Jaime Puig, experto en selección de personal: «Hay personas que descartan ofertas si no les permiten teletrabajar»
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El teletrabajo vino para quedarse. «Con el tiempo habrá una inflación brutal de los salarios», asegura este experto, que afirma que las empresas del Reino Unido ya buscan personal cualificado en España
04 nov 2022 . Actualizado a las 23:37 h.El teletrabajo era el futuro prometido, pero la pandemia lo volvió una realidad para casi todos. La posibilidad de seguir trabajando desde casi cualquier lugar ha permitido a muchos empleados mejorar su calidad de vida. Jaime Puig, fundador de Inbound Recruiting Bootcamp, una empresa dedicada a la consultoría y mentoría de reclutamiento de personal, lo confirma.
—¿Cómo es de importante para las personas el teletrabajo a la hora de elegir una empresa?
—Es como una golosina para los trabajadores. Lo que está permitiendo el teletrabajo es que el empleado tenga control sobre su propio día, su trabajo y su vida. Por eso nos gustan tanto aquellas empresas, porque nos dan flexibilidad. Es una muy buena herramienta para fidelizar. Hay personas que ya descartan automáticamente una oferta de empleo si no ofrecen teletrabajo. Aunque es importante mencionar que no es para todos. Hay gente a quien simplemente no le gusta, y tareas que no se pueden realizar en remoto. Naturalmente la dependienta de una tienda no podría teletrabajar. Debemos definir el público, el tipo de candidato que estamos buscando. Habrá gente a la que le guste el contacto con el público y no le guste estar sentada todo el día. Así que no pensemos que porque el teletrabajo es el futuro, es para todos.
—Muchos jefes sienten que hay una pérdida de control, ¿qué opinas?
—La gran diferencia es que los jefes controlan, los líderes inspiran. Estos últimos tienen métricas para evaluar si una persona está desarrollando de manera adecuada las tareas que se le asignan. A través de objetivos y resultados claves, los líderes de las organizaciones establecen una serie de prioridades al trabajador para que, de manera conjunta, puedan entender si el trabajo se está desarrollando de la manera adecuada o no, y tomar las medidas necesarias. Otra opción para evaluar la evolución son las metodologías ágiles y reuniones flash al inicio o final del día para entender si se están cumpliendo o no los objetivos.
—Otras personas temen la pérdida de relación con la empresa o los propios compañeros…
—Este es uno de los grandes problemas que tiene el teletrabajo y es uno de los grandes retos de las empresas. Para mí sociabilizar es una de las patas de la cultura corporativa. No estar presente en un espacio físico complica vivir la experiencia o la manera de trabajar de la empresa. Este reto es transversal tanto para la organización como para el trabajador.
—Y en este caso, ¿cómo podría solucionarse?
—Estas empresas, sobre todo las que son 100 % remotas, deben hacer un esfuerzo para crear espacios, ya sean físicos o virtuales en los que puedan compartirse estos valores y fidelizar al trabajador.
—Muchas personas que trabajan en remoto aseguran que son más productivas, ¿las tendencias lo demuestran?
—Hay de todo, algunas personas tienden a escaquearse. Para lo cual habría que desarrollar un sistema de evaluación por el desempeño para entender cuáles son sus objetivos y ver si lo realizan en el período de tiempo que ellos mismos se han puesto. Por otro lado, las personas comprometidas con las empresas, que tienen 100 % remoto o parte de teletrabajo, suelen ser más productivas porque pueden gestionar su vida personal de una manera mucho más fácil. Incluso son más innovadoras.
—¿A qué se debe este incremento de innovación?
—Así como los expertos en metaaprendizaje dicen que en la ducha somos más creativos porque es la única actividad que hacemos, estar en casa nos da este espacio para estar relajados, eliminar el ruido y las preocupaciones. Aquí podemos repasar las cosas del trabajo con mayor libertad y ser más innovadores. Pero podemos caer en el riesgo de que el trabajo se meta en nuestros espacios personales. Por ejemplo, compañeros que te escriben a horas inadecuadas…
—¿Qué se podría hacer para evitar esto?
—Lo ideal es que desde la empresa haya procedimientos o normas que establezcan que a partir de cierta hora no puedes escribir a nadie. En Alemania, por ejemplo, algunas empresas desconectan el correo electrónico a partir de las 19.00 horas. En contraposición, deberían establecerse espacios en los que todos estén conectados. Que a determinada hora, el 100 % de la plantilla esté disponible para recibir correos, hacer reuniones, contestar al Slack, al Teams o lo que sea.
—¿Es más fácil conciliar cuando se teletrabaja?, ¿o empiezas a trabajar de más?
—Al final esto es un reto personal. Antes tenías un espacio físico y unas horas límites, ahora todo es más difuso. Si no eres una persona organizada, lo que te puede pasar es que llegue la tarde y el volumen de trabajo siga siendo elevado. También es importante que la empresa dé a los trabajadores herramientas para tener cierto control sobre las tareas y los proyectos.
—¿Qué consejos les darías a los empleados para que sean productivos y logren que la conciliación y el teletrabajo funcionen?
—No sé si hay una única respuesta. Depende mucho de la vida de cada uno. Yo lo que hago entender muy bien cuáles son los objetivos a corto y largo plazo, y así identifico cuáles son las tareas más prioritarias y organizo la semana, o el mes, para cumplir con ellos en las horas de trabajo.
—¿Y a las empresas?
—Yo te diría que es muy importante contar con metodologías ágiles en las que el seguimiento que hacen los mánager de sus equipos sea efectivo y eficaz. Por ejemplo, que estén en todo momento informados de qué lleva cada uno de los empleados, quiénes tienen más carga de trabajo y quiénes menos, para así poder repartir mejor las tareas. Aquellas empresas que tenían cultura de presencialismo tendrán que avanzar en la evaluación del rendimiento.
—¿Crees que con la posibilidad de contratar talento de cualquier parte del mundo podría haber una disminución de los salarios?
—Todo lo contrario, esto va a hacer que los salarios aumenten. Hemos de pensar que España es un país bastante atractivo para cualquier país europeo, por la posición geográfica y por la lengua. Ahora hay muchísimas empresas del Reino Unido que están contratando personas en España porque allí hay falta de trabajos muy cualificados. Ellos pueden externalizar en otros países porque no necesitan empleados de manera presencial. Como en el Reino Unido tienen un poder adquisitivo más alto, pueden venir a España y contratar gente. Con el tiempo habrá una guerra de talento en la que habrá una inflación brutal de los salarios.