El chef gallego completa su experiencia gastronómica de dos estrellas Michelin con la apertura de un hotel de naturaleza formado por 14 cabañas que se incluyen en la exclusiva red Relais & Châteaux
09 jun 2023 . Actualizado a las 17:02 h.El hotel y restaurante de Pepe Vieira en Camiño da Serpe es una experiencia que es obligado vivir con los cinco sentidos. El entorno, ese balcón sobre la ría de Pontevedra donde la naturaleza manda, uno está obligado a entrar con oído, visto, gusto, olfato e incluso tacto en alerta. Si hasta ahora la oferta gastronómica mereció la segunda estrella Michelin, la apertura del hotel, incluido en la red Relais & Chateaux, completan una experiencia global donde el cliente se adentra en las raíces gallegas.
Ese viaje al universo Pepe Vieira comienza en la mesa, con un paseo ancestral por el origen de la cocina de Galicia, pero con elaboraciones de vanguardia. Romasanta, O Señor de Andrade y A Santa Elección son los tres menús que propone para despertar las primeras emociones. En un comedor con vistas a la naturaleza comienzan los aperitivos que en algunos casos se sirven después de una visita al huerto que abastece al restaurante. Solo está cruzando el camino de esa Galicia rural donde se levanta el micromundo Pepe Vieira. No podía tener mejor decorado. Hace dos décadas su padre le cedió los terrenos para echar a andar un proyecto que se completó este año con la inauguración del hotel. Ahora está tal y como lo había pensado al volver de trabajar en el extranjero y abrir su primer restaurante en Sanxenxo. Pero volvamos a ese huerto que da la bienvenida. En él conviven por bancadas todo tipo de vegetales, frutos silvestres y flores. Esa experiencia es el primer paso para oler y ver lo que más tarde se servirá en el plato. Más de cuatro mil metros cuadrados de un supermercado natural con sello de calidad. Los sentidos se empiezan a poner a prueba para disfrutar del resto de la experiencia, que también llevará al invitado a vivir la cocina.
Ya en la mesa de este gran comedor comienza «esa última cociña do mundo» que defiende Pepe Vieira y que se apoya en el trabajo del antropólogo e historiador Rafael Quintiá. Todo lo que sirve se produce en un radio que no se extiende más de 50 kilómetros. En esa área encuentra lo suficiente para llevar a la mesa la Galicia más ancestral. De los platos a los uniformes o la vajilla, todo tiene denominación de origen gallega.
Esa sinfonía que se toca en la cocina y se aplaude en la mesa tiene un hilo conductor que le valió la segunda estrella Michelin, un reconocimiento que le llegó en un año donde el hotel puso el broche a ese proyecto que pensó en su cabeza cuando todavía era solo Josiño, ese cocinero que completó su formación con la graduación en Turismo.
Este será el primer verano para el hotel Paisaje. Catorce habitaciones en cabañas individuales, catorce bloques que se confunden con la naturaleza unidos a una oferta culinaria de vanguardia lo empujaron a entrar en la prestigiosa red Relais &Châteaux. «Ahora hay que darle al cliente algo que no puedas tener en tu casa, algo único. La experiencia gastronómica se entrelaza con la naturaleza, va todo unido y eso puede resultar atractivo», explica Pepe Vieira sobre la oferta de Camiño da Serpe. No venden una estancia de lujo sin más, venden las sensaciones de una noche en la naturaleza. En los espacios acristalados que separan el baño de la zona de cama también domina la vegetación. «Se mete en la habitación, se refleja en los cristales y da una sensación de dormir en la naturaleza», explica el cocinero, que con este hotel huye de la oferta de sol y playa que se puede encontrar en cualquier rincón de las Rías Baixas. Aquí venden exclusividad en la mesa y en la habitación, donde los muebles fueron hechos a medida para Pepe Vieira. Una noche en esta habitación en régimen de alojamiento y desayuno en temporada alta parte de los 490 euros. Esa primera comida de la mañana se degustará en tres pases con el sello de dos estrellas Michelin: una parte salada, otra de frutas y una dulce, que por el momento se servirán en el comedor principal del restaurante, pero está previsto que más adelante sea en la terraza, junto a la piscina.
Salto internacional
Entrar en la prestigiosa red Relais & Châteaux le sirvió a Pepe Vieira «de palanca» para llegar a un mercado para el que era todavía desconocido. El hotel va «colgado» del restaurante en un paquete que triunfa en todo el planeta y que acerca Camiño da Serpe a un cliente europeo y norteamericano de alto poder adquisitivo. «El cliente busca ese perfil gastronómico en los hoteles de Relais & Chateaux», apunta el chef, que cuando acabó las cabañas se propuso entrar en esta prestigiosa red. Ellos presentan Pepe Vieira como «una experiencia culinaria espectacular para gourmets ávidos de emociones fuertes».
En esa experiencia que estimula los cinco sentidos, Pepe Vieira no deja nada a la improvisación y ofrece tres propuestas que cierran el universo de quien se aloja un fin de semana en el hotel. Los huéspedes podrán escoger entre una salida a una bodega de la zona acompañada de la sumiller del restaurante, donde también degustarán, por ejemplo, una tortilla preparada por la propietaria, se podrá ir a un furancho o incluso visitar la bodega del restaurante con dos estrellas. En estos tres planes el hilo conductor sigue siendo la gastronomía y el sentir Galicia. Es por eso que una de las opciones es visitar el mercado de Pontevedra y comprar un pescado que mientras preparan en la Ultramar, también de Pepe Vieira en el centro de la ciudad, un guía recorrerá la ciudad con el visitante. Por último, tiene una propuesta más que llevará al huésped hasta la isla de Ons en un viaje individual que partirá desde el puerto de Raxó (Poio). Quien escoja esta última tendrá la oportunidad de probar una tapa de pulpo en alguno de los restaurantes isleños, como puede ser Casa Chechu.
Con el hotel y restaurante de Camiño da Serpe, Pepe Vieira cierra un proyecto donde la gastronomía y la naturaleza son los protagonistas de un universo que se levanta en la Galicia rural y se asoma sobre la ría de Pontevedra. Medio centenar de profesionales dan forma a este microcosmos que dirige el cocinero con dos estrellas Michelin y que camina entre el verde del bosque que lo rodea y el azul del mar, que nutre su menú para llevar a la mesa «A última cociña do mundo», una forma de entender la vida y hacérsela disfrutar al cliente.