte

Eran trescientas mujeres cuyo extremado valor debía avergonzar a los posibles desertores del Ejército ruso durante la Primera Guerra Mundial. Así era el Batallón de la Muerte, la primera unidad militar integrada solo por mujeres.

Por José Segovia

Su bautismo de fuego se produjo durante la batalla de Smarhon, en la actual Bielorrusia, en 1917. En las mangas de sus uniformes llevaban el símbolo alemán de totenkopf ('cabeza de muerto'), que mostraba su deseo de acabar con los odiados prusianos. Durante tres días, 170 mujeres y sus compañeros repelieron 14 ataques de los alemanes, pero tuvieron que retirase al no recibir refuerzos. Al concluir la batalla, 30 mujeres habían perecido y más de 70 resultaron heridas. Todas ellas pertenecían al Batallón de la Muerte, una serie de unidades militares formadas únicamente por mujeres. Con ellas, el Gobierno Provisional Ruso formado tras la Revolución de febrero de 1917 quería estimular el fervor guerrero de los rusos que, hartos del conflicto, rechazaban combatir contra otros proletarios. Eran tiempos de efervescencia bolchevique. A las mujeres las comandaba María Bochkariova (en la imagen anterior, sentada, la segunda por la derecha), una treintañera de origen humilde que había nacido en una familia de campesinos. Su padre, exmilitar, fue un hombre agresivo y alcohólico que obligó a María a sobrevivir como pudo. A los 16 ya se había casado para escapar, pero su primer marido era un borracho que le pegaba y el segundo, un delincuente adicto al juego que también la maltrataba.

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