Los cien años del camarero que se recorrió el mundo

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José María Fonterosa Martínez disfrutó el pasado sábado, en Pontevedra, de la fiesta de su centésimo cumpleaños rodeado de toda su familia y amigos. «Viajé a Japón, Holanda, Egipto, Turquía y casi toda Latinoamérica», dice

17 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Cien no solo es una cifra redonda, sino un hito si se habla de una vida humana. Merece así una gran celebración. Como la que tuvo lugar el sábado pasado por el cumpleaños de José María Fonterosa Martínez. Eran más de cuarenta personas, entre familia y amigos, en torno a la mesa del restaurante Casa Santiago, en Sabarís (Campañó, Pontevedra). Uno más si se cuenta la visita del alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, que se acercó a felicitar al cumpleañero.

La edad no perdona y los achaques ya se notan. El oído, la espalda y el corazón dificultan el día a día de Pepe, pero la memoria está intacta, lo que le permite recordar y contar al dedillo todas sus experiencias. Lo confirma su hija Mercedes: «Siempre está hablando del pasado». Cierto es que este centenario no solo ha tenido una vida larga, sino también cargada de andanzas y todas detrás de la barra: «La hostelería ha sido mi profesión»

Hoy en día el trabajo de camarero no está en alta estima y se utilizan axiomas como «España, un país de camareros» de la manera más negativa. Sin embargo, esta dedicación es la que ha permitido a José María recorrer todo el mundo. Así, recuerda con satisfacción sus peripecias embarcado en buques que tenían como destino Holanda o América del sur: «Conozco casi todos los países de Latinoamérica, tanto los del Pacífico como los del Atlántico».

Esta parte más aventurera terminó cuando formó una familia y se asentó en Pontevedra, con el bar Barbeito. Nombre que hace referencia al apellido de su mujer, compañera de viaje y la encargada de los fogones. «Era una magnífica cocinera», recuerda su hija. Al frente del negocio estuvo 25 años hasta que se jubiló. Un tiempo en el que cada día tuvo un ejemplar de La Voz de Galicia en la barra, periódico que le sigue acompañando, también en el día de su centenario. «Llevo siendo 36 años suscriptor de La Voz de Galicia», cuenta. «Lo leo todo, sobre todo las cosas de Pontevedra».

Con el retiro profesional llegó una nueva etapa viajera. Volvió a Holanda con su familia, hizo turismo por Japón y se recorrió toda España con el Imserso. «Siempre fue muy enérgico, muy nervioso, viajaba tanto con familia como con amigos».

José María está satisfecho con la vida que ha llevado. Y aunque ahora «no nace nada», respuesta que dice entre risas, se sigue percibiendo esa vitalidad cuando habla de las peripecias de su pasado. Unos recuerdos bonitos, como el de la celebración de su cumpleaños, que lo copan todo.

Eso no significa que en la vida de Pepe no hayan ocurrido pasajes tristes y duros. Su hija cuenta que su padre se quedó viudo desde que en el 2002 su mujer murió en un trágico accidente enfrente de casa. Además, también falleció de cáncer su otro hijo, cuando solo tenía 29 años. Dos acontecimientos terribles que, por fortuna, el cerebro guarda en cajones más ocultos. Mercedes señala que son cosas de las que no le gusta hablar.

Mirando al futuro, este centenario cuenta con una familia grande, con una hija al frente, tres nietos y cuatro bisnietos. Además de un buen número de amigos que lo siguen acompañando en citas como la del sábado.