—¿El mejor jamón procede de un cerdo con pocos cuidados?
—No, el mejor jamón del mundo es el ibérico de bellota, y para eso hay que cuidar mucho al animal desde pequeño. Una alimentación muy restringida para que no engrase y haga cuerpo; durante la montanera (de octubre a enero) tiene que estar en el campo para que pueda andar; no debe estar muy gordo, sino hecho un atleta... Necesita mucho terreno y muchos cuidados.
—¿Dónde has comido el mejor en España?
—Es difícil, hay mucho jamón bueno. En mi casa he probado más que en ningún sitio, así que seguro que aquí. Andalucía, Extremadura... tienen un gran producto, no se puede negar, tienen tradición, las fincas, nuestros cerdos los criamos allí, porque es donde está la bellota. En cuanto a curación, cada uno tiene sus características. El de Jabugo tiene mayor potencia y un poquito más de sal; el de nuestra zona, de Guijuelo, es más meloso, más suave, un poquito más blando... ¿El mejor? Depende de gustos. En general, el jamón de bellota es impresionante. Es la maravilla gastronómica más grande del mundo.