«Fue la suma de todos los golpes lo que le provocó la muerte a Samuel Luiz. No parece que pudiera defenderse», confirma uno de los forenses que realizó la autopsia
GALICIA
Los médicos del Imelga confirman en el juicio que el auxiliar de enfermería no tenía cortes de armas blancas. Según el informe «post mortem», la víctima tenía una lesión en el cuello compatible con la técnica del mataleón
06 nov 2024 . Actualizado a las 11:26 h.El jurado popular conocía las versiones de los dos acusados que están en libertad (Alejandro Míguez y Katy Silva). También las de los testigos, cercanos a los implicados o no, que estuvieron en la escena del crimen de Samuel Luiz la noche del 3 de julio del 2021; y desde la semana pasada descubre la labor de investigación de los agentes de la Policía Nacional que trabajaron en la investigación. Hoy la Audiencia Provincial de A Coruña recibió a dos nuevos agentes (visionaron imágenes de la agresión, profundizaron en los terminales y redes sociales de los investigados) y, por primera vez, a médicos forenses que elaboraron los informes de la autopsia. Según estas testificales, la autopsia reveló que Samuel no se pudo defender, fueron una acumulación de golpes los que acabaron con su vida y la víctima presentaba una lesión en el cuello que es compatible con la técnica del mataleón. Según varios presentes en la escena, Alejandro Freire habría inhabilitado al auxiliar de enfermería por el cuello para que Diego Montaña le siguiese golpeando.
Estas testificales completan, desde nuevos frentes, la fotografía de una atroz paliza que acabó con la vida de un chico de 24 años. Pero al juicio aún le quedan casi dos semanas para llegar a su fin y el relato de tres piezas clave de este asesinato: Diego Montaña, Kaio Amaral y Alejandro Freire. Los tres permanecen en prisión preventiva a la espera de que se dicte sentencia. Dos de ellos, Montaña y Freire, no elevaron la mirada en ningún momento mientras la sala observaba las imágenes del cuerpo de Samuel después de la agresión; el resto de investigados sí se mostraron atentos a las fotografías.
«No hay cortes, y de ahí podemos determinar que no había cuchillos. Los golpes parecen haber sido provocados con el cuerpo; las lesiones son compatibles con puñetazos y patadas».
«No hemos encontado ningún foco hemorrágico concreto, pero sí una hemorragia diseminada multifocal. El golpe no se recupera totalmente porque hay un segundo golpe y esto deriva un efecto acumulativo». «La suma de todos los golpes provocaron la muerte», sigue declarando uno de los forenses.
El forense confirma que la lesión que tiene Samuel en el cuello es compatible con la técnica del mataleón, la que habría realizado Yumba a Samuel para que Diego Montaña pudiera continuar pegándole.
«Los nudillos y los antebrazos de Samuel estaban limpios», responde ante la posibilidad de que la víctima se hubiera defendido. «No parece que haya podido hacerlo», respondió el forense.
«Le hacen reanimación durante 90 minutos antes de fallecer», continúa el forense. Se pasan a tomar muestras de ADN en las uñas para evitar su contaminación, en los nudillos, en las palmas de las manos y en la cara.
Los acusados atienden a las imágenes que se muestran de Samuel después de la agresión. Katy, Míguez y Kaio miran. Diego Montaña y Yumba evitan tener contacto con las imágenes.
Empieza la fase de las pruebas periciales con la declaración de los dos médicos forenses que realizaron la autopsia de la muerte de Samuel, que testifican conjuntamente.
Se concluyó que era una «muerte por golpes múltiples». El jurado popular tiene acceso a imágenes de la autopsia. El médico explica que Samuel queda inconsciente en el suelo y alguien presente realiza maniobras de reanimación. Entra en parada cardíaca en el lugar en varias ocasiones y en tres ocasiones se paró su corazón en el traslado al hospital.
El crimen de Samuel Luiz conmocionó a la sociedad gallega. El juicio para esclarecer qué pasó la noche del 3 de julio del 2021 en el paseo marítimo de A Coruña es uno de los más mediáticos de los últimos tiempos. Varios articulistas de La Voz han reflejado sus opiniones respecto a este caso:
«A las 05.30 horas había varias búsquedas a La Voz de Galicia y La Opinión de A Coruña en la madrugada de los hechos en el móvil de Freire».
«Andan diciendo mi nombre por ahí y yo no hice nada», puso Yumba en un mensaje exculpándose tras el asesinato de Samuel. En el móvil de Freire se regustran numerosas llamadas con el resto de acusados (salvo Katy) la madrugada de la muerte de Samuel.
Este agente llevó a cabo varias detenciones físicas, tomas de testificales y se encargó del volcado del teléfono de Alejandro Freire.
De esta última parte destaca una conversación de un grupo de WhatsApp en la que estana Míguez, Silva, Montaña, Freire y un menor detenido. Freire (Yumba) alentaba a sus amigos a reunirse en San Diego horas después del crimen de Samuel. «Insistía», confirma el policía.
Como explica el periodista Alberto Mahía en este artículo, las defensas son fundamentales en un caso como este, y cada abogado sigue una estrategia.
A Alejandro Míguez lo defiende Manuel Ferreiro.
- En muy pocos años se ha ganado el prestigio de la profesión, donde lo conocen con el apelativo cariñoso de Harry Potter porque, dicen, «hace magia» en la defensa de sus clientes. «No hay ni una sola prueba contra mi cliente. No hay vídeos que señalen a Alejandro poniendo una mano encima a la víctima. Pido decencia y honestidad. Mi patrocinado está asustado porque es inocente y se ve en un juicio en el que le piden 22 años de cárcel.
El primer testigo es un agente que participó en detenciones de los acusados, analizó el teléfono de Alejandro Míguez. «Este teléfono tenía poca información, con periodos de inactividad. Hubo un cambio de teléfono y no era el que portaba el día de los hechos».
De mayo del 2018 a agosto del 2021 (un mes después del crimen de Samuel) no se registraron llamadas. Sí se encontró un wasap del 7 de julio en el que Kaio Amaral le pregunta dónde está, y Míguez no responde. Esos días Jeremy, un amigo de los acusados, le preguntaba por esta vía de mensajería si había leído La Voz de Galicia.