Juan Carlos Vázquez Barro: «El atragantamiento es la tercera causa de muerte no natural»

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MARCOS MÍGUEZ

¿Es normal atragantarse por beber agua? El doctor nos aclara las dudas y qué hacer en estos casos. Mantener la mente fría y realizar correctamente la maniobra de Heimlich salva vidas

10 jul 2023 . Actualizado a las 18:56 h.

Hace unos días conocíamos la noticia de que un hombre de 77 años murió al atragantarse bebiendo un vaso de agua. Según los expertos, esta situación no es tan habitual como se pudiera pensar, y habría que tener en cuenta otro tipo de patologías para que suceda algo así. En cambio, «todos hemos sufrido algún atragantamiento» mientras comemos. Por eso, queremos saber cómo evitarlo. Juan Carlos Vázquez Barro, jefe del servicio de Otorrinolaringología del Chuac (A Coruña), nos advierte también de los peligros de algunos juguetes en los niños.

—¿Es frecuente atragantarse?

—Lo que es la asfixia por atragantamiento es relativamente frecuente. Es la tercera causa de muerte no natural, incluso por delante de los accidentes de tráfico, en España. Se produce porque un trocito de comida u otro objeto te impide respirar. Y no se puede expulsar con la tos o nadie te puede ayudar.

—¿Cómo nos asfixiamos?

—La vía respiratoria, por donde respiramos, y la vía digestiva, por donde comemos, tienen un punto de unión que es común para las dos vías, que está en el fondo de la lengua, en la garganta. Cuando tragamos, dejamos de respirar y esto requiere un control muscular muy fino. ¿Qué pasa? Que los niños tienen el sistema nervioso y muscular que no está maduro y también las personas mayores tienen fallos en la coordinación de estos movimientos y eso hace que sean más proclives al atragantamiento, sobre todo, los ancianos. Por eso, las personas con patologías de origen neurológico previo y demás tienen que adaptar el tipo de comida que se llevan a la boca y esto es relativamente frecuente.

—Entonces, ¿una persona mayor con patologías se puede atragantar por beber agua?

—Con un simple vaso de agua es difícil porque normalmente el reflejo de la tos nos haría expulsarla, pero puede ser que no tenga ese reflejo de la tos, entonces el agua podría provocar un encharcamiento o, lo que es peor, una neumonía por aspiración que puede ser causa de muerte, pero no sería inmediato. Sería poco a poco. Es relativamente raro, pero habría que conocer las patologías en cada caso.

—¿Cómo hay que proceder si alguien se está atragantando?

—Lo que habría que hacer es decirle que tosa y si no puede toser, practicarle la maniobra de Heimlich, que consiste en abrazar con los dos brazos a la persona entre el ombligo y el esternón, donde está el estómago. Y con el puño de una mano abrazada hacer unas contracciones, llevarla hacia dentro del estómago, con relativa fuerza para intentar expulsar el cuerpo extraño. Es una maniobra que se debería enseñar en todos los colegios y en todas partes porque salva vidas.

—¿Usted la ha tenido que practicar fuera del hospital?

—Sí, en un par de ocasiones. Yo creo que muchos la hemos hecho. Recuerdo un señor mayor comiendo en Miño en una terraza. Y expulsó un fragmento de carne.

—¿Y el atragantamiento que más le ha llamado la atención?

—El que más me impactó fue el de un niño que se había atragantado con un juguetito de esos para adornar los lápices. Tenía 6 o 7 años y le salvó la vida su médico de atención primaria porque no podía respirar. Le clavó una sonda urinaria rígida en la tráquea, le hizo una traqueotomía, y llegó al hospital con la sonda, respirando por ahí el niño.

—¿Qué alimentos son los más peligrosos?

—Si masticamos bien es infrecuente que esto pase. Pero suele ser más frecuente en personas mayores y en personas que tienen prótesis dentarias porque la prótesis impide reconocer el alimento y la masticación. Suelen ser fragmentos de carne, de patata.... Y en los niños, juguetes pequeños que se llevan a la boca, canicas, frutos secos o aceitunas. A veces no te explicas cómo niños muy pequeños están jugando con aceitunas.