Larry, el gato de Downing Street, también tiene un protocolo para su muerte como Isabel II

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El ratonero jefe de la residencia oficial del primer ministro tiene 17 años y ha sobrevivido a cinco jefes de Gobierno

20 sep 2024 . Actualizado a las 14:24 h.

Son 17 años ya los que peina Larry, el gato ratonero jefe del número 10 de Downing Street, la residencia oficial de todos los primeros ministros del Reino Unido y sede del Gobierno inglés. El que se ha convertido en todo un símbolo por su valentía a la hora de enfrentarse a roedores, e incluso zorros —y que también se forjó a pulso la fama de agresivo en sus interacciones con los otros gatos de Downing Street— cuenta con un protocolo especial para su muerte, a la altura de sus hazañas. Es el Larry Bridge, nombre que emula el protocolo seguido en la muerte de Isabel II, London Bridge (operación Puente de Londres). Así fue bautizado en clave el operativo que se llevó a cabo tras el anuncio de la muerte de la que fue reina de Inglaterra. Y el gato más famoso del Gobierno de Su Majestad no iba a ser menos.

En el Larry Bridge se contempla la celebración de un «funeral de Estado» y el anuncio de la muerte del querido felino en la prensa oficial y en las redes sociales. Incluso, según informó la prensa inglesa hace semanas, ya se han seleccionado algunas fotografías para el día en el que el veterano ratonero descanse en paz. Por supuesto, las que más favorecido sale y mejor reflejan sus atributos. Algo que, por el momento, no parece que vaya a suceder dentro de poco. Porque, pese a su avanzada edad, el minino goza de una salud de hierro y sigue manteniendo a raya a todos los roedores que se atreven a cruzar la puerta negra más famosa de Inglaterra, aunque ese no sea su único cometido.

En la web de Downing Street aparecen los deberes de Larry en su servicio al país, como «recibir a los invitados en la casa, inspeccionar las defensas de seguridad y probar la calidad de la madera de los muebles antiguos». También buscar «una solución a la ocupación de la casa por ratones», algo que todavía está en proceso de «planificación táctica» y no se ha resuelto del todo. Ya se sabe que las cosas de palacio van despacio.

Llegó en el 2011

Larry llegó al número 10 de Downing Street en el 2011, rescatado de un refugio para perros y gatos. Estaba destinado a ser la mascota de los hijos de David Cameron, pero el personal de la residencia oficial del que era entonces el primer ministro vio en él grandes cualidades para cazar ratones, al dar signos evidentes de tener un «gran instinto de persecución y caza». Antes de abandonar Downing Street, Cameron dijo que Larry era un funcionario y no una propiedad personal. Por lo tanto, no abandonaría la residencia después del cambio de primer ministro. De hecho, ya ha visto pasar por sus dominios a cinco jefes de Gobierno más: Theresa May, Boris Johnson, Liz Truss, Rishi Sunak y, ahora Keir Starmer, el único socialdemócrata. Habrá que preguntarle cuál es su favorito y las manías de cada uno. Pero ten por seguro que no te contestará porque ha firmado en el acta de secretos oficiales. Aunque a nadie se le escapa que Larry tuvo que disfrutar de lo lindo con las juergas que organizaba el equipo de Johnson durante la pandemia.

Entre sus logros profesionales figura la primera captura conocida de un ratón al poco de llegar a Downing Street, aunque luego se durmió en los laureles. Es lo que tiene el poder, que corrompe hasta a los gatos. Hubo que esperar más de un año a que se le conociera otra hazaña. En cambio, en el 2013 mantuvo a raya la plaga de ratones de Downing Street y atrapó cuatro en dos semanas. Y una anécdota: durante el mandato de Cameron, tenía prohibido entrar en las habitaciones del primer ministro. Su pelaje estaba arruinando sus trajes. A partir de ahí, los rumores de que no se llevaban demasiado bien corrieron como la pólvora. Pero está claro quién ha permanecido más tiempo en Downing Street.