Fajitas caseras de ternera gallega
Una reinvención de un clásico de la cocina mexicana, pero con la mejor carne gallega. Aprende a hacer un plato que te hará la boca agua
- Raciones6-8
En este 18 de agosto se conmemora el Día de las Fajitas, en Estados Unidos y México. En esta ocasión, te presentamos una receta distinta para que disfrutes de esta deliciosa comida tex-mex. Las fajitas caseras preparadas con la exquisita ternera gallega son una combinación de sabores que fusiona la tradición culinaria gallega con la vibrante cocina mexicana, dando como resultado un plato verdaderamente único.
En esta receta te mostraremos una versión de las fajitas que podrás completar con tus ingredientes favoritos. Además, te ofrecemos una receta con la inigualable ternera gallega, digna de ser el centro de un auténtico festín culinario. Si estás buscando una opción más rápida y sencilla, siempre puedes optar por adquirir masa de fajitas ya hecha y concentrarte en la preparación del relleno. Esta alternativa es perfecta para sorprender a tus invitados o para crear una cena especial para toda la familia.
- 250 g harina de trigo
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cucharadita levadura
- 1 cucharadita sal
- 500 g de ternera gallega
- Pimientos verde y rojo
- 1 cebolla grande
- 3 dientes de ajo
- 1 bote de tomate concentrado
- 2 cucharaditas de pimienta negra molida
- Aguacate (opcional)
- Limón (opcional)
- Cilantro (opcional)
Comienza preparando la masa de las fajitas. En un bol, mezcla la harina, la sal y la levadura. Remueve bien y luego agrega poco a poco el aceite y el agua hasta que obtengas una masa homogénea y elástica.
Divide la masa en porciones iguales (aproximadamente 8 unidades) y déjalas reposar durante unos 20 minutos.
A continuación, estira cada porción de masa como si fuera una tortilla y dóralas en una sartén caliente a fuego alto. Gíralas para dorar ambos lados.
Para el relleno, corta la ternera gallega en tiras largas y sazona a tu gusto.
Pica la cebolla, los ajos y los pimientos. Fríelos en un poco de aceite hasta que estén tiernos. Una vez listos, retíralos y resérvalos.
En la misma sartén, cocina la carne con un poco de aceite, sal, pimienta negra y una pequeña cantidad de agua. Cuando la carne esté bien sellada, agrega la cebolla pochada, los pimientos y el cilantro, y deja que se cocinen juntos.
Cuando estén listos, añade el tomate concentrado, pero no en demasiada cantidad, para que la mezcla no quede demasiado líquida.
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