El autor del crimen llevaba una mochila con grilletes, una larga cadena de acero, candados y varios cartuchos, por los que la Guardia Civil no descarta que intentase un secuestro o, incluso, torturar a la víctima o al marido de esta, que trabajaba en la misma empresa que la pareja del detenido
E. Mouzo
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A. Mahía