Los dos primeros del ránking mundial se ven las caras en Melbourne Park
27 ene 2019 . Actualizado a las 12:06 h.No hubo mucha historia. El mejor Djokovic y un Nadal corriente. Gana el serbio pro 6-3, 6-2 y 6-3. Séptimo título, más que ningún otro tenista.
Djokovic amarra su servicio para situarse con una ventaja casi definitiva. El público jalea a Nadal, por afinidad y porque quiere una final más larga e igualada. Pero no hay manera. Hasta la cinta favorece al serbio en puntos importantes.
Manda el serbio por 6-3, 6-2 y 5-3.
Nadal gana otro juego al servicio y sitúa el 4-3 en el tercer set. Se aferra a sus posibilidades. Pero necesita restar mejor.
Djokovic manda por 6-3, 6-2 y 4-3.
Al duodécimo juego de servicio de Djokovic, Nadal encontró su primera bola de break. Una rendija de esperanza. Pero terminó ganando el juego el serbio.
Manda por 6-3, 6-2 y 4-2 Djokovic.
Nadal gana un juego con su servicio. Se aferra tímidamente a la final. En realidad en este tercer set solo tiene un break en contra.
Djokovic manda por 6-3, 6-2 y 3-2.
Djokovic gana otro juego sin demasiadas dificultades.
Manda por 6-3, 6-2 y 3-1.
Es momento de agarrarse al partido, de esperar un bajón del rival, de buscar una mejoría. Pero cuesta encontrar ese detalle que cambie la final. Djokovic consigue su cuarto break (Nadal solo ganó seis juegos con su saque) y da otro paso para ganar su séptimo Open de Australia.
Djokovic manda por 6-3, 6-2 y 2-1.
Cuatro puntos seguidos al servicio para Djokovic. Otro juego en blanco con el saque. Sigue inmenso y Nadal parece desesperarse.
Djokovic manda por 6-3, 6-2 y 1-1.
Con su servicio, Nadal ha empezado jugando muy serio este tercer set de la final, aunque Djokovic sigue ganando puntos increíbles.
Cuando sirve Djokovic, no hay partido. Es el primer problema que debe solucionar Nadal. Empieza el tercer set. Solo ha ganado Nadal cuatro de los 40 puntos en los que ha servido su rival.
Toca reinventarse, acertar, sufrir, creer.
Comienza el tercer set.
Con bolas nuevas, Djokovic ha ganado otro servicio casi sin despeinarse. Gana el segundo set, sitúa el 6-3 y 6-2 en el marcador y obliga a Nadal a una proeza para remontar la final.
Necesita Nadal más golpes como este. Está jugando su mejor tenis solo a cuentagotas, como en este puntazo.
Consigue el tercer break del partido Djokovic y encarrila el segundo set.
Más que deméritos de Nadal, cabe hablar de un rival inspiradísimo. El número uno del mundo está jugando a su mejor tenis. Cuando eso sucede, resulta muy difícil romperle un servicio.
Djokovic manda por 6-3 y 5-2
Ha estado cerca Nadal de derribar una barrera mental en esta final y conseguir su primer break. Pero Djokovic reaccionó a tiempo.
Djokovic manda por 6-3 y 4-2
Djokovic se anota su segundo break. El serbio ha conseguido tantas roturas del servicio de Nadal como los seis rivales anteriores de Rafa.
El segundo set se complica.
Djokovic manda por 6-3 y 3-2.
Djokovic es casi inabordable si gana el primer set. De 229 partidos de grand slam en los que ha ganado el primer set...
Ha ganado 224.
Ha perdido 5.
Pero si alguien tiene tenis y carácter para remontar y romper las estadísticas, ese es Nadal.
Cada punto de Nadal al resto es noticia. Mientras no consiga encadenar golpes agresivos cuando saca el serbio, tendrá difícil remontar. Pero va poco a poco sintiéndose (algo) mejor.
Djokovic manda 6-3 y 2-2.
Nadal se ha aferrado a su servicio para sacar adelante el juego. Djokovic, al resto, está planteándole muchos más problemas al español. La final entra en unos juegos aparentemente corrientes, pero en realidad decisivos. Sería muy comprometedor un break del serbio.
Djokovic manda 6-3 y 1-2.
Con el servicio de Djokovic... Otro juego en blanco. Toca esperar.
Djokovic manda por 6-3 y 1-1
Cierra el puño, grita, disfruta. Nadal se agarra al partido a través de los juegos de su servicio. Un comienzo. Ya está por delante en el segundo set. Un paso para recuperar la confianza también cuando saque el serbio.
Djokovic manda por 6-3, 0-1
Nadal ha conseguido al fin ganar un punto con el servicio de Djokovic. Se ha metido algo más en el partido. Pero aún así el serbio cierra con su saque la primera manga después de conectar varios golpes a las líneas. La final de Australia se disputa a cinco sets. El mallorquín tiene mucho margen para reponerse.
Tardó Rafa 21 puntos en poder apuntarse el primero al resto. Otro síntoma de que ahora sí está reaccionando.
5-3 y sirve Djokovic.
Djokovic exige lo mejor de Nadal. Y Nadal lo va dando poco a poco. De momento, con su servicio, con un juego agresivo y abriendo la pista buscando ángulos a un lado y otro, moviendo al rival.
Sacará ahora el balcánico para cerrar el primer set. Y con el servicio de Nole a Nadal le está costando horrores coger el punto.
Nadal ya está dejando perlas como esta.
Nadal tiene un problema. Cuando saca su rival, no gana un punto. Literal. De hecho, el serbio se ha apuntado los 20 con los que ha servido hasta el momento en la final. Una losa.
Nadal no le ha apuntado a la bola. Un extraño en el bote de la bola de Djokovic provocó la pifia. Cuatro puntos seguidos del serbio con su servicio y se sitúa 5-2. Muy cerca de ganar el primer set
Ahora sí. Con los primeros servicios, Nadal ha ido tomándole el pulso al juego. Con su servicio, ya ha conseguido encontrar la forma de hacer daño a Djokovic. Ahora le falta ajustar la manera de poder romperle un servicio para igualar este primer set.
Djokovic ya pidió (y acertó) su primer Ojo de Halcón.
Por ahora, con el saque del serbio, Nadal no encuentra la forma de tomar la iniciativa en el juego. El serbio se sitúa a un par de juegos de ganar el primer set, pero aún queda mucho.
Puntos de Djkovic: 20
Puntos de Nadal: 5
Con su servicio, Nadal se ha apuntado su primer juego. Por fin ha gritado su característico "¡vamos!" un par de veces. Le ha constado entrar al partido al mallorquín, pero ya parece sentirse algo más cómodo ante un Djokovic que ha empezado inspiradísimo sobre su superficie y su pista favorita.
Golpes angulados, agresividad... Y no hay manera. Nadal cede otro servicio y Djokovic, que ha empezado inspiradísimo sobre su superficie y su pista favorita, se anota un 4-0 que encarrila el primer set.
El serbio ha ganado 12 de los 13 primeros puntos. Le funciona el servicio, le corre la derecha y domina. Nadal todavía trata de tomarle el pulso al partido. Ahora tendrá una oportunidad con su saque.
Con su derecha Nadal frenó Nadal los seis puntos seguidos con los que Djokovic abrió el pulso. Pero ha sido el serbio quien se ha llevado el segundo juego. Dos breaks había concedido tan solo el español en sus seis partidos anteriores, y se ha dejado ya uno frente al balcánico.
En su primer juego al servicio, con ese saque renovado que luce estos días en Melbourne, Nadal por ahora sufre.
1-0 de Djokovic y 0-30
Con su servicio, ha jugado muy sólido el serbio y se ha apuntado el primer juego en blanco ante un Nadal que va cogiendo ritmo desde el resto.
Nadal abre el paso, como número dos del mundo; Djokovic detrás. La pista central anuncia la presencia de los dos protagonistas del partido más repetido en la historia del tenis.
¡Todo listo ya!
A punto de salir a la pista los jugadores. dos leyendas, Roy Emerson y Rod Laver, sostienen la Norman Brooks Challenge Cup, el trofeo que premia al campeón del Open de Australia.
¿Es Djokovic más favorito por sus precedentes con Nadal en pista dura? En el 2008, unos días antes de empezar Wimbledon, Rafa Nadal concedió esta entrevista a La Voz. Entonces veía a Federer favorito, y solo quince días después le ganó en un partido que está considerado por muchos analistas como el mejor de todos los tiempos.
Aquí repasamos aquella entrevista con La Voz del 2008.
Ningún hombre ganó siete veces el Open de Australia, que se juega desde hace años en Melbourne. Lo puede conseguir hoy Novak Djokovic sobre su superficie favorita.
El Grand Slam original significa ganar los cuatro grandes (Australia, Roland Garros, Wimbledon y el US Open) el mismo año natural. Solo un hombre lo ha conseguido. Rod Laver. Lo hizo en 1962, como aficionado, y en 1969, en la era abierta, ya como profesional. Hace 50 años de aquello. Así empezó aquella temporada prodigiosa el jugador que da nombre la pista donde hoy se enfrentan Nadal y Djokovic. Solo uno de ellos podrá ganar el Grand Slam del 2019, el ganador del partido de hoy.
Mientras no comienza la final, no está mal recordar algunas imágenes que han marcado una de las rivalidades más grandes de la historia del tenis, la de Rafa y Nole.
Como ante cualquier final, tanto Nadal como Djokovic se activaron hace unas horas para poner su maquinaria en marcha. Así es ese entrenamiento el mismo día de un partido grande.
Llegó el día del episodio número 53. La Rod Laver Arena va llenándose para asistir a uno de los partidos más esperados (e impensables) de los últimos tiempos. Con 32 años, Nadal ha conseguido una vez más un imposible, estirar su carrera, reaparecer tras cuatro meses sin disputar partidos oficiales y aplastar a seis rivales hasta la final.
Así se viven los prolegómenos fuera de la pista.
Será una batalla entre el número uno y el número dos. No habrá un favorito, a priori, y ambos se jugarán el prestigio como antaño. Si Nadal gana, levantará su decimoctavo Grand Slam, a solo dos del reinado de Federer.
De vencer Djokovic sumará quince grandes, superando a Pete Sampras y acortando la brecha que le separa de su antagonista este domingo y del suizo que le marcó los pasos a recorrer.
Sin terceros actores que desvirtúen la competición, los dos mejores, frente a frente.
La final será, además, un duelo contemporáneo. Djokovic y Nadal, la rivalidad más repetida en la historia del tenis, vuelven a confluir en el último partido de un torneo como en 24 de las 52 veces que se han encontrado el uno y el otro a cada lado de la red. En 27 ocasiones cayó la victoria para el de Belgrado, 25 veces la reclamó el español. Catorce veces se llevó 'Nole' el título, diez Nadal.
La única vez que se midieron en Australia, Djokovic batió al balear en un duelo interminable categorizado como uno de los mejores partidos de la historia.
Llega Nadal con menos dudas, menos desgastado y sin un solo set perdido.
'Nole' se ha dejado dos parciales por el camino, coqueteó con unos dolores de espalda en octavos de final, pero demostró que en los momentos importantes sigue siendo el voraz chacal. Aplastó a Pouille en poco más de una hora (6-0, 6-2 y 6-2) y aparecerá en la gran final con la superioridad que le hace crecerse cuando llega el momento de alzar un título.
Cuando Rafael Nadal salte a la Rod Laver Arena de Melbourne no lo hará con el sentimiento de revancha que uno podría esperar. Esa actitud vengativa no va con él. Al terminar su encuentro con el griego Stefanos Tsitsipas no hubo ningún arrebato de orgullo. Al pasar por el túnel que lleva a la pista y en el que hay un muro dedicado a cada campeón, Nadal vio reflejado el 2009 bajo su nombre y se echó a llorar. Un momento imborrable en su carrera y que por diferentes circunstancias nunca se repitió.
Las lesiones le apartaron del torneo de 2013, le hicieron retirarse en 2010 y 2018, y un inoportuno percance en la espalda le impidió competir a alto nivel en la final de 2014 ante Stan Wawrinka. Además, dos finales históricas perdidas, en 2012 ante Djokovic y en 2017 ante Roger Federer, dos eliminaciones en cuartos ante David Ferrer y Tomas Berdych y una en primera ronda ante Fernando Verdasco.
Por eso el duelo contra Novak Djokovic tendrá un cariz especial, la sensación de que quizás no sea la última ocasión, pero sí la adecuada.
Nadal ha esperado diez años para volver a acariciar la copa plateada de Australia, lo ha hecho más rápido que ninguna otra vez, sacando mejor que nunca y en un momento de su carrera en el que quizás lo menos esperado era que volviera a una final de esta envergadura.
Con 32 años, ha superado problemas físicos, ha rebasado a los jóvenes que amenazan con jubilarle y se ha asentado en la cima, practicando, posiblemente, el mejor juego que se le recuerda sobre pista dura.
