También pregunté por algún lugar a donde llevar a comer a personas como mi humana, comprometidas con la sostenibilidad y la alimentación saludable y de kilómetro cero. Una opción es Honest Greens, en la Rua de Santa Catarina. A menos que no haya, procuran cocinar con productos orgánicos, pero es que además en la carta hay desde platos sin gluten, vegetarianos, plant-based y keto.
Pero en restaurantes hay muchas más alternativas: El Kug Flores, un local con patio interior, tienda de vinos.... en la Rua das Flores, junto al Palacio de Cristal; Monarca, en la Rua de Miguel Bombarda, popular por las galerías de arte y por el ambiente alternativo que se respira en toda la calle; Jardim Secreto, en la avenida da Boavista; Manná Oporto, en la Rua da Conceição...
Lo que eché de menos fue poder retozar sobre la arena en Matosinhos. Tuve que conformarme con tomar el sol sobre el muro que separa el paseo de la playa y, desde allí, observar las piruetas de los surfistas sobre las olas. Menos mal que mi humana, de vuelta a casa, me llevó a las playas de Ramalha Sul y Suave Mar. Las dos están en Esposende, a unos 45 minutos al norte de Oporto, y fueron declaradas playas dog friendly en junio del 2018. No están mal para darse un chapuzón de vuelta a casa.