Julia da la vuelta al mundo con sus hijas: «Tenemos un plan, pero viajando con niñas hay que ser muy flexible»

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Julia con sus hijas en el pueblo del Pirineo donde viven.
Julia con sus hijas en el pueblo del Pirineo donde viven.

Ha recorrido en autostop Latinoamérica y en moto el sureste asiático, y de aquel viaje por Oriente nació su primera niña. En el 2023 su reto es dar la vuelta al mundo con sus dos hijas, de 1 y 3 años

24 sep 2023 . Actualizado a las 18:49 h.

El pronóstico de Julia del Olmo (Madrid, 24 de julio de 1987) para estas Navidades es inmejorable, pide una maleta de bikinis, toallas y crema solar. Esta viajera de largo alcance que vive con su marido y sus dos hijas en el Pirineo de Huesca se va a pegar un homenaje mundial en el 2023. Su regalo no cabe en el calcetín ni en el zapato y supera con creces el catálogo habitual. Al sol comenzará a dorarse su propósito de año nuevo, que es singular y no rebajará el movimiento que la caracteriza desde que salió de la Complutense, donde estudió Historia y se especializó en Antropología para empezar, poco después, a buscarse la vida en Suiza. Con la vista puesta en el horizonte de viajar.

Julia del Olmo ha tomado en veinte años muchos vuelos y estas Navidades se hará a la mar a bordo del crucero Queen Victoria. «Mi marido, Gonzalo, trabaja en el barco y cuando está a bordo la familia puede acompañarlo. ¡No podía desaprovechar esa oportunidad!», cuenta Julia. Así que, gracias al trabajo de Gonzalo, Julia y sus pequeñas Asia, de 3 años, y Abril, de 1, pasarán al sol las fiestas que otros muchos pasan helados... o bien abrigados. La Nochebuena y la Navidad estarán en Canarias y en Madeira celebrarán la Nochevieja y el Año Nuevo.

 El Queen Victoria marcará la ruta. Pero buena parte del viaje se irá haciendo al volar. Aprovechando algunos tramos de la travesía del crucero, Julia dará la vuelta al mundo con sus hijas. La pequeña Abril aún no ha tenido ocasión de hacer vuelos largos; el primero será el que la llevará con su madre y su hermana de Londres a Nueva York, según lo previsto. «A ver qué tal con las dos yo sola...», piensa Julia. Su hija Asia tiene, a sus 3 años, experiencia viajera, en parte gracias a que Gonzalo es argentino y han viajado varias veces a ver a los abuelos paternos. Para Abril todo el viaje será nuevo; para Asia volar no es sorpresa, pero sí un regalo que no se deja de abrir. «Asia tiene muchas ganas y Abril aún no se entera de nada... —cuenta su madre, creadora del pódcast Con faldas y a viajar—. Cuando hablamos del viaje, la mayor ya dice las cosas que quiere ver y que quiere hacer. Asia tiene su propia lista. Ella quiere volcanes, koalas y canguros (le dijimos que iríamos a Australia)... ¡Asia dice que quiere un volcán y que quiere lava!».

Julia con sus hijas en el pueblo del Pirineo donde viven.
Julia con sus hijas en el pueblo del Pirineo donde viven.

Su vuelta al mundo incluye el cruce del Pacífico de San Francisco a Australia en barco. Fue saber que el crucero de Gonzalo haría ese recorrido justo lo que animó a Julia a emprender esta aventura materno-mundial. Ella y sus hijas cruzarán junto a Gonzalo en barco de San Francisco a Australia. De Canarias irán a Londres en barco, de Londres a Nueva York y México en avión y luego volarán a San Francisco para embarcar de nuevo. La ruta aún no es fija. Lo que sí tiene fechas es cuándo deben subir y bajar del crucero.

El lunes día 19 soltaron amarras en Lisboa. Gonzalo esperaba allí a su mujer y sus hijas, que volaron a la capital portuguesa desde Madrid, donde Julia se dio un disfrute familiar por adelantado de la Navidad en compañía de sus padres. No podían quedarse los abuelos si su pellizco de cariño de Asia y Abril.

De Lisboa navegan a Londres, para hacer un cambio de pasajeros, y a continuación a Canarias. A las islas afortunadas está prevista su llegada esta Nochebuena para pasar allí Navidad. Estarán en cuatro islas (Lanzarote, Fuerteventura, Tenerife, La Palma) y después navegarán hacia Madeira para entrar también con buen tiempo y buena cara en el 2023. Nochevieja y Año Nuevo los pasarán en el archipiélago que se está convirtiendo en la joya de moda del Atlántico. A continuación, navegan a Southampton, «puerto madre», desde donde Julia y sus hijas dejarán a Gonzalo y su crucero para tomar un vuelo de Londres a Nueva York.

Si la Navidad y el despertar del 2023 lo pasan al sol, el frío llegará en Reyes. Asia y Abril abrirán sus regalos el 6 de enero, según lo previsto, en Hamburgo. «Así que del calorcillo pasaremos al frío de Europa», cuenta Julia.

«Las dos semanas largas que van desde el 11 de enero, cuando dejamos el barco en Londres, al 6 de febrero aprovecharemos para viajar nosotras. Volaremos seguramente a Nueva York, después de allí a San Francisco. Pero el plan puede cambiar, porque uno de mis cuñados vive en Vancouver, así que tenemos el plan bastante abierto a lo que vaya surgiendo. Y con las niñas hay que ser muy flexible, porque con niños pequeños ya sabes que haces planes y que pueden cambiar enseguida. No tengo muchas expectativas en este sentido», comenta.

El 1 de marzo del 2023 bajarán en Sídney del barco que tomarán en San Francisco en febrero. Y desde Sídney la ruta viajera está aún por diseñar. Sobre la marcha. «Pongo un ejemplo: quizá pasemos diez días en Omán. Iremos haciendo escalas, poco a poco, para llegar a España de regreso», apunta esta apasionada del movimiento.

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La vuelta al mundo de Julia durará «unos cuatro meses», que acaban de empezar. Pero su afán trotero viene de atrás. En el 2010, Julia terminó la Universidad. En el 2013 sintió fuerte el gusanillo de viajar. Como no tenía dinero para cumplir el deseo, no tardó en marcharse a Suiza a trabajar. «Dije: ‘Yo necesito dinero, ¿dónde está el dinero?’. Fue mi lógica para marcharme a Suiza. Estuve allí un año trabajando, ahorrando y, cuando tenía lo suficiente, compré un billete de avión y me fui a Buenos Aires. Estuve 13 meses recorriendo Latinoamérica. Me fui de Buenos Aires hasta Los Ángeles y eso fue el desencadenante del resto», resume.

Fue empezar y continuar. Julia estuvo en México, recorriendo el Caribe (las Antillas menores), luego viajó a Estados Unidos y emprendió a continuación la gran aventura de cruzar el sureste asiático. «En ese viaje, en el 2017, fue cuando conocí a Gonzalo. Él vivía entonces en Tailandia y era instructor de buceo de una escuela a la que yo fui a hacer un curso. Ahí nos conocimos. Yo en aquel momento seguí con mi viaje y unos meses después me escribió para ver si quería hacer un viaje a Mongolia. Le dije que estaba planeando un viaje por la ruta de la seda. Juntamos ambos viajes, él vino a Madrid, compramos una moto de 125 y así nos fuimos de Madrid a Mongolia en moto». Todo fluyó sobre dos ruedas.

EL MEJOR VIAJE

La decisión de unir en uno sus destinos tuvo fruto, fue el comienzo de una vida nueva, en sentido literal. Julia se quedó embarazada de Asia en ese viaje en moto por Asia con Gonzalo. Cuando volvieron de Mongolia, estaba «de tres meses bien largos». Asia vio la luz en Madrid y entonces Gonzalo y Julia empezaron a buscar un nido. Querían un lugar donde su hija pudiese crecer en contacto con la naturaleza y eligieron el Pirineo. «Queremos que las niñas crezcan en un pueblo, con el tipo de vida que hay en los pueblos. Elegimos uno de Huesca al que suele venir gente joven, con niños. Ahí tenemos nuestro campamento base y desde él nos movemos», explica Julia.

El viaje que más marcó a la creadora del blog Camino Salvaje fue el que la llevó a recorrer Latinoamérica en 13 meses haciendo autostop. «Fue el primer gran viaje, el que más me llegó, el que me hizo ver la vida que quería, pero el que hice en moto con Gonzalo desde Madrid a Mongolia cambió mi vida», concluye a punto de embarcar con destino a sus Navidades al sol.