Su Instagram es @maximo.amor.respeto y con sus diseños hace penetrar en la piel la cultura gallega
08 jun 2023 . Actualizado a las 08:05 h.Rubén Bonome es un joven coruñés que lleva diez años dejando huella en la piel de muchos gallegos. Hace retratos inspirados en todo tipo de arte, desde la cerámica de Sargadelos, hasta los relatos de Castelao, entre otros.
—¿En qué te inspiras para hacer tus tatuajes?
—A la hora de hacer mis tatuajes busco darle salida a la cultura gallega. Me piden muchas figuras de Sargadelos. Pero también creo diseños inspirándome en artistas gallegos como Castelao, Maruja Mallo o Luis Seoane, entre otros. Es decir, saco referencias de sus obras y luego hago mi propia versión. Del papel a la piel. Pero, también utilizo técnicas de pintores como Picasso para plasmar paisajes, personajes o animales propios de nuestras tierras, entre otras cosas. No tengo límite de creación, mientras tenga un sello de made in Galicia.
—¿Solo haces tatuajes inspirados en la cultura gallega?
—En los últimos diez años he hecho de todo. Y he aprendido de todas las técnicas. Pero en los últimos dos años solo me he centrado en diseños que rindan homenaje a nuestra cultura.
—¿Todos tus clientes son gallegos?
—Me piden tatuajes gente de todas partes de España, aunque no necesariamente sean gallegos. Pero por ahora no tengo pensado dar citas en otras ciudades. Pienso que primero debemos ser los gallegos los que nos enriquezcamos de lo que poseemos, y seamos conscientes de lo rica que es nuestra cultura, para así luego ganar fuerza más allá de nuestras fronteras.
—Entonces, ¿te centras en un tipo de público en concreto?
—Dentro de Galicia no tengo limitaciones. Tatúo a gente desde los 18 años hasta los ochenta y pico. Al utilizar los colores primarios, mis diseños no son demasiado llamativos, entonces se adaptan a todos los públicos. De hecho, la gente mayor ve mis tatuajes y flipa, dicen que son auténticas obras de arte.
—¿La gente ya te conoce por tus tatuajes?
—Lo más importante para un tatuador es que su firma o nombre sean reconocidos. Esto significa que tus tatuajes ganen valor por haberlo hecho y diseñado tú. En ese sentido pienso que me he ganado mi puesto. La gente acude a mí porque quiere algo único. Sin embargo, para ser humilde, yo no estoy haciendo nada nuevo. Algo de lo que tenemos que ser conscientes los que nos dedicamos a esto es que ya está todo inventado. Yo lo único que hago es coger referencias y darle mi toque personal.
—¿Siempre tuviste esta vena artística?
—Desde niño me encantaba pintar. Pasé del papel a la pared, y de la pared a la piel. Hacía grafitis cuando se me permitía. Y ya un día, sin apenas practicar, me lancé a probar en un colega. Así fue que directamente empecé a tatuar en un estudio. Y ahora, con mis 39 años, sé que estoy en el sitio correcto.
—¿De dónde viene tu nombre artístico: Máximo. Amor. Respeto?
—Máximo.Amor.Respeto, son tres palabras que describen mi estilo de vida. Mi nombre es el reflejo de mi personalidad y procuro dejarlo plasmado en mis obras. Y, además, resulta ser el acrónimo de MAR, otro referente geográfico de mi tierra. Y aunque en mi DNI ponga Rubén, para mis amigos soy Máximo.
—¿Estás orgulloso de tus obras?
—Me encanta mi trabajo. Si mañana me pasara algo, sé que me podría morir tranquilo. He dejado mi propia huella en cada uno de los cuerpos que he tatuado, literalmente, porque son para toda la vida. He apostado todo por alcanzar mis sueños y sé que esto es lo que me hace feliz.