Hay besos placenteros («la dulce boca que a gusto convida», escribió Góngora; y otros que salen caros, como ya sabe Rubiales. Los hay raciales («la española cuando besa...»); y de enamorados, que, según el estudio del que en su día dio cuenta La Voz, siempre se dan por la derecha. Hay muchos besos perdidos en nuestro archivo. Los hemos recuperado.
Jesús Flores