Elisabet Ruiz, doctora en finanzas: «Hay gente que no llega a final de mes, pero sale todos los fines de semana»

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Esta experta nos da las claves para no vivir ahogados con los gastos y evitar el tan temido estrés financiero, que también afecta a los buenos salarios. «Hay quien firma una hipoteca sin saber lo que está firmando. Solo pregunta cuánto va a pagar», dice

09 nov 2024 . Actualizado a las 12:25 h.

Llegar a final de mes es la batalla con la que tienen que lidiar muchos españoles, que además sufren lo que los expertos llaman estrés financiero. Cómo evitarlo y conseguir tener una buena salud financiera es la clave para vivir tranquilos y sin sobresaltos económicos. Elisabet Ruiz Dotras, doctora en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Barcelona, profesora de Estudios de Economía y Empresa de la Universidad Abierta de Cataluña y coach financiera nos da las claves para no vivir ahogados con los gastos.

—¿Qué es el estrés financiero?

—Se da cuando tienes una alta preocupación por falta de dinero. Básicamente es cuando estás preocupado porque no vas a poder devolver una deuda o porque no llegas a final de mes o por si pierdes tu trabajo. Eso te genera bastante preocupación que te puede afectar a nivel mental, pero que a la larga te puede pasar factura a nivel emocional y físico.

—¿Se ha producido un incremento del estrés financiero en los últimos años?

—A medida que va subiendo el índice de pobreza, también va subiendo el estrés financiero de las personas. Y a medida que sube el coste de la vida y los salarios no, pues es más fácil que se produzca. También es verdad que el estrés financiero afecta más en edades más avanzadas que tienen más responsabilidades, como son los hijos o que tienen una hipoteca.

—Dices que se ha incrementado el índice de pobreza, en cambio, la previsión es cerrar este año con un crecimiento económico de más del 2%. ¿Está perdiendo la clase media poder adquisitivo?

—Exacto. Hay dinero, porque además con la política monetaria expansiva de los últimos años se ha introducido mucho más dinero en la economía, el problema está en que se ha incrementado la desigualdad. Es decir, hay más ricos, porque cada año hay nuevos ricos, pero hay muchos más nuevos pobres también cada año.

—¿Llegará un momento en el que la clase media desaparezca?

—Pues parece que sí. Los datos tiran por ahí. Estar en la clase media cada vez va a ser más complicado, porque al final te vas a posicionar o en un lado o en otro. Siempre va a haber alguien que va a estar en el medio, pero el grueso grande va a estar por debajo de la media. Habrá una clase baja en peligro de estar excluida y con un índice de pobreza que no le permita pagar las necesidades más básicas. Y después vamos a tener clases bajas que sí puedan pagarse eso, pero que la economía no les dé para mucho más. Yo pienso que vamos a empezar a hablar de distintos grados de clase baja.

—Entonces en lugar de ir a mejor, vamos a peor...

—Sí, cuando hablamos de riesgo financiero casi siempre pensamos en la gente de clase baja, que tiene un salario bajo. Pero hay veces que esto también se puede dar en gente que tiene un buen salario y que tiene un comportamiento más de gastar, y no tiene dinero previsto para cuando algo falla, para cuando se quedan sin trabajo o, simplemente, no entra el dinero que se esperaba que entrase. Ahí también puede haber estrés financiero. Y también afecta a las personas y familias con un buen salario. Simplemente son poco previsores y viven un poco al límite y por encima de sus posibilidades. No llegan a final de mes y luego cuando revisan los gastos, te dicen que no sabían que gastaban tanto en esto o en lo otro.

—¿Qué hay que hacer para no vivir este tipo de situaciones?

—Lo primero es ahorrar y después vivir con lo que te queda. También es cierto que hay salarios muy bajos y es complicado. Yo tampoco tengo una varita mágica para solucionar las rentas bajas. La situación es la que es y es un problema del Gobierno que haya salarios tan bajos. Es un tema que hay que solventar, cuando además el coste de la vivienda es tan alto. Hay un problema muy importante con la vivienda en nuestro país, porque se ha convertido en un activo de especulación y es algo que se tendrá que regular en algún momento.

—Pero dices que el 25% de los españoles no llegan a final de mes, ¿cuánto tenemos que ahorrar al mes para tener una situación holgada?

—Lo ideal debería estar entre un 10 y un 20%. Es decir, que si cobramos 1.800 euros, tendríamos que ahorrar entre 180 y 360 euros al mes. Cada uno lo que pueda, porque no es lo mismo una persona joven, que vive con sus padres, que alguien que tenga hijos. Pero también hay gente hoy en día que quiere hacer de todo. Antes te ibas de vacaciones en verano al pueblo o a la playa, pero no te movías de España y tampoco éramos infelices. Ahora, en las vacaciones de agosto, el que no se va a Tailandia, se va a Nueva York. Y si no, a California. Y a lo mejor tu economía no te lo permite, pero aquí nadie quiere renunciar a nada. Y luego las compras por internet te pueden llegar a generar adición, porque hay una liberación de dopamina y te aporta esos pequeños momentos de felicidad. Los que se dedican al márketing lo saben y se aprovechan de las debilidades del cerebro humano.

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—¿Con ahorrar el 20% es suficiente?

—Y después, del 80 % que queda, pues el 50% son para necesidades básicas como el alquiler, la compra, la hipoteca, la luz, el gas, el agua... y el 30% restante para gastos personales y de ocio. Aquí podemos jugar, porque lo que interesa es que el 20?% vaya para el ahorro, y con el 80?% tienes que hacer hasta donde puedas. Es decir, que si las necesidades básicas cubren un 60?%, pues te queda menos para el ocio, que es de lo que puedes prescindir realmente. Hay gente que dice que no llega a final de mes, pero luego sale todos los fines de semana. Y eso no puede ser. Porque quizás, con tus ingresos, no puedes salir tanto y no pasa nada. Aquí hay que hacer la reflexión de si tu salario te lo permite. Y si no, piensa en fórmulas para ingresar más. Como formarte y buscar un nuevo trabajo. Pero no puedes estar en un círculo vicioso de «mi salario es el que es, pero yo quiero vivir la vida y me lo gasto todo y no ahorro». Porque también tenemos que pensar en el futuro y hay que empezar a asumir que cuando nos jubilemos no va a haber dinero para nuestras pensiones.

—¿Es tan evidente?

—La única estrategia que le queda al Gobierno es alargar la edad de jubilación. Y ya se está alargando. Ahora un par de años, luego un añito más y, al final, la gente tampoco se entera. Y políticamente no tiene las mismas consecuencias que si dice que todo el mundo va a cobrar de pensión 400 euros. Eso tendría muy mala prensa. Entonces, uno tiene que pensar si quiere que sea el Gobierno el que decida cuándo se va a jubilar o si lo decides tú, porque has ahorrado lo suficiente como para mantenerte.

—¿Somos unos analfabetos financieros?

—No nos educan financieramente en ninguna parte, a no ser que tú decidas aprender de manera individual. Te enseñan a sumar y a restar, pero no tienes una educación financiera. No te cuentan cómo hacer una buena planificación, cuánto tienes que ahorrar. Hay estudios de la OCDE en los que España siempre sale por debajo de la media en educación financiera.

—¿Es verdad que hay quien firma una hipoteca sin saber lo que está firmando?

—Sí, al 100%. Firman sin saber lo que firman y solo preguntan cuánto van a pagar a final de mes para saber si lo pueden asumir o no. Y ya está. Es lo que les interesa. En el 2008 incluso había hipotecas multidivisa, que se hacían con yenes. Me parece una locura tener una hipoteca variable con un tipo de cambio en yenes, ya que no tienes ni idea de política monetaria ni sabes cómo va la economía en Japón ni cómo puede afectarte, pero como salía más barato el primer año, mucha gente se pilló los dedos con las hipotecas multidivisa. Y se puso de manifiesto que no sabían lo que estaban firmando. Solo sabían que les salía más a cuenta el primer año. Entonces sí, la gente firma sin saber.