La junta de personal del área sanitaria de la ciudad ha convocado para esta tarde una protesta que recorrerá el corazón de la ciudad desde el hospital Xeral hasta la Porta do Sol, están llamados a participar profesionales y todos los usuarios de la sanidad viguesa, que abarca a casi una treintena de concellos del sur de la provincia
04 sep 2015 . Actualizado a las 09:23 h.Vigo ha vivido una manifestación que pasará a la historia por el masivo apoyo de la ciudad y por la importante reclamación en la que se centra, la del derecho de los vigueses a disfrutar de una sanidad cien por cien pública y de calidad. La situación del hospital Álvaro Cunqueiro está muy lejos, por lo menos hasta ahora, de convertirse en la promesa ansiada que la ciudad esperaba para paliar sus problemas sanitarios, largas listas de espera y falta de medios. Decenas de miles de personas no han dudado en dejarlo claro saliendo a la calle para exigirlo, al tiempo que no han dudado en reclamar dimisiones por las polémicas surgidas sobre el nuevo centro
Vigo cierra el 3 de septiembre una jornada histórica en la que se ha celebrado una de las manifestaciones más multitudinarias de la ciudad. Miles de vigueses han salido a la calle para gritar por una sanidad pública y de calidad. Si el Álvaro Cunqueiro cumple al final las expectativas del área sanitaria, se desconoce.

La organización ha cifrado la manifestación en 200.000 personas, un número que la policía local cree ajustado, según cita Europa Press.
Las estimaciones iniciales, a falta de que se den cifras oficiales, cifran en unas cien mil personas los participantes en la marcha. Buena parte de ellos aún se encuentra en la zona mientras la cabecera se va deshaciendo.
En A Coruña personal hospitalario se ha manifestado también por la mañana en apoyo con sus compañeros de Vigo.

Los miles de vigueses que aún siguen en la calle reclaman que la llamada promesa de la sanidad viguesa, el ansiado nuevo hospital, no se convierta en un sueño fallido. Su inauguración se produjo el pasado 29 de junio, con los primeros 25 enfermos de Hemodiálisis. Durante los primeros días no se cobraba por el aparcamiento y los traslados siguieron hasta sumar más de 200 pacientes ingresados.

La manifestación se ha cerrado con un aplauso colectivo. La emoción se extiende entre los miles de asistentes a la marcha.

El himno gallego despide el manifiesto en favor de la sanidad pública. La comitiva abarrota el centro de la ciudad, que está colapsado.

Miles de personas se agolpan en el centro de Vigo mientras el manifiesto se despide.
Grito único: DIMISIÓN.
Eladio prosigue con el manifiesto solicitando responsabilidades de la conselleira de Sanidad y la empresa concesionaria. «A táctica é eliminar a Sanidade pública para facer negocio coa enfermidade das persoas». Acaba el manifiesto y la gente corea: «É corrupción, a privatización».
Con la paralización de la semana pasada se ha interrumpido el cronograma previsto para el traslado al Cunqueiro. Supuestamente este lunes se debería de haber producido la primera operación programada dentro del nuevo centro. Pero no ha podido ser. El plan se quedó en la fase de hospitalización, que se produjo la semana del 24 de agosto.
Por momentos el ánimo se caldea y los miles de personas corean dimisión, dimisión mientras se escucha el manifiesto. El músico Eladio Santos toma el relevo a la hora de leer el escrito. Siguen enumerando las polémicas del hospital, pasando por la carencia de un laboratorio central en el Cunqueiro.
Las tarifas del aparcamiento son algunos de los temas que suenan en el manifiesto, una medida que la conselleira Mosquera no dudó en defender.
Arranca la lectura del manifiesto. El encargo de poner voz a la manifestación es Xabier Fortes, periodista. En su discurso, ante miles de personas, protesta por los recortes de la Xunta, la culpa de deteriorar la asistencia sanitaria y recortar el hospital. Todavía hay gente en la Gran Vía mientras se lee el comunicado en la Porta do Sol.

Un centenar de autobuses han traído gente de todas las comarcas. Gobiernos de los diferentes municipios han apoyado la protesta, que les afecta de forma directa.
El nuevo hospital ha visto ensombrecida su puesta en marcha con la sombra del hongo Aspergillus. Mientras aún se espera por los datos de las pruebas realizadas en las zonas quirúrgicas y la uci, ayer saltó la noticia de la muerte de una mujer a la que le detectaron dicho hongo. Tanto el Sergas como los jefes del servicio del Chuvi han defendido que la paciente no contrajo la infección en las instalaciones del Álvaro Cunqueiro. Hoy ha comparecido el gerente Felix Rubial para negar rotundamente cualquier sospecha.

Un grupo de gaiteros de Beade se encarga de poner música a la manifestación, con clásicos populares gallegos. Todavía hay gente en los alrededores del Xeral cuando la cabecera de la manifestación desciende por Colón. La marea humana discurrirá por Policarpo Sanz para terminar en la Porta do Sol.
Miles de vigueses se han lanzado hoy a la calle en una manifestación histórica a la que resulta difícil encontrar comparación. Mientras la cabeza de la protesta está en la farola de Príncipe, aún hay manifestantes que no han salido del Xeral. El aspecto de Gran Vía, con sus cuatro carriles abarrotados, es abrumador.

El hospital ha tenido problemas más allá de los retrasos de las obras. El último, que ha encendido los ánimos en la ciudad, ha sido la praralización de los traslados el pasado 28 de agosto por el riesgo a posibles infecciones. Los controles microbiológicos en zonas quirúrgicas y de la uci obligaron a interrumpir el proceso. Hasta los próximos días no se conocerán los datos. La situación subió de tono ya antes de esta medida. Los trabajadores cercaron a la conselleira con sus protestas durante una visita el pasado 26 de agosto.

Varios policías de paisano bloquearon a los que trataban de acercarse y se vivieron momentos de tensión. Mosquera aseguró que no le constaban problemas graves.
Las alternativas al aparcamiento no son muchas. La zona tiene todo tipo de elementos para evitar que los coches accedan a fincas privadas o estacionen en las aceras. En caso de no querer pagar la tarifa se puede ir en taxi o en autobús. El lunes 24 de agosto entró en funcionamiento el nuevo plan de Vitrasa. Cuatro líneas darán servicio: dos de creación nueva y dos que se modifican para acercarse hasta allí. La previsión es que desde As Travesas haya transporte cada 15 minutos, de Plaza España cada 20 y desde Policarpo Sanz cada 30. De regreso habrá cada 12 minutos por la mañana y cada 15 por la tarde.

Las primeras resonancias que se hicieron en el nuevo hospital tuvieron que realizarse en un camión. Con esta explicación ya no hace falta más para entender este grito de la manifestación: «Hasta los cojones de que nos curen en camiones».

El ánimo se caldea y prosiguen las consignas contra la Xunta. «A culpa de quen é? do goberno do PP». «Manos arriba, estos es un atraco», «Feijoo y Mosquera, un cáncer para Galicia». Hay quien no ha dudado en ponerle un tono festivo a la protesta y ha acudido disfrazado. De ratón, por aquello de las denuncias de roedores en las instalaciones.

Una de las polémicas que más ampollas ha levantado ha sido el tema del aparcamiento y sus tarifas. El hospital de Vigo puede «presumir» de tener el aparcamiento hospitalario público más caro de Galicia, a 1,86 la hora. En el caso de urgencias el usuario pagará 1,38 por la primera hora, 2,70 por la segunda, 3,60 por la tercera y desde ahí 3,66 todas. Por poner un ejemplo: Si llega a las 9.00 y deja el coche hasta las 14.00 tendrá que pagar 15 euros.

La manifestación arranca con gritos de «Non, non, non a privatización». Miles de personas se agolpan en el entorno de la plaza de España y del Xeral. Pancartas de todo tipo solicitan las dimisiones de los responsables de la Xunta, el fin a los recortes y los derechos de los pacientes a una sanidad pública y de calidad.

Tal y como estaba anunciado, a la concentración se ha sumado el gobierno local de Vigo y de otros concellos del área metropolitana. Se ha podido ver también a otros representantes de concellos vecinos, a la presidenta de la Diputación, responsables de sindicatos... y, sobre todo, miles de ciudadanos anónimos.

Mientras cientos de personas se abarrotan en la zona, el regidor no ha dudado en afirmar: «Está todo Vigo».
Cada vez hay más gente en la zona desde la que parte. El recorrido terminará en la Porta do Sol. Los asistentes, según nos cuenta Ángel Paniagua, comienzan a proferir gritos pidiendo la dimisión de Mosquera. Ángel Cameselle, de Comisiones Obreras, ha reclamado los quirófanos y recursos prometidos para el hospital.

La zona del Xeral está abarrotada y cientos de personas continúan llegando desde Gran Vía y calles anexas minutos antes de que arranque la manifestación, que se prevé multitudinaria.

Diez minutos antes de comenzar la manifestación ya suenan los primeros gritos: «Feijoo dimisión».
Junto a las polémicas que traía desde atrás el nuevo hospital han surgido en los últimos días otras nuevas. Trabajadores y sindicatos han denunciado problemas de higiene, presencia de ratas, basura sin recoger, incomodidades, falta de servicios...
La manifestación de hoy está respaldada por el gobierno municipal y por muchos de los concellos del área metropolitana. Hay autobuses fletados desde Ponteareas, Mondariz, O Porriño, Gondomar, Mos... entre otros puntos. El área sanitaria de Vigo abarca a 27 concellos del sur de la provincia.
El nuevo centro, por el que hoy se ha convocado una protesta, debería aliviar la situación sanitaria de Vigo. El 2014 se cerró con 7.000 personas pendientes de una operación y una media de espera de 95 días, frente a los 67 de la media gallega. El dato excluye a los miles de pacientes que rechazan ser derivados a la privada.

La puesta en funcionamiento del Álvaro Cunqueiro supone además una reordenación de todo el sistema sanitario vigués. El viejo Xeral cerrará su torre y mantendrá algunos servicios en su anexo, además de un punto de urgencias extrahospitalarias. El Meixoeiro atenderá a crónicos y cirugía programada. El nicolás Peña se quedará como centro psiquiátrico para crónicos. El Rebullón, Cíes y los centros de especialidades se cerrarán.

El nuevo hospital Álvaro Cunqueiro, según los datos de la Xunta, ha costado 321 millones de euros. Aunque las obras estaban planificadas para 31 meses finalmente duraron 45.
Una de las polémicas abiertas desde hace tiempo es el de las camas. La previsión del proyecto era superior a la cifra final: el hospital tiene capacidad para 1.465 camas. En realidad ha abierto con 845 para hospitalización ya que el 70% de las habitaciones son individuales pero pueden convertirse en dobles.

En realidad las protestas por el Álvaro Cunqueiro empezaron ya antes de su puesta en marcha, el pasado mes de junio. Las puertas del Xeral, el mismo lugar desde donde hoy parte la manifestación, han sido escenario de numerosas concentraciones en las que se protestaba por el sistema de gestión elegido. La Xunta ha estrenado en el centro de Vigo un sistema público y privado.

Una sociedad ha financiado y construido el hospital sin cobrar. A partir de ahora percibirá un canon de 68 millones al año durante los próxmos veinte. Durante este tiempo gestionará también los servicios no clínicos.
El área sanitaria de Vigo siempre ha sido compleja. Tiene dos hospitales públicos, Xeral y Meixoeiro, que se reparten la población según donde viva. Un hospital privado, Povisa, que se hace cargo de parte de la existencia. Una empresa pública, Galaria, que gestiona las unidades de alta tecnología sanitaria. Lo cierto es que Vigo tiene la mayor lista de espera de Galicia y hasta ahora el problema era que con los medios disponibles era imposible revertir la situación. El hospital de Beade está llamado a ser la solución a todos estos problemas.
La ciudad de Vigo vuelve a ser hoy epicentro de protesta social con la manifestación convocada para las 20.00 horas por el nuevo hospital, Álvaro Cunqueiro. La protesta fue convocada el pasado mes de junio, pero lo cierto es que las últimas semanas muchos vigueses han ido sumando motivos para acudir: el precio del aparcamiento, las deficiencias denunciadas por el personal o la paralización del proceso de traslado la semana pasada son algunos. Un cúmulo de polémicas que arrancaron ya desde que el nuevo hospital de Vigo era solo un proyecto.