Natalia: «Con 40 años me siento más sexi y salvaje que nunca»

YES

RAÚL RODRÍGUEZ

La exconcursante de «OT» afirma que está en su mejor momento y que esa seguridad ha sido la que le ha llevado a dar un giro radical a su carrera, tanto en lo musical como en lo estético. La angelical y modosita Natalia se torna provocadora y rompedora en su nuevo videoclip

30 jul 2023 . Actualizado a las 10:40 h.

Para buena parte del público sigue siendo Natalia OT, por mucho que hayan pasado 21 años desde aquel episodio televisivo. Ella, Natalia Rodríguez Gallego (Sanlúcar de Barrameda, 1982), asegura que el apelativo no le molesta y que se siente orgullosa y agradecida a aquel programa, porque fue a raíz de su paso por la primera edición de Operación Triunfo, en el 2001, cuando ha podido cumplir el que era su sueño desde bien pequeña: vivir de la música. En estas dos décadas de trayectoria Natalia ha publicado 27 sencillos y 5 álbumes de estudio, de los que ha vendido más de medio millón de copias. Ha conseguido dos discos de oro y otro de platino, ha alcanzado cinco veces el número uno, ha realizado más de 500 conciertos y ha sido presentadora de programas como Club Megatrix o Fenómeno Fan.

Ese es, en sucinto resumen, el bagaje que precede a Cien x Cien, su nueva canción. Un tema que es mucho más que un single de verano. Cien x Cien supone un giro radical, un punto de inflexión en la propuesta musical y estética de Natalia.

—A pesar de que no habido ningún momento en tu trayectoria musical en el que hayas estado parada, sí que en los últimos años apenas hemos sabido de ti. ¿A qué se ha debido?

—Yo todos los años he sacado algún sencillo, pero es cierto que no han tenido la repercusión que está teniendo Cien x Cien. Y si no suenas en las radios o apareces en los medios, el público se olvida enseguida de ti.

—Da la sensación de que esta vez has dicho: «Voy con todo y a por todas»

—Absolutamente. He apostado mucho por esta canción. Me la he jugado a hacer algo diferente. Yo no soy mucho de arriesgar, pero esta vez he puesto toda la carne en el asador. Voy a por todas. Con un sonido muy potente, con mucha electrónica y una letra que está muy a la orden del día, que habla del contacto cero, de rupturas y también de empoderamiento.

—También hay un notabilísimo cambio en cuanto a la estética con la que te presentas. La joven modosita ha dejado paso a una mujer muy cañera.

—Yo siempre he sido muy cañera. Pero claro, tenía ese toque como sexi pero sin la actitud sexi. Pero esta vez he dicho: «¿Cómo te encuentras, Natalia, qué te apetece hacer? Pues me apetece hacer mostrarme como me siento ahora mismo». He cumplido 40 años y me siento más segura de mí misma, más sexi y más salvaje que nunca. Por primera vez me da igual lo que opinen los demás. Me siento como liberada. Y cuando te sientes así, pues sale este tipo de trabajo. Esta canción es Natalia al 100%, total. Vamos, que el título me viene que ni pintado.

—Muchas artistas piensan que llegados los 40, se acabó lo que se daba.

—Todo lo contrario. A partir de cierta edad te dan igual tus complejos. Yo antes me preocupaba de si se me veía una estría o la celulitis. En este videoclip he dicho: «Lo voy a sentir y a disfrutar sin preocuparme de nada». Y eso creo que se ha transmitido.

—Creo que a lo que sí le tenías un poco de miedo era a la respuesta de tu madre.

—Sí, es que mi madre tiene la mente de que yo sigo presentando Megatrix, que mi público son los niños pequeños. Pero es que mi público ha crecido conmigo y tienen ya de veintimuchos para arriba. A mi madre el rollo sexi siempre le ha gustado, pero la actitud sexi no. Y claro, en este vídeo lo que hago es seducir a la cámara. Y eso ya no le ha gustado tanto. Demasiado sexi, dice. Ya le dije: «Mamá, de verdad, tengo 40 años, deja ya de influenciarme».

—¿Qué haces cuando tienes un día libre, uno de esos que dices: «Este me lo dedico a mí»?

—Yo soy hiperactiva por naturaleza. No sé estar quieta mirando al techo o la tele. Siempre estoy creando algo, haciendo deporte, leyendo, cosiendo, limpiando mi casa, ordenando los armarios, que me flipa... Siempre tengo una tarea que hacer. No sé estar relajada o tumbada. Ni siquiera cuando voy a la playa. Yo pensaba que con la edad eso se me iba a pasar, pero parece que voy a peor.

—¿Y cuando te encuentras con las amigas de tu generación? Supongo que ellas quizá ya tendrán hijos y llevarán otro tipo de vida.

—Ahí tengo una controversia conmigo misma. Por un lado, las veo a ellas, con sus hijas, con ese amor incondicional e increíble... Y siento perderme esa felicidad. Ahora también te digo una cosa, todas mis amigas están ya divorciadas. Entonces también está la otra parte, la de cómo me ven ellas a mí. Me ven una mujer que hago lo que quiero, que no tengo que rendir cuentas a nadie, que si quiero salir, salgo, que si quiero entrar, entro. A día de hoy me gusta no depender de nadie ni que nadie dependa de mí.

—¿Quieres ser madre algún día?

—El tema de la maternidad es un asunto que me está quebrando mucho la cabeza. De hecho, estoy haciendo un tratamiento para vitrificar mis óvulos. Porque sí que es cierto que en este momento no quiero ser madre. A mí me gusta mucho de la familia tradicional: la de papá y mamá… Y quizás no he encontrado a la persona ideal para formar esa familia. Pero por si acaso… Aunque tampoco puedo tardar mucho porque ya no soy una niña.

—Llevas 22 años componiendo tus propias canciones y controlando toda tu carrera. Esa independencia, tal y como está la industria actual, ¿no se paga?

—Sí, yo soy la que lo hago todo. Yo hago la inversión de tiempo, la inversión económica y la inversión de dejar ahí mi vida. Hay gente que prefiere que se lo den todo hecho. En mi caso, desde mi segundo disco, siempre tuve muy claro cómo quería las cosas y qué imagen quería proyectar. Supongo que sí que pagas un precio por ello. Pero hay una cosa de la que sí que estoy muy orgullosa: que siempre he sido muy fiel a mí misma, a mi estilo. Tanto en lo estético como en lo musical. Y también he sido muy fiel a mi público. Ellos me son fieles a mí y yo a ellos.

—En las más de dos décadas que llevas en la industria musical se ha producido un cambio radical. ¿Hemos cambiado para peor?

—Creo que no. A ver, hoy por ejemplo para una artista independiente, como es mi caso, es muy difícil sonar en la radio comercial, pero no pasa nada. Están las redes sociales que te ayudan, está internet, hay muchos pódcast... Es cierto que a veces tienes la sensación de que mereces algo más. Yo soy una mujer muy curranta, creo que hago un buen producto, con buenos productores, grabo los videoclips en formato cine… Y a veces sí que siento que no tengo el apoyo que me gustaría tener.

—Con este videoclip te desprendes de tu imagen «baby» de OT. ¿Ha sido como liberarte de un lastre?

—No, para nada. Yo creo que siempre seré Natalia OT. Es como mi apellido artístico. Me va a perseguir toda la vida, pero no me importa, para nada. No le veo ninguna connotación negativa. Primero, porque es un formato que me gusta. Y segundo, porque estoy orgullosa de aquel programa. No tengo más que buenos recuerdos de mi paso por OT.

—Además de apellidarte Gallego, ¿cuál es tu relación con Galicia?

—Hay muchas cosas que me encantan de Galicia. Entre ellas, el que ahí tenéis unos programas de televisión maravillosos que apoyan mucho a los artistas. Luar o Bamboleo son de los pocos programas donde una artista aún puede ir a cantar y a promocionar su single. Al que no he ido nunca es a Land Rober. Y me gustaría. A ver si algún día me invitan. Pero es que además de esos programas de televisión, en Galicia se apoya mucho la música, tanto a nivel de conciertos, artistas, orquestas… Galicia es la comunidad española en la que más se apoya a la música y a los cantantes. Ahí nos vemos muy respaldados. Y esto es muy sincero.

—¿Qué te gusta hacer cuando vienes?

—Comer [se ríe]. Bueno, también cuando voy a Santiago, me gusta darme mi paseíto por el casco antiguo. Me flipa. Y me flipa que la gente es supercariñosa. Y además, ahora ya tenéis AVE, porque a mí me da mucho miedo volar.