«Viajar sin planes y con niños, ¡muerte!», avisa esta periodista influencer madre de familia numerosa, una trotamundos incurable que revela sus tres escapadas favoritas por el norte de España
23 ago 2023 . Actualizado a las 19:00 h.Antes de ser madre, era feliz dando vueltas por el mundo, cogiendo aviones, cruzando ríos, contando estrellas y conociendo países nuevos. Y, tras ser madre, es feliz dando vueltas por el mundo, cruzando ríos, conociendo nuevos lugares..., pero su ritmo ha cambiado y su manera de viajar también. Johanna Saldón ha trabajado toda su vida como reportera de viajes y actualidad en televisión, en programas como España directo, Madrileños por el mundo, Esto es vida o Teleobjetivo. Hoy suma escapadas y seguidores en su cuenta de Instagram, Mamás viajeras. La realidad de viajar con niños salta a la vista, con glamur, humor y consejos, en la bitácora de esta periodista trotamundos con más de 120.000 seguidores, que revela «la terraza escondida más bonita de Madrid», la manera de evitar las discusiones de verano en plena escapada con los niños o cuál es la ciudad balnearia con más encanto de Portugal.
«Cuando me quedé embarazada de mi primer hijo, trabajaba como reportera en España directo y viajaba por todo el país sin parar. Vengo de gente viajera. Me fascina viajar, y recuerdo que algunos solían decirme: ‘Tú viaja, viaja mucho, que cuando tengas al primer hijo, se va a acabar’. Y dije: ‘Pues yo voy a intentar que no termine’». Cuando su primera hija cumplió los dos meses, cogieron ya un avión. Y siguió el vuelo. Con el segundo hijo, al cumplir él un mes volaron a Canarias. ¿Nada cambió? Claro que sí, pero Johanna siguió disfrutando de su pasión, «adaptándola» a sus nuevas circunstancias. No renunció a viajar, cambió el ritmo y abrió un blog. «Cuando buscaba información para viajar en familia, sobre escapadas y hoteles para familias me costaba mucho encontrar. Y como soy periodista, dije: ‘Voy a informar yo’. Mamás viajeras nace de una necesidad personal», cuenta.
Para ella, la clave desde el principio fue dar a las familias viajeras «información veraz, realista y práctica». Así que todo empezó a cobrar forma en un blog, que viene a ser esa web que a Johanna le hubiera gustado encontrar en sus búsquedas cuando dio el salto de viajera a «mamaviajera». «Y fui creando una comunidad que respondió superbién, porque el turismo en familia está en expansión, cada vez más. Los hoteles han readaptado su oferta al turismo familiar», asegura.
Doce años tiene ya Mamás viajeras. ¿Cómo es viajar con familia numerosa, se puede ir con niños sin morir en el intento ni dejarse el bolsillo? «Como en todo en la vida, diría hay que ser práctico, optimista y coherente. Sí, se puede viajar en familia y hoy hay fórmulas para hacer viajes muy bonitos con niños, low cost. Hay plataformas que han democratizado los viajes en familia», afirma.
PLANÉALO TODO... Y TEN SIEMPRE UN PLAN B
Hay muchos hoteles en los que es imposible alojarse si eres familia numerosa, «al menos si quieres evitar tener que estar en dos habitaciones». Pero, matiza, «hay muchas plataformas, como Airbnb, que ofrecen opciones. Hace quince años no había estas opciones». Entre otras, menciona HomeExchange, que funciona con intercambio de casas. «Hay tantas que el que quiere viajar viaja», asegura. ¿La clave al viajar con niños? Adaptarse. «Adaptarte tú y adaptar tus viajes. Yo no puedo viajar con el ritmo al que lo hacía cuando no tenía hijos, claro. Pero sí puedo hacer viajes que me gustan adaptándolos a los niños, pensando en ellos. El éxito de un viaje [con pequeños] está en buscar el equilibrio. Tienes que tener oferta para los niños, pero no podemos estar todo el día en un parque saltando o en una piscina de bolas». ¿Cómo se logra ese equilibrio? «Es importante al elegir el destino pensar qué le gusta a tu familia. Yo normalmente busco lugares que sé que les van a gustar a mis hijos y siempre planes específicos para ellos. Este año, vamos a México. Y allí yo como adulta me iría a Chichén Itzá. Pero hemos buscado un equilibrio para disfrutar todos: hacer esnórquel en Cozumel, ver cenotes... Yo no puedo priorizar mis inquietudes culturales, pero también me niego a hacer un viaje que sea cien por cien para niños. Como adulta, tengo unos intereses y creo también que es fundamental que los niños se adapten un poco a esas visitas culturales. Pero, si vamos a Roma, no van a querer pasar el día paseando Roma, sino que querrán estar en el parque de atracciones. Hay que compensar. Viajar es una oportunidad de que abran la mente. Les hace flexibles y les enseña cosas que no aprenden ni estudiando. Hay que conectar con esa curiosidad innata que tienen los niños y potenciarla viajando», considera esta viajera.
Hay que planear todo... y cambiar sobre la marcha, viendo cómo va. En Austria, por ejemplo, ella quería ver todo Viena. El ambiente empezó a crisparse cuando los dos niños que tenía entonces, de 2 y 4 años, se cansaron de ver museos y palacios. «Estábamos enfadados, y esa noche llegué al hotel y lo conté en Instagram. Al día siguiente tenía previsto ir al palacio de Sissi y, en cambio, fuimos al zoo, que es un planazo para los niños», detalla.
«El truco de un viaje en familia que no falla es llevarlo todo organizado con antelación... y luego saber improvisar. Esto es muy importante. Debes llevar hecho el plan de cada día, pero, si en destino algo no funciona, hay que girar, ser capaz de improvisar y buscar un plan B. ¡Y a veces es mejor el plan B que el A! Hay que estar dispuesto a ser flexible e ir a la aventura». ¿Pero no vale ir sin más a la aventura, sin hoja de ruta, aunque luego los planes sean para saltárselos? «Un viaje sin planes y con niños... ¡muerte! Debes llevar las rutas, los hoteles, todo buscado y organizado, pero luego ser flexible. Me ha pasado muchas veces que la cosa va mal, o no es lo que esperábamos, y entonces... plan B. Uno de mis lemas es ese: muchas veces el plan B es mejor que el A, y no pasa nada. Es necesario tener plan, pero no hace falta cumplirlo de forma estricta», explica.
La inercia de la comodidad no le va a esta viajera que nunca se iría, confiesa, «quince días de vacaciones a descansar a la playa». Aunque siempre hay ciertos días de sus viajes que son «para hacer nada». «Si por mí fuera, estaría todo el día tirándome por tirolinas, pero hay que pensar en la familia, y mi marido me dice: ‘¡Cinco días de hotel y playita!’», comenta sobre el viaje a México de este verano.
¿Cómo evitar las discusiones con los niños en ruta familiar? «¿Cómo haces para que tus hijos no protesten?, me preguntan. Mis hijos protestan como todos, pero a veces hay que obligarles un poco, porque luego te lo agradecen. Ahora los dos mayores vienen un poco forzados, pero cuando vives cosas bonitas en familia, ¿cómo no lo van a recordar después?
«Nunca me iría en verano en familia a Nueva York», manifiesta quien en verano siempre elige destinos de naturaleza «y más montaña que playa».
De España, Johanna se queda, sin duda, con el norte, especialmente con la zona de Cantabria (por su infancia), y de Europa con Alemania. «Uno de los viajes más bonitos que he vivido —revela— fue a la Selva Negra. Espectacular. Y Alemania es un país tan preparado para las familias... También es maravillosa toda la zona de Salzburgo».
Y menos mal que siempre nos queda Portugal... «Portugal es mi escapada recurrente. Voy todos los años. Es un destino que lo tiene todo», asegura esta viajera que hoy tiene «el mejor trabajo del mundo».
Tres destinos top por el norte de España, según «Mamás viajeras»
1. Galicia. «Baiona es un lugar que me encanta y un planazo en familia es coger un barco a las Cíes», propone.
2. Cantabria. «Me parece diferente y especial el laberinto de Villapresente», dice.
3. País Vasco. Esta mamá viajera vasca de su tierra se queda con el hayedo de Otzarreta. «En otoño, parece un cuento», asegura.