La bandera iraní siguió ondeando en la embajada, situada en el elegante barrio de Knightsbridge, mientras los trabajadores cargaban maletas y cajas de cartón.
El ministro de Exteriores británico, William Hague, no quiso avanzar qué medidas concretas se discutirán, pero confirmó que también estará sobre la mesa la opción de un embargo a las importaciones de crudo iraní.