Estos hoteles gallegos tienen llave Michelin

Marco Soriano de Tejada

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La guía roja ha ampliado sus galardones a establecimientos hoteleros, con el mismo nivel de exigencia que en la restauración. Seleccionados por un equipo de inspectores, estos hoteles ofrecen una experiencia única

25 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

D e los 97 hoteles y alojamientos que han recibido llaves Michelin, tres de ellos se encuentran en Galicia. Además de ser espacios exclusivos donde disfrutar de una estancia única, poseen algunos de los restaurantes más exclusivos del noroeste peninsular, ya que, además de ser hoteles gastronómicos, incluso tienen en su haber dos estrellas Michelin, como es el caso de Pepe Vieira.

Del mismo modo que la estrella Michelin reconoce a los restaurantes por su excelente cocina, la llave Michelin reconoce a los hoteles que ofrecen unas estancias excepcionales. Son un nuevo punto de referencia para los viajeros, ya que valoran la experiencia global de la estancia y no solo las instalaciones.

Una llave Michelin indica una estancia muy especial. Se trata de una auténtica joya con carácter y personalidad. Puede romper moldes, garantizar algo diferente o simplemente ser uno de los mejores de su categoría. El servicio siempre va más allá y ofrece mucho más que en los establecimientos de precio similar.

Dos llaves Michelin son el reflejo de una estancia excepcional. Un lugar realmente sorprendente en todos los sentidos por el que merece la pena desviarse, donde siempre se garantiza una experiencia memorable. Un hotel con carácter, personalidad y encanto que se gestiona con evidente orgullo y considerable cuidado. Un diseño o una arquitectura llamativos y un verdadero sentido del lugar hacen de este un espacio exclusivo para alojarse.

Tres llaves Michelin solo las tienen las estancias únicas. En ellas todo es asombro, lo último en confort y servicio, estilo y elegancia. Son los hoteles más notables y extraordinarios del mundo y un destino en sí mismo para el viaje de tu vida. Todos los elementos de una verdadera hospitalidad están aquí para garantizar que cualquier estancia perdure en la memoria.

El trío de establecimientos que han seleccionado los inspectores de la guía Michelin son representativos de la oferta hostelera de la comunidad gallega, y referentes para mostrar en todo el mundo la calidad que brindan. Los tres hoteles gallegos, que han galardonado —Casa Beatnik, Hotel Pepe Vieira y Hotel Spa Quinta da Auga—, se encuentran en entornos privilegiados, cercanos a núcleos urbanos, pero rodeados de jardines y una paz que solo se encuentra en el campo gallego. Además, ofrecen distintas actividades para sumergirse en la cultura tradicional o disfrutar de la campiña gallega, como balnearios, o incluso lugares costeros con unas impresionantes vistas a las Rías Baixas.

Dos de los galardonados pertenecen a la prestigiosa cadena Relais et Châteaux (Pepe Vieira y Quinta da Auga), que cuentan con los establecimientos con más personalidad del planeta. Además, en esta primera edición, la comunidad suma cinco llaves, con dos insignias en sendos establecimientos —Casa Beatnik y Pepe Vieira—, de los doce que hay en toda España. Por cierto, los tres se encuentran a los pies del Camino de Santiago.

Casa Beatnik, en Vedra

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Con sus restaurantes Bambola y Tribu a cargo del chef Marcos Campos, con una estrella Michelin, y a veinte minutos de Santiago se encuentra este monumental hotel rural galardonado con dos llaves Michelin.

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Lo primero que destaca de este pazo del siglo XVIII es el color rosa intenso de las paredes. La propuesta resulta sorprendente, porque fusiona lo clásico y lo moderno. El edificio está rodeado de viñedos de las Rías Baixas, además de tener su propia bodega.

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Pepe vieira hotel, en Raxó (Poio)

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Con dos llaves Michelin, dos estrellas y una verde, en un tranquilo paraje boscoso, cuenta con habitaciones que aprovechan al máximo esta inmersión en la naturaleza: cada una de ellas es un cubo de estilo contemporáneo, para asombrarse del espectáculo a través de su inmenso ventanal.

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Quinta da auga, en Santiago

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La familia Lorenzo García transformó este edificio industrial, del siglo XVIII, en un hotel boutique, que emula una casa solariega.

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No te puedes perder el spa y el restaurante Filigrana.