Pato con zanahorias
Te presentamos una propuesta ideal para subir el nivel este fin de semana. Si tienes invitados es la alternativa perfecta porque se trata de un plato clásico... con un ingrediente sorpresa
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En la cocina, el monopolio de las recetas con aves lo tiene el pollo y, si se tercia, hay espacio para el pavo o la perdiz. El caso es que al contrario de lo que ocurre en la gastronomía francesa, en la dieta atlántica y en la mediterránea no se suele tener en cuenta el pato, o al menos esto ocurría hasta hace unos años.
Lo cierto es que en no pocos supermercados uno puede encontrarse ya muslos de pato frescos listos para cocinar. Es relativamente económico, su carne es muy consistente y su sabor es mucho más intenso que el de las aves que comemos habitualmente. Los muslos admiten numerosas recetas; en definitiva, todas aquellas que podemos hacer con sus primos hermanos.
Aunque la receta por la que hemos optado hoy es un poco laboriosa, no por difícil, sino porque hay que freír, hornear y guisar, lo cierto es que al probarla os daréis cuenta de que merece la pena el tiempo invertido.
- 2 muslos de pato frescos
- 1 cebolleta
- 1 diente de ajo
- 1 puerro
- 5 zanahorias
- 2 cucharadas de sobrasada
- 1 litro de caldo de pollo
- Ensalada mezclum
- Aceite de oliva
- Vinagre de Jerez
- Sal y pimienta
En primer lugar vamos a lavar bien los muslos y vamos a retirarle los restos de plumas y cañones que pudiera tener. A continuación los secamos bien y los salpimentamos
En una cazuela con un poco de aceite de oliva lo vamos a dorar por todos los lados a fuego fuerte. Nosotros, además, lo metimos en el horno con el grill para que se doraran bien por todos los lados. ¡Ojo que no se os quemen!
Una vez estén a nuestro gusto, los retiramos del horno y los reservamos. En la misma cazuela en la que hemos dorado los muslos, pochamos la cebolleta cortada en tiras y añadimos la sobrasada, el diente de ajo pelado y entero, el puerro cortado en tres trozos, dos zanahorias cortadas en tres trozos, y lo rehogamos como unos cinco minutos
Transcurrido este tiempo añadimos los muslos de pollo, los cubrimos con el caldo y lo dejamos cocer tapado a fuego muy lento durante unos 40 minutos. Retiramos del fuego y sacamos el ajo, el puerro y las zanahorias. Si ha evaporado mucho el caldo se le puede añadir un poco de agua
Es el momento de añadir las tres zanahorias enteras y peladas a la cazuela y hornear a 220º C durante 15 minutos, hasta que los muslos estén bien tostados y la zanahoria tierna. Hemos de procurar que el caldo se haya reducido hasta el punto de salsa
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