El escape de gas de hidrógeno se ha hallado en un conducto que va desde un depósito externo, el mismo sitio que el anterior, que el sábado pasado ya obligó el aplazamiento del lanzamiento.
«El sabor es muy bueno», aseguró segundos después el astronauta estadounidense Michael Barratt, que compartió el brindis con el ruso Gennady Padalka, y el japonés Koichi Wakata.