La masacre de Tamaulipas es la más sangrienta de las cometidas en el país por los narcos. Un ecuatoriano herido de bala en el cuello logró huir y llegar a un puesto de control de carretera.
Junto a los cuerpos, dos de ellos envueltos en bolsas de plástico y otro más en una manta, se localizó un mensaje, lo que apunta a que se pudo tratar de un ajuste de cuentas.
El presidente dice que los grupos políticos deben hacer frente a una «deuda histórica» en cuanto a la construcción de una «nueva institucionalidad» en materia de seguridad.