Con 47 y 60 años ellas son felices como modelos

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ANGEL MANSO

Para ellas, subirse a una pasarela es casi como una terapia. Ya no son unas jovencitas, pero estas mujeres acudieron a un certamen para bellezas de más de 40 años que se celebró en Asturias

27 nov 2024 . Actualizado a las 16:38 h.

Están cumpliendo un sueño. «Es lo que yo quería desde que era pequeña y nunca pude hacer por circunstancias de la vida, como tener hijos muy joven. Con 47 años y 3 hijos recuperó el sueño de ser modelo. Quiero aprovecharlo al máximo y ojalá pueda dedicarme a esto», relata Silvia Rivoir, uruguaya de apellido francés y afincada en Galicia. Alicia Ríos Cortiñas, de madre lucense y padre chileno, tiene 60 años y también se siente feliz como modelo. «Yo nunca lo soñé, pero estoy en una pasarela y me siento como en una nube. En los últimos años mi autoestima estaba por los suelos y, gracias a una amiga, hice un curso de modelaje en Madrid. Me gustaría que los diseñadores hagan un hueco a las mujeres de mi edad, que nos den oportunidades en la pasarela», reflexiona Alicia. Quedé con ellas y se presentaron en la plaza de Lugo de A Coruña, en pleno centro de la ciudad, así de elegantes. Tienen 47 y 60 años y son felices como modelos. Ambas se presentaron al certamen Royal Spain, un concurso de belleza para maniquíes de entre 40 y 65 años. Hay dos categorías en función de la edad, Silver y Sénior. La cita tuvo lugar en el palacio de Merás, en Tineo (Asturias), y ni Silvia ni Alicia consiguieron el primer puesto. Pero para ellas eso no es lo más importante. 

LA AUTOESTIMA

Alicia trabajó toda su vida y ocupó cargos de responsabilidad. «Soy ingeniera informática y trabajé en tecnología en el sector farmacéutico con presencia en varios países. Pero mi vida se complicó y por eso mi autoestima estaba baja», se sincera. Algo similar comenta Silvia desde su metro ochenta de altura. «Me separé y conocí a otra persona, a un gallego, que me animó a meterme en este mundo de la moda. Cuando subo a una pasarela me siento libre y hago lo que quiero. Es lo que siempre quise. No gané en Asturias, pero regresé supersatisfecha con la experiencia vivida y con el buen ambiente que se generó con los otros participantes. Me siento la persona más afortunada. Ojalá pueda dedicarme a esto, a ver si pasa algún tren. Te da un subidón, te sientes guapa, libre y dejas atrás problemas que puedas haber tenido en el pasado», reflexiona Silvia. Alicia reconoce que nunca había hecho nada como modelo. Sus primeras experiencias fueron en aquel curso de Madrid. «Conocí a otra modelo sénior que me animó y me presenté a un concurso y gané. Coincidió que me trasladé a Galicia y en mayo me apunté a un certamen similar en Santiago y gané. El pasado fin de semana en Asturias lo hice lo mejor que pude, pero quedé de tercera en mi categoría. La verdad es que había unas mujeres guapísimas», destaca. «Cuando tenía 15 años, antes de casarme y tener hijos, hice algunos pinitos como modelo en Uruguay. En mayo me presenté al concurso de Santiago y no gané, pero me fui igual a la gala nacional. Quiero aprovechar mi cuerpo, que está muy bien, y mi altura, y seguiré acudiendo a otros certámenes», destaca Silvia, que quedó de segunda por un punto. Creen que hay un hueco para ellas en el sector de la moda, que pueden posar y desfilar para atraer a un público diferente. Y sobre todo se sienten felices, realizadas y con la autoestima por las nubes tras haber dado este paso tan importante. La edad es un aliciente para estas dos mujeres.