Ricardo Montaner, cantante: «No se extrañen de que me haga español en cualquier momento»

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Más de 25 millones de discos vendidos lo acreditan como una institución en la música latina. Es además patriarca de una saga de músicos que ahora se retratan en el «reality» «Los Montaner», que emite Disney+. El 7 de diciembre actúa en A Coruña

27 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

En los años 80 y 90, antes de que en España eclosionase el bum de la música latina, Ricardo Montaner (Lanús, Argentina, 1957), era uno de los músicos y cantantes más respetados del momento. Cierto es que aquí nunca llegó a alcanzar la cota de popularidad que sí que tuvo al otro lado del charco, donde su consideración estaba a la altura de los grandes del género (Luis Miguel, El Puma, Emmanuel...), pero ello nunca fue óbice para que, a lo largo de sus cuatro décadas de trayectoria musical, se haya hecho, también aquí, con una fiel legión de seguidores. Seguidores que ahora pueden disfrutar de sus andanzas y de las de su notoria y musical familia (Ricardo Montaner es padre de los también músicos Mau, Ricky y Evaluna, quien a su vez está casada con Camilo) en la serie en formato de reality de diez capítulos Los Montaner, que emite Disney+.

—En la promoción de «Los Montaner» se dice que se trata de una producción que «permitirá conocer los momentos más íntimos y especiales» de los miembros de su familia y ver «el detrás de escena de sus carreras artísticas». ¿No siente pudor a la hora de mostrar todas esas interioridades?

—No va a haber tales interioridades porque no voy a salir, ni yo ni nadie, en ropa interior (se ríe). Yo creo que hoy la humanidad está necesitada de buenas noticias y de mensajes de amor. Porque hoy no solamente hay una guerra en Ucrania. Hay guerras mediáticas, hay guerras en las redes sociales, que se han convertido en el escenario de una continua batalla porque la gente las utiliza para desahogar su amargura y, en muchos casos, verter veneno por cualquier motivo. Por eso creo y siento que estamos necesitados de regresar a nuestros orígenes, a esa familia que se junta los fines de semana para hacer un asado o para ver el partido de fútbol. Y, de alguna manera, lo que propone esta serie es volver a esas raíces, volver a juntar a la gente frente al televisor para ver algo agradable y no una batalla campal. Tener una excusa para, a través de un canal que se distingue por su atención al público infantil, juntar de nuevo a la familia a ver este programa. Eso se van a encontrar cuando vean Los Montaner. Una familia de músicos que van para arriba y para abajo de gira, pero que al mismo tiempo piensan que se puede ser feliz y que se puede estar enamorado. De tu mujer, de tu familia, de tu trabajo...

—No se van a encontrar a las Kardashian.

—No, desde luego que no. Pero no desmerezcamos lo que significaron ellas en el inicio de este formato, que hoy por hoy, sigue siendo muy exitoso. Lo que pasa es que nosotros, ¿en qué nos diferenciamos? En que somos una familia de músicos con hijos portátiles. 

—¿Hijos portátiles? Explícate.

—Quiero decir que a nuestros hijos los llevamos con nosotros a todos lados. Ya desde mis inicios yo era un músico que iba con Marlene [su esposa] y con nuestros bebés portátiles por todos lados. Y así ha seguido siendo. Hoy Mau se está yendo de gira y ya se lleva a mi nieto, Apolo, que tiene 40 días, en el que será su primer viaje. Índigo, la hija de Camilo y Evaluna, vive también en permanente gira. Hace unos días estaban en Chicago, después se fueron a Miami, ahora en Puerto Rico... Son hijos portátiles. Pero esa realidad para nosotros es maravillosa, y es por eso que la queremos mostrar a la gente que nos sigue.

—El próximo 7 de diciembre vienes a actuar a A Coruña...

—[Interrumpe] Déjame decirte que yo soy un gran enamorado de Galicia y del Camino de Santiago. Lo he hecho dos veces. Es un gran tesoro que tenéis ahí.

—¡Ah, sí! ¿Qué sensaciones o emociones recuerdas de aquellas experiencias?

—Las dos veces tuve la fortuna de hacer el Camino de Santiago en familia y la verdad es que todos fuimos experimentando sensaciones muy distintas a medida que lo íbamos realizando. Desde aquel dolor físico tan fuerte que te da a los dos o tres días de empezar y que prácticamente te quita las ganas de seguir, que lo único que quieres es abandonar y subirte a un taxi. Pero, por otro lado, vas aprendiendo que, como diría Serrat, se hace camino al andar, y todo lo negativo se va compensando con las muchísimas satisfacciones que vas acumulando. Ese ánimo que te aporta, sencillamente, el que pase a tu lado otro peregrino y te diga «buen camino», ya te ayuda a seguir adelante. Yo siento que el Camino de Santiago cambió mi vida para bien. Aprendí mucho del silencio, de la paciencia, de la tolerancia... Te digo más, estoy seguro de que lo voy a hacer de nuevo.

—¿Es esa tu única relación con Galicia?

—No, no. Mi abuela Rosa, que fue actriz, era gallega. Ella fue la que sembró en mi corazón esta fascinación que yo tengo por Galicia. Por cierto, que he sabido que en España acaba de salir la ley de nietos. No se extrañen de que me haga español en cualquier momento.

—Pero ya eres argentino, venezolano y nacionalizado también colombiano y dominicano.

—Pues por eso. Lo único que me falta es ser español también. Para mí es muy hermoso trascender las fronteras y las naciones. Yo siento que una de las cosas más bonitas que me ha dado Dios ha sido conocer tanta gente en tantos países y sentirme, de alguna manera, abrazado por todos ellos.

—¿Qué le queda por hacer a alguien que ha vendido 25 millones de discos y ha ganado el Grammy Latino a la excelencia musical?

—Pues mira, a medida que va pasando el tiempo cada vez me voy dando más cuenta de lo mucho que me queda por hacer. Ahora mismo estoy preparando mi nuevo álbum, que espero publicar en mayo o junio del 2023. Es un álbum de baladas muy cortavenas (se ríe), así como las que yo suelo hacer. Y la verdad es que cada vez que miro para atrás y me paro a pensar, me siento muy satisfecho con mi carrera, con todo lo que hecho, lo que he conseguido y con la respuesta y el cariño que me ha dado la gente...Ya ves, si hasta un reality tengo.

—Tú que eres buen conocedor de lo que está pasando en la música en este momento, porque parte de tu familia es protagonista de ella, ¿cómo te ves y cómo te sientes en la escena y en la industria musical actual?

—A mí lo que me salva es que yo, como que ya vengo incorporado. Son casi 40 años los que llevo trabajando en esto. A mí esta última transición de la industria de la música ya me agarró con mi carrera plenamente desarrollada. Yo ya viví y superé en su día el paso del vinilo al cedé. Y la transición actual, la del cedé al streaming y a las plataformas digitales, me ha cogido andando y en vigencia de mi trabajo. No me agarró estando pasivo. Y puedo decirte que he venido cabalgando junto a la nueva generación artística gracias a la suerte y la fortuna de estar rodeado de músicos nuevos en mi propia casa. Aquí tengo a Mau, a Ricky, a Camilo, a Evaluna... Tengo conocimiento musical constante de lo que está pasando hoy. Y eso me permite evolucionar a mí también y recurrir a esa frescura que tienen ellos, como jóvenes que son, y hacerme con esa frescura para poder seguir cabalgando.

—¿No me dirás que a estas alturas de tu carrera ellos son una influencia musical para ti?

—Claro que lo son. Yo lo fui para ellos en sus comienzos. Pero ahora lo son ellos para mí, no te quepa duda. En mi caso, los alumnos han sobrepasado con creces a su maestro. Sí, yo fui una piedra fundamental en el inicio de sus carreras, pero te aseguro que ahora mismo yo siento que ellos lo son para mí, por mucho que mi carrera esté consolidada después de 40 años de experiencia. Gracias a ellos es que me mantengo vigente.