Así se puede salvar el curso en tres semanas

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Aunque no en todos los casos. Dependerá mucho de cómo hayas llevado las clases, de si eres capaz de rendir bajo presión, de tu esfuerzo pero, sobre todo, de tu actitud. Una profesora de instituto, otro de academia y un pedagogo nos explican si es posible y qué hay que hacer

19 may 2023 . Actualizado a las 09:27 h.

S í, es tarde. Te has dormido en los laureles y ahora el final de curso está llamando a tu puerta. Muchos te dirán que ya no tienes nada que hacer, resignarte y asumir tu derrota es lo más honorable en tu caso. Pero hay otros, como Emilia Rodríguez, profesora de instituto del IES As Mariñas, de Betanzos, que el pasado mes de abril te dio la clave: «Puedes aprobar todas con seis suspensas si eres estratega». Pero, ¿qué quiere decir?, ¿se puede salvar el curso a estas alturas? Ella sigue creyendo que sí. Aunque realiza una diferencia: «Hay suspensos y suspensos». Con esto explica que un factor fundamental es la nota de esos suspensos. Si es menor que un 3, la solución es muchísimo más complicada. En cambio, si no llegas al 5 por los pelos, pues tendrás todo más a favor. Pero vayamos al lío. ¿Qué es lo que hay que hacer para salir airoso de este embrollo en el que te has metido? Según Emilia, y basándose en su experiencia, debes hacer lo siguiente.

 «La idea fundamental que hay que tener es que ahora mismo, hay que darlo todo. Tienes que ser como Rafa Nadal, no puedes dar una bola por perdida. No puedes permitirte el lujo de dejar ninguna asignatura en cero pelotero, porque entonces cuando cae una, caen todas. Hay que tenerlo muy claro», explica. Pero también te da algunas estrategias a seguir, sobre todo, en ciertos cursos clave: «Si estás en segundo de bachillerato, puedes dejar tres asignaturas para la convocatoria extraordinaria y aprobar solo dos, porque la ley permite que te aprueben una. O si estás en la ESO, puedes pasar con dos, pero tienes que elegir las dos correctas. No puedes mezclarlas. Por ejemplo, lengua y mates no deberás suspenderlas porque entonces ya repites. Ahí tienes que hilar fino».

Más allá de estas cábalas, un consejo que siempre da a sus alumnos es conocer bien al profesor de la materia y descubrir los temas a los que le dedica especial importancia: «Llevas nueve meses con el mismo profesor y no se va a reinventar a estas alturas del curso. Te va a poner el mismo tipo de examen, los mismos temas... todo lo que te ha puesto hasta ahora». Por eso, no debes partir de cero en la asignatura, sino que debes conocer «cuáles son las preguntas que ha puesto ya». Para eso, «lo mejor es repasar los exámenes. Y si no los tienes, ir preguntando a los compañeros que han tenido más éxito qué preguntas suelen caer».

También es importante tu actitud, que le demuestres al profesor el interés que tienes por aprobar. Y cómo lo haces: «Pues realizando muchas preguntas de la materia, preguntándole 30 veces sobre un tema importante: ‘Profe, ¿y esto qué quiere decir?'. Y después ofrécete a hacer trabajos. ‘¿Crees que esta parte sería mejor que la hiciese con trabajos?, ¿me contaría?'... El no ya lo tienes, pero debes intentarlo».

Sobre las horas que debes dedicar al estudio, Emilia considera que dependerá del alumno y de la asignatura, pero es aconsejable tener un plan de estudio organizado. «Lo que tienes que hacer es un calendario priorizando las materias con las que más posibilidades tienes y combinar la parte memorística con la más práctica», dice. También es importante que busques toda la ayuda posible, un amigo, un compañero, tu familia, el profesor... «Hay alumnos que funcionan muy bien bajo presión, y otros no son capaces. Por eso, es importante que las familias colaboren en el sentido de que no los comparen con otros alumnos y que los ayuden a organizarse. Que les faciliten las cosas y les hagan más agradable el trabajo dándoles ánimo y con un clima de tranquilidad», concluye. 

APOYO EXTRA

Para Marco Matarán, de la Academia Cesma de A Coruña, solo podrán salir airosos a estas alturas del curso los alumnos que hayan suspendido cuatro asignaturas como máximo y que sean conscientes de que es probable que les queden dos: «Una persona que suspende siete asignaturas, la realidad es que no lo levanta a estas alturas. Es como correr en una carrera con un saco de piedras en la espalda». Aun así, considera que si estás dispuesto a sacarte esas cuatro asignaturas, tendrás que realizar un gran esfuerzo. Un apoyo importante para él es el de los profesores particulares: «Tienen que venir y dejarse guiar. Y todo lo que hagan en casa, bienvenido sea». Además de estudiar en la academia, y dedicarle hora y media en casa todos los días para lograr sacar las asignaturas, Marco considera que trabajar una media de tres horas al día los fines de semana sería el «factor diferenciador» para lograr aprobar las asignaturas.

¿Y qué opina el pedagogo José Manuel Suárez Sandomingo?, ¿cree que este esfuerzo final puede arreglar algo? Pues la realidad es que no. El presidente de los pedagogos gallegos (Apega) considera que, precisamente, la evaluación continua impide que te puedas jugar todo el curso a una carta. Y aunque hay exámenes de recuperación, el profesor siempre va a tener en cuenta tu trayectoria. «Eso quiere decir que la nota no se basa solo en el examen, va en la actitud del alumno, en la responsabilidad que tiene, en las tareas que va haciendo durante todo el curso, en los controles y evaluaciones que van realizando, entonces no es una nota. Es el conjunto de notas. Es la progresión que tiene, el compromiso con la asignatura, la relación con los compañeros...». Sobre la posibilidad de plantearle al profesor hacer un trabajo extra para subir nota, considera que solo funcionaría si el profesor está de acuerdo. Es decir, que tiene que haber un compromiso por las dos partes. Y que todo dependerá del curso y del nivel que tenga el alumno.

José Manuel Suárez no está muy de acuerdo con que los profesores abran la mano al final de curso, pero tampoco en que presionen antes a los alumnos poniéndoles menos nota de la que merecen para que se esfuercen más: «Hay que valorar objetivamente al alumno. No vale presionarlo antes, y exigirle más de lo que puede ni tampoco abrir la mano al final». Para este pedagogo, la educación «es una carrera de obstáculos. Y cada vez son mayores e imprevisibles», y es importante también el nivel de maduración que tiene el alumno. «Un niño que madura bien estará bien adaptado a la escuela. Un niño que va retrasado en la maduración, no quiere decir que la escuela le perjudique, pero no le está beneficiando porque las cotas de la escuela están por encima de sus cotas», añade. Y ahora, tras la opinión de estos expertos, de ti depende salvar los muebles en este esprint final o no. Recuerda que si te lo propones de verdad, lo puedes conseguir. Piensa en Rafa Nadal y... ¡A por todas!

3 Claves para salir airoso y aprobar en junio

NO DAR NADA POR PERDIDO

Al igual que Rafa Nadal, no des ninguna bola por perdida. Porque si cae una, caerán todas. Es la premisa básica para este esprint final.

REPASA EXÁMENES

Fíjate en lo que ya ha caído en exámenes anteriores y céntrate en esas cosas. Pregunta también al profesor para que te dé pistas y ofrécete a hacer trabajos. El «no» ya lo tienes.

MEJORA LA ACTITUD

Muestra interés, preocúpate por la materia, pregunta mil veces lo que no entiendas y esfuérzate por adquirir los conocimientos necesarios para aprobar. Una buena actitud siempre suma.