Belén López Viñas, ginecóloga: «No vas a tener la menopausia antes porque hayas tenido la regla muy pronto»

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ANGEL MANSO

«Ahora hay mujeres menopáusicas con hijos de 2 y 3 años», explica la jefa de servicio del Chuac, que avanza todas las curiosidades y falsos mitos sobre este período: «Los cambios de humor más que a las hormonas se deben a la falta de descanso»

08 sep 2022 . Actualizado a las 14:26 h.

Sofocos, irritabilidad, sequedad, mala leche, cambios de humor, caída de pelo... ¡Vaya cuadro tienen las mujeres! Le digo a la doctora Belén López Viñas, jefa del servicio de Ginecología del Chuac, que avanza que muchas viven la menopausia como una etapa de liberación en la que no hay que estar preocupadas por los embarazos. Ella responde a todas las dudas que surgen cuando los 50 andan cerca.

—¿Cuándo se considera que una mujer es menopáusica?

—Cuando lleva un año entero sin tener la regla. Otra cosa es la perimenopausia, el período anterior y posterior a la menopausia, que puede durar entre dos y cuatro años.

—¿Después de la menopausia también?

—Sí, porque el término menopausia es un acuerdo, el corte se ha puesto ahí, el fin del período fértil que se ha fijado en un año sin tener reglas. Pero la sintomatología puede empezar entre dos y cuatro años antes, y seguir hasta dos o cuatro años después. Hay mujeres que con 58 o 59 años todavía tienen la regla y otras que con 70 tienen sofocos, pero no es lo habitual.

—¿Hasta cuánto se puede estirar el período fértil, aunque sea excepcional?

—Hay mujeres que con 60 años todavía tienen la regla, pero a lo mejor es una entre cien mil. Otra cosa es la menopausia precoz, mujeres a las que antes de los 40 años se les retira la regla. —¿Cuáles son los síntomas y los que peor llevan las mujeres?

—Te hablo de los síntomas de aquí, en España, que es donde vivimos. La sintomatología de la menopausia está muy relacionada con el tipo de vida que se hace, la alimentación que tienes, el ejercicio, si eres delgada, si eres obesa... Eso nos va a influir. Las mujeres orientales que viven en sus países de origen no barajan el concepto menopausia. De hecho, en Estados Unidos se hicieron estudios a ese respecto porque las pacientes de origen oriental (chinas o áreas próximas) que viven allí sí tienen sintomatología climatérica, y familiares de esas pacientes que viven en su lugar de origen no la tienen. ¿Qué diferencia hay si la genética es la misma? El tipo de vida que llevan.

—¿No tienen sintomatología?

—No la tienen, de hecho, si no recuerdo mal, en China no existe la palabra sofoco.

—¿Y cuáles son esos síntomas aquí?

—Los sofocos, el calor repentino en la parte alta (el pecho o la cara), que pueden aparecer de día o de noche. Es de lo que más se quejan las mujeres. Y también la atrofia de los estrógenos tiene un efecto sobre las mucosas. La mucosa vaginal y vulvar pierde turgencia, se adelgaza, disminuye la irrigación y se acompaña de una sensación de sequedad e irritación. Y a veces de una necesidad imperiosa de orinar.

—¿Hay mujeres que no se enteran?

—Sí, sí, hay mujeres que no tienen síntomas. Esta es la clínica evidente, pero también está la silente. Y en la evidente, además de lo que te he comentado, también hay pacientes que refieren dificultad de concentración, mayor cansancio, irritabilidad, pero todo esto está relacionado con la falta de descanso. Si tú tienes sofocos por la noche que te están despertando con frecuencia, eso te rompe el sueño y durante el día estás peor.

—¿En este período se engorda sí o sí?

—Baja el metabolismo, entonces sí que es habitual que comiendo exactamente lo mismo, se aumente de peso. Eso está en relación con la disminución de la actividad física: si estás más cansada por la falta de sueño, dejas de hacer deporte. Si comes igual y tienes menos actividad física, aumentas de peso.

—Ahora se dice que los 50 son los nuevos 40, ¿habéis podido confirmar que las mujeres menopáusicas llegan hoy mejor físicamente?

—Hay de todo. No puedo decir que el patrón general es que se ha retrasado diez años el envejecimiento en pacientes que tienen ahora la menopausia.

—¿Influye la herencia de tu madre a la hora de tener una menopausia más o menos tardía?

—No hay una ligazón genética directa. No porque a tu madre se le retire la regla con 55 años a ti te va a pasar igual, a lo mejor se te retira con 48. Va a depender de otros factores: a las mujeres fumadoras se les retira generalmente antes.

—Si una mujer tuvo la regla a los 12 y otra a los 14, ¿inevitablemente le vendrá la menopausia antes a la primera?

—No, no. No hay una relación directa.

—Hay mujeres que creen que con la menopausia siempre lo van a pasar mal. ¿Hay que desmitificarla?

—Sí, sí. Ya te digo que hay mujeres que no necesitan ningún apoyo, ni tienen necesidad de tomar ningún tratamiento.

—¿Por qué suceden los cambios de humor?

—Tienen que ver más con la falta de descanso que con la falta de estrógenos que, por otra parte, es muy buena hormona y nos ayuda: nos protege el corazón, los huesos, las neuronas y obviamente su déficit tiene sus consecuencias. Una mujer durante su período fértil está protegida y cuando se le retira la regla no es que aumente el riesgo de infarto, lo que pasa es que todas dejamos de tener esa protección y nuestro riesgo se iguala con el de los varones. Otro problema es la osteoporosis.

—¿En la perimenopausia sigue habiendo posibilidad de embarazo?

—Sí, pero es bajísimo. Hay mujeres que no quieren dejar de tomar un tratamiento para evitar la gestación porque con casi 50 años les da algo si se quedan embarazadas, pero lo más probable es que no suceda. Y en caso de que pase, lo normal es que tengan un aborto. Pero para todo hay excepciones. Sí puede haber un embarazo espontáneo a los 48 o 49, pero es muy raro, la calidad ovocitaria disminuye de manera exponencial.

—Muchas se ven en la tesitura de si seguir usando métodos anticonceptivos, ¿los recomendáis?

—El DIU no lo retiramos hasta que pasa un año o dos sin ninguna regla, aunque a las mujeres les preocupa si está caducado. Pero no están caducados, ni el de cobre ni el hormonal.

—¿Hay mujeres felices como perdices en la menopausia?

—Sí, sí [se ríe]. Hay muchas que al sentirse liberadas del riesgo de embarazo sienten ese aliciente para tener relaciones. Lo viven como una liberación.

—¿Hay tratamientos para los síntomas o dejáis que todo fluya naturalmente?

—Es un poco a la carta, cada paciente es un mundo y depende de las necesidades. Hay mujeres que reclaman algún tratamiento y otras que lo rechazan. Algunas tienen una clínica más intensa y se les proponen algunos, desde los más leves (los naturales a base de soja, lúpulo o productos vegetales que alivian los síntomas) hasta casos de alguna atrofia urogenital muy intensa que requiere medicación con óvulos o cremas tópicas para poder tener relaciones.

—¿Es cierto que el pecho crece?

—Es por el aumento de volumen general. Lo que aumenta es la proporción de grasa en la mama. Con la menopausia el tejido fibroso cada vez va a menos, pero aumenta el tejido graso.

—¿Después de ese proceso de engorde, hay un proceso de adelgazamiento?

—Una vez que las pacientes se estabilizan sí, si hablamos de personas que mantienen una dieta sana y un nivel de ejercicio. Lo que no tiene vuelta atrás es que si comes lo mismo, tienes una dieta poco saludable y te haces más sedentaria, las posibilidades de recuperar la forma disminuyen.

—¿El pelo cae más o se hace más fino?

—Sí es más habitual la caída de pelo en la menopausia.

—Vamos, ¡un cuadro!

—Sí, es una etapa distinta y si una la toma con humor es mejor. Pasa lo mismo en la adolescencia, físicamente también hay una transformación, el pelo se altera por la secreción de grasa, y yo creo que los cambios de humor son peores. Tanto la activación como la desactivación de los sistemas hormonales vienen con bastantes vaivenes.

—¡Lo mejor es la combinación madre menopáusica con hijos adolescentes!

—Ja, ja, ja. Ahí sí saltan chispas. Esa es una de las consecuencias de la maternidad tardía, aunque ahora nos encontramos con madres menopáusicas con niños de 2 y 3 años.

—Que las mujeres en la menopausia tengan mala leche ¿es habitual?

—Sí, sí, son los cambios de humor propios. Pero tampoco las hormonas tienen la culpa de todo, ja, ja, ja. Influyen la falta de descanso nocturno y el tipo de vida que llevemos. Una vida laboral activa con horarios largos, con estrés añadido, no ayuda.

—Me quedo con las mujeres chinas que no sufren la menopausia.

—Lo que no sé es qué les sucede a las ejecutivas chinas, que no es lo mismo que la mujer tradicional china que trabaja en el campo y tiene una vida estable. Eso está constatado, les pasa a las orientales en general. Habrá que comer como ellas.

FOTO: ÁNGEL MANSO