Ana y Antonio se escapan en Navidad: «¡Qué más da cenar en Nochebuena, si ya comemos juntos todos los domingos del año!»

YES

-

Probaron el año pasado a pasar la Nochebuena fuera y lo pasaron tan bien que este año repiten. «Siempre nos íbamos el 26, pero ahora en cuanto los niños cogen vacaciones ya hacemos las maletas»,

25 dic 2024 . Actualizado a las 13:34 h.

Para algunos pasar la Navidad con la familia es sagrado. No se concibe de otra manera la celebración de la Nochebuena. Todos juntos en casa y disfrutando en torno a una buena mesa. Algo que es genial. Pero también lo es que cada vez haya más gente que relativice ese día y le reste importancia. Sobre todo, ahora que hay una especie de furor por estas fiestas y que están más sobrevaloradas que nunca. Ya no eres nadie, si no tienes el árbol más grande y las luces más llamativas. Tampoco si no os juntáis 30 en una mesa. Se frivoliza hasta ese punto el espíritu navideño. Pero en medio de toda esta locura navideña, todavía hay gente que pone algo de cordura. Y considera que Navidad debería ser todo el año, porque la Nochebuena es un día como cualquier otro. Dentro de este grupo se encuentra Ana, una vecina de Pontevedra, que desde el año pasado decidió pasar con su marido la Nochebuena fuera de casa. No fue de manera voluntaria, sino debido a unas circunstancias familiares específicas, pero les sirvió para darse cuenta de que hay muchas maneras de vivir la Navidad. Y que estar fuera de casa en estas fechas no es ningún drama. Todo lo contrario. Lo pasaron fenomenal.

«Este es el segundo año que lo hacemos. Porque hasta ahora siempre hacía la cena y la comida en casa y venían todos a comer el 24 y el 25. Y luego, ya nosotros nos íbamos de viaje el 26. Pero el año pasado, unos se tuvieron que ir para un lado y otros para otro, y entonces dijimos que nosotros aquí tampoco nos íbamos a quedar. Es verdad que los hijos nos ofrecieron ir con ellos, pero decidimos adelantar el viaje que siempre hacemos a partir del 26 desde hace 30 años. Hasta ese año nunca habíamos salido en Navidad», confiesa Ana.

Explica también que siempre buscan un destino de calor, porque para frío ya lo tienen aquí durante el invierno: «Y el calor tiene que ser o Canarias o por el sur, aunque ahí depende cómo te coincida. A Canarias hemos ido muchas veces, aunque yo tengo ganas de cruzar el charco e ir a Santo Domingo». Ana y su marido Antonio estuvieron varios años viviendo en Venezuela cuando sus hijos eran muy pequeños y ella guarda muy bien recuerdo de esa época. «Nos vinimos cuando el niño tenía 12 años y la niña 7. Fue en el 85. Ya llovió. Va a hacer ahora 40 años. La verdad es que dejé gente allí maravillosa. Le tengo mucho cariño. Y me encantaba el país, ese calor tropical en el que nunca hace ni demasiado frío ni demasiado calor. Además, me sentaba genial para los huesos», comenta.

Se juntaban 12 o 13 

Pero dejemos la nostalgia a un lado y regresemos a las cenas navideñas que organizaba Ana en su casa: «Además de mis hijos, mi nuera y mi yerno y mis nietos, siempre venía un sobrino, que para nosotros es como si fuera también nuestro hijo. Y a veces también mi hermana y mi cuñado. Así que nos juntábamos 12, 13 o 14. Y luego ya en Fin de Año, como nosotros nunca estamos, pues ya ellos iban cada uno por su lado. Pero el año pasado, mi hija y mi yerno se juntaron con la familia de él porque iban a Sevilla. Nos dijeron que fuéramos nosotros también con ellos, pero, al final, decidimos que no íbamos. Luego, también mi hijo y mi nuera decidieron aprovechar para estar con la madre de ella. Y también nos lo ofrecieron, pero nosotros decidimos adelantar el viaje. Y ahora ya este año también vamos a hacer lo mismo e irnos antes», aclara entre risas.

«El año pasado nos fuimos a Benidorm el 22 o el 23. Y este año nos vamos a Tenerife. Luego se une a nosotros otro matrimonio el día 26. Ya los esperamos allí. Nosotros, siempre, lo hacemos todo con viajes Deza, que para nosotros es como si fuera mi familia y ya saben perfectamente lo que nos gusta. Y estamos allí hasta después de Reyes», dice. En realidad, es cuando pueden aprovechar, porque durante el curso escolar, Ana se encarga de ayudar con la logística de uno de sus nietos. «Aprovechamos siempre en esa época porque es cuando no hay colegio. Después ya hay que ejercer de abuela», bromea Ana, mientras reconoce que otra etapa en la que también aprovechan para viajar por el mismo motivo es Semana Santa. «Es cuando podemos ir. Y ahí ellos se pueden arreglar mejor con el nieto pequeño», dice.

Únete a nuestro canal de WhatsApp

A la pregunta de si le cuesta abandonar la tradición de comer todos juntos el Nochebuena y Navidad, Ana reconoce que no, porque son una familia muy unida. «¡Qué más da cenar el día 24 si ya comemos juntos todos los domingos del año!», afirma. Y la verdad que, pensándolo bien, tiene más razón que un santo. «Si dijeras que no nos juntamos nunca, pues vale. Pero como ya comemos juntos todo el año y hacemos también varias comidas fuera todos juntos, pues nosotros nos vamos para allá, que el año pasado lo pasamos muy bien», aclara.

Sobre su primera vez fuera de casa, Ana cuenta que lo disfrutaron mucho. «No se me hizo raro porque se pasa tan bien... y había también mucha gente. Porque en los hoteles también hacen comidas especiales. Y no eran conocidos, claro, pero al llegar allí el 23 pues ya vas coincidiendo con unos y con otros y ya estábamos adaptados. Lo pasamos muy bien», recalca, aunque reconoce que eso no quiere decir que lo vayan a hacer todos los años. Eso sí, confiesa que además se libera de echar horas en la cocina: «Más que eso, lo peor es pensar qué es lo que vas a hacer. Esto y lo otro. Y luego, recoger todo y limpiar, aunque todos me ayudan, pero yo soy la que tengo que estar más pendiente de todo. Y nosotros siempre teníamos que tener la maleta preparada, porque el 26 ya nos íbamos. Entonces, así estoy mucho más relajada. Y luego nos llamamos y hablamos por teléfono», dice.

Aunque también reconoce que este año estuvo a punto de quedarse en casa en Nochebuena. «A lo mejor en unos años ya no podemos ir. Porque yo ya tengo 72 años. Estoy bastante bien, pero ya son años. Y te pasa algo en cualquier momento y luego ya no vas con ganas a ninguna parte. Así que mientras podamos salir, no nos vamos a quedar en casa». Claro que sí, Ana. ¡Cuánta razón tienes! Navidad debería ser todo el año. Y cualquier excusa es buena para juntar a la familia, no solo en estas fechas.