Réquiem fallido por una goma verde

YES

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08 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Era difícil prever la cantidad de cosas que se iban a despeñar el día que encendimos la primera pantalla de un ordenador. El primer pronóstico sentenció al papel en todas sus versiones. Aunque los apocalípticos erraron en la velocidad de su extinción, es cierto que lo digital trajo consigo algunas bajas dolorosas. La que más melancolía produce es la muerte epistolar, esa certeza de que un puñado cada vez más nutrido de generaciones no van a sentir ya la emoción que suponía abrir un buzón y recoger una carta de papel enviada por alguien querido. Ha habido otras revoluciones, la más aparatosa tiene que ver con la fotografía; nunca hubo tantos disparos como ahora pero sospecho que los armarios están más vacíos que nunca de álbumes a los que acudir para apuntalar tu biografía repasando imágenes del pasado.

Aunque la sustitución es imparable e inevitable, cada vez que se certifica la defunción de un artefacto analógico arrinconado por la presión omnímoda de lo digital, se escucha un lamento general, una especie de duelo colectivo que paradójicamente amplifican las redes sociales. Ese murmullo doliente se escuchó esta semana cuando parecía que en el parte de bajas había que incluir un humilde referente de nuestra infancia, la goma de borrar 430 en color verde de Milan. La desaparición se dedujo tras escrutar el catálogo de novedades de la empresa catalana de material escolar y comprobar que solo aparecían las versiones en blanco y en rosa. Enseguida el bullicio de los boomers fue estrepitoso y los llantos nostálgicos, generales. Con la muerte de la goma de borrar 430 en color verde desaparecían las tardes de deberes y zumo de naranja; las virutas sobadas sobre el cuaderno Rubio y ese olor confortable de la infancia. El sobresalto fue de tal magnitud que Milan deshizo enseguida el entuerto y atribuyó a un error de omisión la desaparición aparente de la adorada goma verde, que los catalanes fabrican desde 1918 y en la que aparece impresa una cifra en la que el 4 es el modelo de goma y el 30 el número de gomas por caja. Así que esta esquela no habrá que escribirla. De momento.