Estas bodegas gallegas vendimian bajo la luz de las estrellas

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Santi M. Amil

Recoger la uva de noche tiene ciertas ventajas, como bien saben en Adegas Laudes y EDV Viticultores, donde la tarea se realiza a mano, y en Terras do Cigarrón, una de las pocas que utiliza la vendimia mecánica en Galicia para recolectar la uva a la temperatura ideal

01 oct 2024 . Actualizado a las 09:17 h.

Son las diez de la noche y en tres bodegas gallegas la jornada de trabajo, lejos de estar llegando a su fin, acaba de comenzar. La vendimia aquí se realiza de noche, a la luz de las estrellas, porque han comprobado que recolectar la uva cuando no hace el calor típico de las horas centrales del día tiene sus ventajas. Como que esta se recoge a una temperatura de entre diez y quince grados, lo que preserva sus características aromáticas. Así que los vendimiadores de Adegas Laudes, en O Ribeiro, y de EDV Viticultores, en la Ribeira Sacra, se ponen manos a la obra. Lo mismo pasa en Terras do Cigarrón, del grupo Martín Códax Viticultores. Aquí es una máquina la que acomete la tarea, pues esta es una de las pocas bodegas gallegas que utiliza la vendimia mecánica. Contrariamente a lo que se podría pensar, esta técnica permite que la uva apenas sufra daños y que entre en bodega mucho antes. Eso sí, es preciso acometerla de noche, cuando el resto de los vendimiadores están ya descansando tras una larga jornada de trabajo.

Santi M. Amil

«Esta tecnología se utiliza en el 60 % de los viñedos de España y en las regiones vitivinícolas más prestigiosas del mundo, como Borgoña y Chablis», cuentan en Terras do Cigarrón. Y es la que emplea esta bodega para vendimiar las 115 hectáreas de viñedo, la mayoría de godello, que tiene amparadas por la denominación de origen Monterrei. Consiste en unas máquinas que sacuden las plantas de la vid, lo que desprende suavemente las uvas del raspón y las deposita en una tolva. «Permite una recolección eficiente y limpia, sin que las uvas sufran daños», añaden. De hecho, cada vez son más las bodegas de la zona que utilizan este sistema. El único problema es que solo es válido en viñedos en espaldera y con accesos adecuados para la maquinaria.

Terras do Cigarrón decidió recurrir a esta tecnología por tres razones. La primera es la escasez de mano de obra en zonas rurales como Vilardevós, donde se ubica este viñedo. «Podemos recoger las uvas en su punto de maduración ideal y en tan solo ocho o diez días, incluso podemos reducir ese tiempo a la mitad, si fuera necesario», cuentan. La segunda es que esta tarea se lleva a cabo de noche, con las ventajas que ello tiene. «Recolectamos la uva a temperaturas de entre diez y quince grados, lo que preserva sus características aromáticas», añaden. Y esto es clave en una región como Monterrei, donde las temperaturas diurnas pueden superar los 30 grados. Por último, la vendimia mecánica les permite reducir el tiempo entre la recolección y el prensado, lo que asegura un manejo más eficiente y fresco de la uva. «Contrariamente a la creencia de que la vendimia mecánica implica una calidad inferior, permite recolectar las uvas en el momento y a la temperatura ideales», concluyen.

Santi M. Amil

En las parcelas de Adegas Laudes no hay espacio para las máquinas, pero sí para la ventaja que supone la vendimia nocturna. «Hace 20 años planté el viñedo porque quería hacer el mejor vino blanco del mundo y esperé 25 años a que las cepas fueran adultas y dieran uva de calidad», explica Lázaro Moreno, su responsable. Desde la primera cosecha, la uva se recoge de noche porque la vendimia nocturna «es una herramienta más de las muchas que utilizamos para aumentar la calidad del vino», asegura. Moreno sabe que realizar esta tarea de noche tiene sus hándicaps, «porque es más lenta la recogida y el kilo de uva te sale más caro». Pero también muchas ventajas. De hecho, sus vendimiadores no quieren ya oír hablar de trabajar a la luz del sol. «De día estás a 33 grados y cargando cajas al sol, de noche nadie te molesta y hace más fresco». Hay más ventajas. «No tienes el estrés de que la uva se degrada porque estás a 30 grados, y no hay oxidación», asegura.

La tarea empieza alrededor de las nueve de la noche «y estamos trabajando hasta las cinco de la madrugada». Después, él se queda en la bodega hasta las once, prensando y elaborando los mostos. Una vez en bodega, las uvas son congeladas con nieve carbónica, para extraer todo su potencial aromático. De ahí nacen vinos como Laudes, que ha triunfado en numerosos certámenes internacionales.

A carreira

EDV Viticultores puede presumir de ser una de las primeras bodegas gallegas en haber utilizado la vendimia nocturna. «Queríamos facer un viño de garda, máis estruturado», cuenta Pablo González, el responsable de este proyecto. Querían cuidar todos los detalles y hacer una viticultura más exacta. «A primeira vez custounos moito atopar vendimadores», asegura. Pero el tema llegó a las redes sociales y, en años sucesivos, tenían lista de espera. «É unha experiencia humana moi boa polo ambiente que se xera», sostiene. Este año, en cambio, debido a las condiciones meteorológicas el trabajo lo acometieron los de la bodega, porque era preciso vendimiar el godello en ese justo momento. La ventaja de hacer esta tarea de noche —cuenta Pablo— es que la temperatura de la uva es menor, pero también que la piel está más dura «e non se rompe tan facilmente coma de día, porque co calor a pel está máis branda», afirma.

La vendimia nocturna es solo una técnica, «algo que facemos porque o precisamos para acadar esa calidade do viño». Pero esta también viene porque la parcela donde se ejecuta tiene «tres mil vides de godello plantadas no ano 92», explica. Y porque el vino pasa 14 meses en barrica de roble americano. Con todo este mimo elaboran A Carreira, un vino del que solo hacen 300 botellas y que no se puede encontrar en Galicia. Un comprador danés se lleva siempre la cosecha completa.