¿No le coges el tranquillo a los bizcochos? Eso es porque no has probado a preparar esta receta de bizcocho de avellana tostada para hacer en casa en cuatro fáciles pasos
Elaboración: la mantequilla avellana se obtiene calentándola a fuego suave y subiendo de a poco la temperatura hasta que coja un color dorado y desarrolle un sabor a frutos secos. Puedes hacer la masa con varillas, a mano, o con varillas eléctricas. Mezcla en un bol el huevo con el azúcar y bate hasta que la mezcla coja un aspecto blanqueado y espeso. Mientras, mezcla el praliné y la leche con una batidora de mano para que quede bien unificado y viértelo en hilo fino sobre la mezcla anterior sin dejar de batir. Por último, haz lo mismo con la mantequilla avellana: añádela sobre la masa en hilo fino. Retira las varillas e incorpora la harina de avellana en polvo y la levadura, mezclando con una espátula de goma, con movimientos envolventes. El resultado es una masa fina y homogénea. Cúbrela con un film y déjala en la nevera 8 horas.
Acabado: enciende el horno a 180 ºC. Saca la masa de la nevera y con unas varillas menéala un poco para extraerle el gas y devolverle la cremosidad. Unta un molde de bizcocho con mantequilla y harina y rellena el molde con la masa. Hornea 45 minutos. Deja templar el bizcocho y desmóldalo antes de que se enfríe, colocándolo del revés sobre una rejilla. Una vez que se enfríe, a disfrutarlo.
TRUCO
Comprueba que el bizcocho está hecho pinchándolo con una punta seca: debe salir ligeramente humedecida. Este bizcocho queda de muerte 'emborrachado', y nada mejor que empaparlo con un carajillo de brandy de Jerez.
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