Andrea Vivanco: «Me casé con la primera persona que conocí en Tinder y esperamos un bebé»

YES

Más allá de encuentros sexuales esporádicos, esta conocida aplicación de citas también sirve para encontrar pareja. Eso fue lo que le ocurrió a ellos. Nos cuenta su historia

09 ene 2023 . Actualizado a las 18:55 h.

El broche de esta historia de amor cuenta con el mejor de los finales. Una nueva vida que nacerá dentro de unos meses. Pero todo empezó hace ahora seis años cuando los algoritmos de Tinder hicieron lo necesario para unir a esta pareja que comparten hasta el nombre, Andrea y Andrés. «Yo estuve en Tinder muy poquito tiempo. Me metí porque había terminado una relación larguísima y estuve como año y medio sola. Fue una amiga quien me animó. Me bajé la aplicación y empecé a hablar con dos o tres chicos, entre ellos Andrés», comenta Andrea. Resultó que ambos tenían a gente conocida en común, un dato que hizo que ella se animara a conocerlo. Y meses después de chatear decidieron dar el paso y mirarse a los ojos por vez primera. «Estuvimos dos o tres meses chateando, chateando y chateando hasta que ya nos decidimos a conocernos. Salimos a cenar. Y desde ese día, ya no paramos de hablar. Todo fue muy fluido, pero de manera natural. Y nos hicimos amigos y ya empezamos a salir más a menudo», comenta Andrea.

Fue a los tres meses de este primer encuentro cuando formalizaron la relación. «Yo ya vivía sola desde los 19 años y él se mudó a mi casa. Y desde entonces, así llevamos seis años y enamorados», dice esta fotógrafa que reconoce que su relación siempre fue como la seda. Se casaron en Lima (Perú) en una boda íntima en el 2018: «Fue en agosto. Pero la historia de la boda es así un poco rara».

La pedida, ¿por WhatsApp?

«Andrés no me pidió matrimonio como normalmente se suele hacer porque en nuestro plan no estaba casarnos. Yo era azafata de vuelo y quería renunciar a mi trabajo porque quería ser fotógrafa de bebés y familias al cien por cien. Pero si renunciaba, me quedaba sin seguro de salud. Entonces estábamos hablando de eso y ahí fue cuando me dijo: ‘¿Y si nos casamos?'. De ese modo, yo sería beneficiaria de su seguro de salud. Y yo le dije: ‘¿Pero, por WhatsApp me lo vas a pedir?‘. Y ya me dijo que lo podíamos hablar al llegar a casa». Pero ninguno de los dos se echó atrás, porque a pesar de las circunstancias tenían muy claro que se querían y que no se veían lejos el uno del otro.

No tardaron ni cuatro semanas en darse el sí quiero. «Fue todo superrápido. Llamé para saber cuándo nos podían dar fecha y al mes ya estábamos casados. Invité a 25 personas y lo celebramos en el jardín de la casa en la que entonces vivíamos. Fue una boda pequeña, pero muy bonita», explica. Una decisión de la que no se arrepienten ninguno de los dos. Todo lo contrario. Se les ve felices y encantados.

Nacerá en abril

Y no es para menos porque hace apenas unas semanas que saben que van a tener un hijo el próximo mes de abril. «Él hace muchísimos años que quiere ser papá, pero yo aún no me sentía preparada hasta ahora», comenta, antes de confesar que Andrés es el amor de su vida: «Claro que sí, he encontrado el amor gracias a Tinder. Pero es verdad que a diferencia de Andrés yo no había salido antes con nadie a través de la aplicación. En cambio, él era un experto. Tuvo Tinder durante cuatro o cinco años y salió con muchísimas personas. Y es bastante diferente lo que vivió él a lo que viví yo», explica entre risas.

Según explica, cada uno utiliza la aplicación «para lo que quiere»: «Por ejemplo, él al principio solo quería salir con chicas, pero sin tener nada serio. Y por eso salía con una, con otra, con otra... Y para todo el mundo estaba claro y no había compromiso. Pero llegó un momento en que se aburrió de llevar esa vida y empezó a querer algo serio. Entonces ya empezó a buscar de otra forma y con otros ojos. Por eso cuando salió conmigo se lo tomó con muchísima calma».

No es de extrañar que Andrés considere que en esta aplicación puedes encontrar todo lo que buscas: «Puede ser una relación de una noche, de un mes o el amor de tu vida». Pero Andrea no sabría responder muy bien a eso porque ella se casó «con la primera persona» que conoció en Tinder. «Siempre digo de broma que qué aburrida fui porque no tuve la oportunidad de estar con nadie más. En cambio, él sí que se divirtió. Incluso ahora entran por ejemplo clientes al estudio y Andrés me dice: ‘Creo que la conozco'. Y si le pregunto que de dónde, ya me dice: ‘Yo creo que de Tinder' y la empieza a buscar en la aplicación. Te juro que así ha pasado con cinco o seis personas. Y ya le digo: ‘¡No puede ser!, ¿otra vez?'. Todo el mundo usaba Tinder y yo ni me enteraba de que existía», bromea Andrea.

Llevan tanto tiempo juntos que reconocen que muy poca gente les pregunta cómo se conocieron. Pero su círculo más íntimo sí lo sabe: «Al principio lo ocultábamos porque yo pensaba que si no funcionaba, todo el mundo iba a decir que era porque nos habíamos conocido por Tinder. Pero ya cuando la cosa fue cuajando, después de un tiempo, como al año más o menos, pues ya lo dijimos. No sentimos vergüenza por reconocer que nos conocimos por la aplicación. Aunque aún hay quien todavía piensa que es solo para pasar una noche. Y no es así. Nada que ver», explica con conocimiento de causa Andrea.

Distintas expectativas

Pero también hay otras personas que tienen muy claro que solo buscan encuentros sexuales esporádicos : «Obviamente, algunos te dicen explícitamente lo que quieren y no te mienten ni te engañan. Tú tienes que saber hacia dónde quieres ir. Y de eso te das cuenta al minuto uno de hablar con esa persona». De ahí el éxito de la aplicación, porque tiene cabida todo el mundo. Solo tienes que saber lo que buscas.

No fue el caso de ellos, porque conectaron desde el primer momento. Ahora los dos se encuentran, sin duda, en uno de sus mejores momentos, esperando la llegada de su primer bebé. Y todo, por una simple aplicación. ¡Felicidades pareja!