¿Te acuerdas de cuando hablábamos seguido?

YES

WILL OLIVER | EFE

09 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

No creo que exista un estudio serio que haya calculado la cantidad de memoria humana que hemos entregado a las máquinas. Toda aquella información que incorporabas a tu cabeza antes de que un dispositivo se convirtiese en una extensión portátil del cerebro al que recurres para dirimir el suculento inventario de decisiones que es la vida. Los millennials deben saber que hubo un tiempo en el que los números de teléfono se guardaban en las neuronas, la tabla de multiplicar en el hipocampo, las direcciones se encontraban preguntando a algún congénere y las discusiones sobre el año en el que empezó la Reconquista se alargaban sin una sentencia firme dictada por la santa Wikipedia.

Si es verdad que la memoria se entrena, avanzamos hacia un mundo de cerebros fofos, liberados de la gimnasia de la retención. Y así es imposible determinar si las lagunas que detectas con los años son fruto de una cabeza achacosa o de una ausencia crónica de entrenamiento. Un día te sientas a parolar con tus hermanas y constatas que en cinco minutos no habéis sido capaces de pronunciar una frase seguida sin incrustarle varios cómo se llama, sí mujer, este actor que hizo aquella película, ¿no te acuerdas?, sí mujer, jolín cómo se llama, un balbuceo entre cómico y absurdo en el que en realidad no has deslizado ningún dato concreto que permita a las demás entender de qué coño estás hablando.

En ese tartajeo en el que vives instalada con la tranquilidad que conceden las decadencias compartidas parece que llevaba un tiempo Bruce Willis. Con la noticia de su afasia volví a escuchar la sintonía de la cabecera de Luz de luna, la serie que lo convirtió en estrella tras superar un casting de tres mil aspirantes. La melodía actuó como un reluciente pasillo en el que la cabeza entró a toda mecha para reubicarte por un momento en un lugar en el que fuiste feliz. Qué sensación tan confortable. Aunque ya no me sepa ni mi número de teléfono, algunas neuronas siguen entrenadas.