Viviana L. Kohen, nutricionista: «El huevo es un aliado en las dietas de los niños en edad escolar»
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La especialista recomienda extender el uso de este alimento entre los más pequeños para mejorar
su rendimiento: «Es muy completo para ellos»
01 nov 2024 . Actualizado a las 19:06 h.
El otoño ya está aquí. Bajan las temperaturas y el tiempo de exposición solar se reduce. Por ello, los expertos en nutrición recuerdan que fortalecer el sistema inmune de los más pequeños es una prioridad para evitar las gripes y catarros propios de esta época del año para que los niños estén en condiciones óptimas para afrontar el nuevo curso escolar y, los mayores, las exigencias de la actividad diaria.
«Además, podemos experimentar la famosa astenia otoñal, que sufren tanto los adultos como los más pequeños, asociada a las dificultades de nuestro cuerpo para sobrellevar los cambios estacionales, de rutinas y de horarios. Puede incluso influir en el rendimiento escolar provocando falta de concentración, cansancio, inapetencia y afectar a nuestras defensas», explica Viviana Loria Kohen, profesora del departamento de Nutrición y Ciencia de los Alimentos de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense.
Viviana Loria es también miembro del Consejo Asesor del Instituto de Estudios del Huevo. Hablamos con ella sobre las propiedades de este alimento indispensable y, no menos importante, asequible para los hogares y con diversas aplicaciones en los menús caseros.
—¿Se puede favorecer el estado físico y mental de los niños para que tengan un mejor rendimiento escolar?
—Una dieta equilibrada y variada es clave para una adecuada función cognitiva que incluye los procesos relacionados con la memoria, el razonamiento, el desarrollo del lenguaje y la resolución de problemas, aspectos todos relacionados con el óptimo rendimiento escolar. Por ello, es importante promover en todas las edades, y especialmente en los niños y adolescentes, el consumo de alimentos que, por su calidad nutricional, aporten nutrientes esenciales en cantidades adecuadas, evitando que estos sean desplazados por otros menos nutritivos. También es necesario ajustar la dieta de los niños a cada época del año y a la actividad que desarrollan, ya que el exceso de alimentos muy calóricos y de baja densidad nutricional puede favorecer el sobrepeso y el desarrollo de otras patologías. Un adecuado estado nutricional es clave para superar las exigencias de sus actividades, tanto en el colegio como las extraescolares.
—¿Podemos decir que, después de años denostado, el huevo es el mejor aliado?
—Entre los alimentos con mayor densidad nutricional que se pueden incorporar fácilmente a la alimentación de los escolares están los huevos, que, además de ser una fuente de proteínas de alto valor biológico, incorporan numerosos compuestos con interés nutricional y funcional. Y son, por lo general, muy bien aceptados por los niños.
—¿Por qué son tan importantes para los más pequeños de la casa?
—Según estudios recientes, un porcentaje elevado de los niños españoles en edad escolar consume cantidades insuficientes de vitaminas A, D, E y folatos, así como de algunas vitaminas del complejo B. También tienen baja ingesta de colina, fósforo, magnesio, hierro, zinc y selenio.
—¿Qué nos dice la ciencia?
—El huevo es un alimento con una elevada densidad nutricional, al que solo le faltan la vitamina C y los hidratos de carbono. Las proteínas del huevo son de alta calidad biológica, lo que significa que aportan todos los aminoácidos esenciales para la formación y mantenimiento de los tejidos en el organismo. Un huevo cubre aproximadamente el 18% de la cantidad diaria recomendada de proteínas para un niño.
—¿Qué más aporta?
—Aporta también minerales como el fósforo, el zinc, el selenio y el hierro, que son de gran importancia para el crecimiento y desarrollo de los más pequeños. El hierro tiene un papel esencial en el desarrollo cognitivo normal y su deficiencia se relaciona con la disminución de la concentración, del razonamiento, de la velocidad de aciertos, del rendimiento, de la memoria y del cálculo. También proporciona vitaminas como las A, D, E, riboflavina, niacina, folatos y B12, que son necesarias para desempeñar múltiples funciones metabólicas. La vitamina D es de especial importancia en esta etapa de la vida, pues contribuye al desarrollo y mantenimiento de los huesos, dientes y músculos, y ayuda al funcionamiento normal del sistema inmune.
—¿Se come poco?
—Se ha constatado que hasta un 51?% de los escolares tienen deficiencia de vitamina D. El huevo es una de las principales fuentes alimentarias de esta vitamina, tras los pescados grasos, mucho menos habituales en la dieta de los más pequeños. Por otro lado, el huevo es una fuente natural de colina. Un nutriente fundamental en numerosos procesos biológicos relacionados con el crecimiento, el desarrollo del cerebro y del sistema nervioso.
—¿Cómo se convence a los padres?
—El huevo contiene otros compuestos, como la luteína y la zeaxantina, que son pigmentos carotenoides, cuyo consumo se asocia a una mejor salud visual y desarrollo cognitivo. Consumir siete huevos por semana permitiría aumentos significativos en la ingesta habitual de estos carotenoides. Además, la composición del huevo ayuda a cubrir las ingestas necesarias de nutrientes en la edad infantil. Es muy fácil de preparar, versátil, asequible y está presente en los hogares de todos los países.
—¿Es un alimento redondo?
—El huevo es un alimento muy completo, con una alta densidad nutricional (proporciona una gran cantidad de nutrientes con un mínimo aporte energético, de solo 70 kilocalorías por unidad), y es un alimento saciante, que puede contribuir a reducir la ingesta energética total en los casos de sobrepeso. Es un aliado muy interesante en la dieta para que los niños en edad escolar afronten con éxito las exigencias físicas y mentales de la vuelta al cole y a las actividades extraescolares.