Las auténticas filloas gallegas
Descubre cómo hacer este típico postre gallego, ideal para cualquier época del año
Las filloas son un postre tradicional gallego que normalmente suele hacerse en Carnaval, pero cualquier época es buena para deleitarse con este dulce. Existen tantas versiones de filloas como comarcas tiene Galicia, y es que todo dependerá del tipo de ingredientes que usemos.
Antiguamente, llegaron a ser las sustitutas del pan, por lo que hoy en día es común encontrarlas tanto acompañando un cocido como sirviendo de postre, ya que según el aderezo que escojamos pueden ser dulces o saladas.
- 250 gramos de harina de trigo
- 4 huevos
- 500 ml de leche
- 200 ml de agua
- 50 gramos de azúcar
- Una pizca de sal
- Un trozo de tocino ibérico o aceite de oliva (para untar la sartén)
En un bol grande, tamiza la harina para asegurarte de que no haya grumos.
Agrega una pizca de sal y el azúcar a la harina tamizada y mezcla bien.
En otro bol, bate los huevos y luego añade la leche y el agua. Mezcla hasta que estén bien combinados.
Poco a poco, agrega la mezcla de huevos, agua y leche a la harina, batiendo constantemente para evitar grumos. La consistencia de la masa debe ser similar a la de una crema líquida. Deja reposar la mezcla en la nevera durante al menos una hora.
Calienta una sartén antiadherente a fuego medio y úntala con un poco de tocino o aceite de oliva.
Vierte un cucharón de masa en la sartén caliente y extiéndela para que quede fina y uniforme.
Cocina la filloa durante aproximadamente 1-2 minutos por cada lado, o hasta que esté dorada. Repite el proceso con el resto de la masa.
Sirve las filloas calientes. Puedes espolvorear azúcar por encima, doblarlas en triángulos o enrollarlas con un poco de miel, mermelada o crema de chocolate.
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