La recogida de la leche es desigual e intermitente y algunos productores han tenido que tirar la que tenían almacenada. En A Coruña, los comercializadores de la lonja decidieron hoy deshacerse de 40 toneladas de pescado, acumuladas en las cámaras frigoríficas desde el pasado lunes. El Sergas teme que haya que aplazar operaciones
18 mar 2022 . Actualizado a las 20:11 h.Algunos sectores ya califican su situación directamente de «catastrófica». A lo largo de los cinco días que ya dura la huelga de transporte —un paro indefinido convocado por una plataforma minoritaria y sin representación en la mesa de diálogo del sector con la Administración— la acción de los piquetes ya ha provocado importantes problemas en la cadena de suministros. Galicia es una de las comunidades que más está sufriendo el seísmo que ha traído consigo el terremoto de los transportistas. Y muchos sectores lanzan un mensaje de alerta al Gobierno: o esto para pronto, o las consecuencias serán de gran magnitud.
En A Coruña, 40 toneladas de pescado han acabado hoy en la basura ante la imposibilidad de comercializarlas. Mientras, los puertos de Celeiro y Burela han empezado a congelar decenas de toneladas de merluza do pincho para «non botar pola borda todo o traballo de 15 días» ante la «inacción» del Gobierno central.
La entrega de material sanitario se ha reducido hasta un 50 % por el paro del sector y el Sergas teme que haya que aplazar operaciones.
El delegado del Gobierno en Galicia, José Manuel Miñones, ha reconocido hoy que desde que empezó el paro, el pasado lunes, se han producido numerosos actos vandálicos por toda Galicia y que en las últimas horas se ha procedido a la imputación de tres personas, dos en Palas de Rei (Lugo) y una en O Porriño (Pontevedra). Esas tres personas están siendo investigadas por coacciones y conducción temeraria.
Los piquetes controlaron las entradas a las principales áreas industriales y la presencia de agentes de las fuerzas de seguridad apenas tuvo impacto en el funcionamiento del cinturón empresarial de Ourense. En el polígono industrial de San Cibrao das Viñas, el más grande de la provincia, «no entró ni salió ni un solo camión en todo el día».
Desde la asociación de empresarios de esa zona industrial están preocupados por la violencia de los piquetes y algunas compañías ya están planteándose pedir a la Subdelegación del Gobierno escolta policial para poder sacar sus productos de las fábricas y evitar el desabastecimiento de los mercados, especialmente en lo que se refiere al sector agroalimentario.
El ministerio se vio obligado a improvisar en unas pocas horas centenares de operativos de seguridad, dispositivos de escoltas a convoyes y despliegues de vigilancia en nudos logísticos para tratar de garantizar los suministros ante el bloqueo que está provocando una huelga que todos minusvaloraron.
La situación es crítica en el sector de la automoción, el papel, la alimentación, el cemento y la siderurgia. En estos cinco días de huelga de transporte, las pérdidas ya se cifran en 600 millones de euros, y el Gobierno español todavía tiene por delante 11 días para ultimar su plan de choque energético. Pero las empresas ya no pueden aguantar más y el tejido productivo está contra las cuerdas, por lo que piden al Ejecutivo de Pedro Sánchez que adelante las ayudas.
Desde las primeras horas de este quinto día de huelga de transportistas, las fuerzas de seguridad han tenido que escoltar a los camioneros que tenían que trabajar.
El paro indefinido de transportistas amenaza con enquistarse y provocar desabastecimientos, a la vista de los problemas que ya se están generando en la cadena de suministros de algunos productos y el rechazo del Gobierno a negociar con sus convocantes.
La Plataforma para la Defensa del Sector de Transporte de Mercancías por Carretera Nacional e Internacional ha reiterado este viernes, la quinta jornada del paro, que no lo desconvocará mientras no los reciba la ministra del ramo, Raquel Sánchez, que se niega a hacerlo, al considerarla una organización minoritaria dentro del sector y de referirse a ellos, además, como un grupo de ultras que intenta someter al país a un chantaje.
En la misma línea, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha expresado este viernes su «absoluta empatía» ante las demandas de los transportistas, a los que ha ofrecido diálogo, pero ha llamado a la calma ante las acciones violentas de «una minoría» frente a las que el Ejecutivo garantizará el orden público.
De hecho, el Ministerio del Interior ha movilizado a 23.600 efectivos de la Policía y la Guardia Civil para garantizar el funcionamiento de los servicios esenciales, las infraestructuras críticas y que no haya desabastecimiento en los bienes de primera necesidad.
Mañana sábado, además, los transportistas acompañarán la huelga con manifestaciones «en cada ciudad», para que así, según manifiesta la plataforma convocante, «la señora ministra pueda hacer recuento de quién es la mayoría y quién la minoría».
Fenadismer, que sí forma parte del mayoritario Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC) ?el único que la ministra considera como interlocutor válido?, ha reconocido, por su parte, que son miles de transportistas los que están secundando este paro, entre quienes están incluso afiliados suyos.
La conselleira de Mobilidade e Infraestruturas, Ethel Vázquez, ha demandado al Gobierno que habilite «corredores seguros» para garantizar el suministro de servicios esenciales ante los paros en el transporte de mercancías, que viven este viernes su quinto día de protestas.
Ethel Vázquez ha incidido, según recoge Europa Press, en que existe «un problema importante» en la distribución de materiales sanitarios por los paros, que tienen «en jaque» al sector primario y ponen en riesgo «el bienestar animal» por la falta de suministros a las granjas.
La responsable del área de movilidad del Gobierno gallego, acompañada por los conselleiros de Mar, Rosa Quintana, y Medio Rural, José González, ha mantenido un encuentro en el mediodía de este viernes con representantes del sector del transporte de mercancías.
La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha rechazado calificar como huelga las protestas de un sector de los transportistas, ya que en su opinión se asemejan más a un «boicot», al tiempo que ha aprovechado para reclamar «responsabilidad» a los manifestantes, a los que considera una minoría.
Calviño ha insistido, según recoge Europa Press, en que «la mayoría de empresarios del sector quiere trabajar y contribuir en este momento a proporcionar seguridad, tranquilidad y sosiego al conjunto de la economía».
Los supermercados y grandes superficies sufren las consecuencias de la huelga del transporte, especialmente en el abastecimiento de productos frescos, como el pescado, la carne o la fruta.
«O que estamos facendo é intentar facilitar que a actividade laboral das empresas poida seguir funcionando e prestámoslles todo tipo de protección para que non se interrumpa o tráfico e o transporte na provincia», explica Emilio González Afonso, subdelegado del Gobierno en Ourense.
La patronal Arvi, de armadores de pesqueros de Vigo, ha enviado una carta al Gobierno central reclamando que actúe ante la huelga de transportistas que está teniendo «graves consecuencias para todo el sector pesquero».
Arvi expresa su queja al Ministerio de la Presidencia del Gobierno, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, por lo que califica de «inacción» del Ejecutivo central ante la «huelga incontrolada y destructiva», perjudicial para varios sectores económicos.
Denuncia también, según recoge Efe, la «desmedida, incontrolada y agresiva» actitud de los huelguistas hacia los transportistas que no secundan su iniciativa y señala que eso ha ocasionado importantes pérdidas de ingresos al sector pesquero.
El secretario general del PPdeG, Miguel Tellado, ha insistido este viernes, según informa Europa Press, en que el Gobierno que dirige Pedro Sánchez tiene que hablar con los representantes del sector del transporte para tratar de acabar con el paro que «asfixia» la economía, y ha urgido un plan de contingencia para que los productores no pierdan sus mercancías.
Tellado ha condenado rotundamente «cualquier tipo de violencia» o de «coacción» o «presión» contra los trabajadores, pero también ha trasladado la «comprensión» por la situación «dramática» que vive el sector, con el alza del precio de los combustibles.
La conselleira do Mar recorrió hoy las instalaciones de la lonja de Ribeira, inusualmente vacía. Solo las embarcaciones de artes menores continúan saliendo a faenar y aportando capturas para abastecer al mercado local.
Las consecuencias de la huelga de transportistas ya se notan en el suministro de productos, especialmente en los frescos, como el pescado.
En Ourense, en los expositores de las pescaderías de la plaza de abastos el color que más lucía este viernes era el blanco del hielo en el que debería estar colocado el género. También estaban medio vacíos los estantes de marisco.
Lo que más acusan los clientes es la escasez de merluza. «La nuestra venía de Burela y ya nada, desde hace unos días no somos capaces de conseguirla y eso nos supone un problema grande porque aquí la merluza se come mucho», cuenta una vendedora.
Decenas de vehículos pesados atravesaron esta mañana la capital ourensana en el marco de la protesta del sector.
La IXP Ternera Gallega lanza un grito de auxilio para salvar a sus ganaderos. Reclama el compromiso de todos, desde el consumidor al propio consello regulador, para que suban los precios en los lineales y que esto se repercuta en los productores.
La recogida de leche parecía haber vuelto a la normalidad esta mañana en Galicia, según pudieron constatar desde Unións Agrarias. El problema es la materia prima acumulada durante la jornada anterior, la escasa capacidad de almacenaje de las granjas y los bloqueos que está sufriendo la industria para dar salida a sus productos y que pueden volver a obstaculizar en cualquier momento la recogida.
Desde Leche Celta explicaron que no están dando salida a ningún producto elaborado y que, aunque continúan recogiendo, en cualquier momento «la recogida se vería comprometida y ello derivaría en la paralización de la actividad productiva».
Desde Unións Agrarias dijeron además que reclamarán a la industria la leche que tengan que tirar.
Varias caravanas de camiones han recorrido hoy algunas carreteras gallegas mientras otros vehículos pesados permanecen estacionados en polígonos sin poder moverse, las estanterías de algunos productos se ven cada vez más vacías en los supermercados, y ganaderos y pescadores se han visto abocados a tirar su producto al no poder comercializarlo.
Los comercializadores del puerto de A Coruña que mantenían su mercancía en las cámaras frigoríficas de la lonja han decidido echarla a la basura, ante el riesgo sanitario que suponía tenerlas allí más tiempo y ante la imposibilidad de sacarla en camiones debido a la huelga del transporte.
La decisión, según explicaron algunos trabajadores, fue «dura», ya que deshacerse de 40 toneladas de pescado supone una pérdida económica brutal para las correspondientes empresas y, después de tantos días en espera, tampoco es viable la opción de donar la mercancía.
El ministro de Agricultura, Luis Planas, ha hecho una llamada a la responsabilidad del «grupo de personas» que «están boicoteando y llevan a cabo acciones violentas», además de «perturbar» la distribución en España de muchas mercancías, básicamente del sector agroalimentario.
El ministro recordó que los piquetes que impiden que pequeños ganaderos entreguen su leche, que las frutas y hortalizas lleguen a los mercados o que los barcos puedan salir a faenar, realizan «una acción ilegal e inmoral» frente al trabajo que llevan a cabo estos profesionales.
La Federación Nacional de Cofradías de Pescadores (FNCP) mantendrá esta tarde una reunión telemática para decidir si la flota amarra de forma indefinida el próximo lunes o si se desconvoca el paro previsto a partir del 21 para dar margen al ministro de Pesca, Luis Planas, a reunirse con ellos y anunciarles medidas para paliar el brutal incremento de costes de explotación que se ha acentuado desde que estalló el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Trabajadores de la lonja del Puerto de A Coruña han tenido que tirar pescado que no pudieron sacar para comercializar por la huelga del transporte. Es el peor desenlace.
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La plaza de abastos de Pontevedra vive este viernes previo a San José como un día normal. Cuando algunos mercados gallegos y del resto de España están desabastecidos, en este mercado de la capital turística del Río Lérez, la situación es bien distinta.
Ellos se surten de las lonjas de Marín, Portonovo y O Grove. «En esta plaza sobra pescado y marisco y falta gente», decía Montse Santiago, en su pescadería.
Las principales empresas portuarias de la localidad realizan operativos en el interior del puerto, pero el volumen de mercancías que sale del recinto marítimo por carretera es muy pequeño comparado con el intenso tráfico de un día normal.
El transporte de mercancías por tren sigue en servicio, pero no es suficiente para compensar lo que se ha dejado de mover por camión. En las terminales portuarias, la actividad, por lo tanto, no se ha recuperado a los niveles previos a la protesta de los camioneros.
Antonio Garrido, natural de Huelva y asalariado de una empresa de transportes, llegó el miércoles por la mañana al polígono de O Campiño, en Pontevedra. Había salido el día anterior con un cargamento de patatas congeladas desde Vitoria, donde su empresa tiene una plataforma.
Descargó sin problemas en Oviedo y A Coruña y pensó que tampoco le pondrían impedimento alguno para vaciar el camión en el polígono de O Campiño (Pontevedra). Pero no fue así.
Tras bajar las patatas en una empresa del parque, cuando iba a abandonar el recinto se dio de bruces con un piquete. Dice que no hubo ni buenas palabras ni información alguna: «¿Piquete informativo? A mí me acuchillaron una rueda, me amenazaron y me coaccionaron para parar, me dijeron que o paraba o quemaban el camión conmigo dentro. A mí, que soy su compañero y que sufro todo lo que está pasando tanto como ellos», señaló.
Este es su testimonio
La imposibilidad de garantizar el traslado de los instrumentos desde A Coruña a Vilagarcía obliga a suspender la actuación prevista para mañana sábado.
La cancelación se decidió de mutuo acuerdo entre los gerentes de la orquesta y la concejalía de Cultura, que han buscado una nueva fecha para uno de los principales eventos musicales que deparaba esta temporada en Vilagarcía. Será el 11 de noviembre, un viernes, a las ocho de la tarde, con entrada libre y gratuita hasta que se complete el aforo de la sala.
Entre 60 y 70 camiones permanecen estacionados en el polígono Río do Pozo de Narón desde el pasado martes. La mayor tensión con los piquetes de la huelga del transporte se focaliza delante de la nave Lidl.
La quinta jornada de la huelga del transporte está resultando particularmente dura para actividades clave de la economía arousana. Es el caso de uno de los eslabones fundamentales de la cadena mar-industria, el de la depuración. Fuentes del sector aseguran que su situación es agónica.
Ya no los grandes transportistas, sino cualquier autónomo que trabaje con camiones de cierta capacidad se las ve y se las desea para poder recoger y distribuir su mercancía, con lo que el marisco permanece en las plantas sin poder ser comercializado. Las pérdidas son voluminosas, por cuanto una depuradora puede gastar entre seiscientos y siete mil euros diarios de electricidad. Obviamente, las instalaciones deben seguir funcionando para que el producto no muera.
En casos puntuales, algunos empresarios están recurriendo a furgonetas para sortear los piquetes e impedir, al menos, que algunos de sus clientes se vean desabastecidos. Una medida a todas luces desesperada.
La asociación Apetamcor, que se ha sumado al paro y que cuenta con más de medio millar de afiliados en la provincia de Ourense, ha organizado este viernes una marcha de camiones por la autovía A-52, entre Barbantes y Xinzo de Limia, para hacer visibles sus reivindicaciones.
Detrás de este paro se encuentra la Plataforma en Defensa del Sector de Transporte de Mercancías por Carretera Nacional e Internacional, se trata de una asociación minoritaria y sin representación en la mesa de diálogo del sector con la Administración. Eso sí, a pesar de ser minoritaria han demostrado ser muy activos y estar bien organizados, puesto que pequeños grupos de piquetes han conseguido paralizar parte de la economía de todo el país.
Estas son las principales claves para entender la huelga del transporte.
Leche o pollo son dos de los productos que ya escasean en las estanterías de los supermercados gallegos en este quinto día de la huelga del transporte.
La recogida de leche en las explotaciones del sur lucense funciona en muchos casos de forma intermitente como consecuencia de la huelga del transporte.
Lactalis interrumpió su actividad el jueves y sus camiones volvieron a visitar este viernes las granjas que suministran a esta firma. El grupo lucense Leche Río, por su parte, tenía previsto tomar hoy una decisión sobre si mantiene o no la recogida.
En cuanto al suministro de piensos y forrajes para el ganado, fuentes del sector indicaron que se mantiene con algunos «sobresaltos» a mayores del problema que plantean unos precios «por las nubes».
La presencia de las fuerzas de seguridad en carreteras y polígonos industriales de la zona se intensificó a lo largo de la jornada de hoy.
La huelga iniciada el día 14 en el sector del transporte está teniendo importantes repercusiones también en la sanidad gallega. La entrega de pedidos de material en la Plataforma Logística Sanitaria de Galicia se ha reducido entre un 40 y un 50 % en relación a los días de actividad habitual.
La Subdirección Xeral de Compras está buscando soluciones para minimizar al máximo el impacto de la falta de suministro, ya que el Sergas teme que haya que reprogramar operaciones por este motivo.
Camiones parados en polígonos y carreteras, sin recogida del mejillón en el puerto de Vilanova, centenares de camiones protestando en Vigo,...
Así transcurre la mañana de este viernes en Galicia, con muchos sectores al borde del colapso.
Las protestas del sector del transporte continúan este viernes por toda la provincia de Lugo. Vilalba, O Corgo, Lugo y Pedrafita son los municipios con mayor presencia de manifestantes.
La A-6 en la entrada a Galicia, en Pedrafita, y también en O Corgo permanece cortada por los piquetes. Los trabajadores y las empresas del sector llevan varios días de parón laboral para quejarse de los precios del combustible, que hacen que «no compense mover los camiones», según varios empresarios.
La quinta jornada de la huelga del transporte en la provincia de Ourense arrancó con presencia policial y de piquetes en los accesos a las principales áreas industriales.
Más de un centenar de camiones han llegado esta mañana a la ciudad olívica procedentes de Tui. Estas son las imágenes.
«Na pesca temos un ciclo de actividade e neste momento estamos parados ó 95%. Necesitamos que, quen sexa, por parte das administraciós competentes, actúe. Non podemos seguir de perfil, hai que actuar, hai que falar a poñer a andar o país», dicen desde Armadores de Burela, S.A.
Los puertos de Celeiro y Burela han empezado a congelar decenas de toneladas de merluza do pincho ante lo que califican de «inacción» del Gobierno central para intentar buscar una solución la huelga indefinida del sector del transporte, como consecuencia del encarecimiento del combustible por la guerra de Ucrania, y que, por cuarta noche consecutiva, ha impedido comercializar el pescado de los barcos de altura que arriban, puesto que no ha habido subasta.
«O que non imos facer é destruír o peixe, botar pola borda todo o traballo de 15 días. O que está facendo o Goberno é impresentable», apuntan desde Puerto de Celeiro.
Más de un centenar de camiones han llegado por la autovía A-55 a Vigo. Han salido desde el polígono industrial de Áreas en Tui, donde se reunieron antes de las ocho de la mañana. En la comitiva hay todo tipo de vehículos de transporte, desde cabezas tractoras, furgonetas y camiones de decenas de compañías. En su llegada a la ciudad han provocado problemas de tráfico en diferentes puntos, como en la avenida de Madrid.
«No estamos ante una huelga, por lo tanto no hay servicios mínimos. Estamos ante un paro de una plataforma minoritaria que está actuando con coacciones y causando miedo en los transportistas y en las empresas que sí quieren y que son la mayoría». Con esa contundencia se expresó este viernes el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, para referirse al conflicto existente con la paralización del transporte de mercancías en Galicia.
Reconoció que desde que empezó el paro, el pasado lunes, se han producido numerosos actos vandálicos por toda Galicia y que en las últimas horas se ha procedido a la imputación de tres personas, dos en Palas de Rei (Lugo) y una en O Porriño (Pontevedra). Esas tres personas están siendo investigadas por coacciones y conducción temeraria.
Este viernes Galicia ha amanecido con una nueva llamada de auxilio de la industria alimentaria gallega. Desde el Clúster han exigido a las Administraciones Públicas que garanticen la protección en todas las rutas de abastecimiento «frente al boicot», denuncian, de una parte del sector del transporte. Arremeten contra la «actuación violenta e ilegal» de algunos piquetes y demandan a las fuerzas de seguridad una mayor contundencia.
En los últimos días, tanto empresas de logística como de los sectores más golpeados, han denunciado la inacción de los agentes frente a la agresividad de los participantes en cortes y bloqueos de vías.
«La situación comienza a ser insostenible para las empresas», insisten en un comunicado en el que alertan del «grave perjuicio económico» que están sufriendo los negocios en un momento especialmente crítico para toda la cadena de valor, desde el sector primario a la industria y la distribución.
Los responsables de los principales polígonos industriales de A Coruña y su área metropolitana confirmaron que hay una «mayor presencia policial» y que se están atendiendo las peticiones de aquellas empresas que requieren un apoyo o custodia especial para el transporte de sus mercancías.
Indicaron que, si la situación de desabastecimiento en industrias y empresas continúa como hasta ahora, muchas tendrán que parar e iniciar los trámites para solicitar un ERTE, con el golpe que ello supone para el empleo. La «preocupación es generalizada», según explicaron, y tras el parón de grandes firmas como Ferroatlántica (por el precio de la energía) y de Estrella Galicia (por la falta de suministros), la situación se va a hacer extensible a las pequeñas y medianas empresas en solo unos días. «Vemos los ERTE cada vez más cerca», aseguró un empresario coruñés.
Pablo Meijomín, presidente de la ADSL de Porcino de Silleda, explicaba ayer que «temos 350 explotacións, das cales a metade teñen penso para hoxe (por ayer)». A mediodía se les acababa el pienso en muchas granjas de la zona y desde la fábrica de piensos la respuesta que les dan es que no tienen producto, porque no les dejan ir a cargarlo al puerto, en este caso al de Marín, que es donde se abastecen de cereal las fábricas dezanas, como Nucamsa o Nudesa.
La quinta jornada de la huelga del transporte en la provincia de Ourense arrancó con presencia policial y de piquetes en los accesos a las principales áreas industriales. En el caso del polígono de San Cibrao das Viñas, los piquetes controlaron los accesos y el movimiento de camiones era escaso, tal y como ha sucedido desde el inicio del paro, lo que ha provocado una afectación generalizada en todas las empresas de la zona.
Este escenario ha llevado a la asociación de empresarios a demandar una pronta solución del conflicto y a censurar los incidentes provocados por una parte de los huelguistas.
Todo parece indicar que el sector lácteo está recuperando la normalidad. Esa es al menos la impresión de Unións Agrarias que, tras hablar con numerosas explotaciones, constató que las industrias han vuelto a realizar las recogidas de leche en Galicia.
El problema es que muchas explotaciones tienen los tanques llenos desde hace días y que las industrias no tienen capacidad para recoger toda esa producción de golpe, por lo que no se descarta que en algunas granjas sea preciso volver a tirar la leche. El sindicato advierte que reclamará a las industrias los costes de toda esa producción perdida.
«Lo que no podemos admitir es que no se respete el derecho de otros a no hacer huelga, bien porque no quieren, bien porque no se lo permite la mercancía que transportan. Tampoco podemos admitir que los conflictos tengan que ser cada día más violentos», escribe Ónega.
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La industria no está recogiendo la leche por la huelga del transporte y está obligando a algunos ganaderos a tirar la leche.
Pescado acumulado en las cámaras de las lonjas, estanterías de los supermercados vacíos, camiones parados en los polígonos con las ruedas pinchadas....
Más de un centenar de camiones marchan por la autovía A-55 en dirección a Vigo. Han salido desde el polígono industrial de Áreas en Tui, donde se reunieron antes de las ocho de la mañana. En la comitiva hay todo tipo de vehículos de transporte, desde cabezas tractoras, furgonetas y camiones de decenas de compañías.
Algunos profesionales comienzan a racionar el alimento de los animales, mientras las industrias tratan de recoger toda la materia prima que pueden, pero reconocen estar al borde del colapso y temen tener que parar la recogida en cualquier momento.
