Anne Igartiburu: «Las uvas me las tomo al día siguiente viendo el concierto de Año Nuevo»

YES

José Oliva

Lleva 16 años de forma ininterrumpida celebrando la Nochevieja con todos nosotros en la Puerta del Sol y este viernes también repetirá de «rojo y de Caprile». Así vive ella una de las noches más especiales del año desde el otro lado de la pantalla

29 dic 2021 . Actualizado a las 18:21 h.

En esto de dar las campanadas no hay quien le gane. Lleva 16 años de forma ininterrumpida plantándose en el balcón de la Puerta del Sol y dando los cuartos para «todos los españolitos» que, como dice la canción de Mecano, «al menos, por una vez, hacemos algo a la vez». Y aunque Anne Igartiburu (Elorrio, 1969) no cree mucho en los campanazos, en su carrera siempre ha pisado fuerte y hacia arriba. Hablamos con ella sobre cómo se vive una de las noches más especiales del año desde el otro lado de la pantalla. Y nos da una primicia. Seguirá siendo la chica de rojo de Lorenzo Caprile un año más. Fiel a su estilo, Anne nunca defrauda.

—¿Llevas desde el 2005 dando las campanadas?

—Sí, desde el 2005 e ininterrumpidamente en Televisión Española y otros tres años más antes en la autonómica, en Euskal Telebista.

—¿No has fallado ningún año?

—Creo que soy el único presentador que lo ha hecho ininterrumpidamente en una cadena. La que más campanadas he presentado, creo que también, y además, al ser mujer, tiene su cosa porque normalmente son los hombres los que lideran y toman las riendas de la retransmisión. Así que muy bien.

—¿Recuerdas la primera vez que te lo propusieron en TVE?

—Sí, sí. Claro. Es que han cambiado mucho las cosas en estos 16 años, porque yo creo que es uno de los hitos más importantes a los que puede aspirar cualquier presentador o comunicador, presentar las campanadas en TVE. Ahora como ya hay más cadenas y se rota más..., pero que te llamen para hacerlo es importante.

—Las has dado con Ramón García, Carlos Sobera, Manuel Banderas, José Mota, Imanol Arias, Jordi Cruz y Pepe Rodríguez, Roberto Leal... ¿Cuál ha sido el año que más te ha marcado y con qué compañero te quedas, aunque sé que me vas a decir que es muy difícil?

—No, no es difícil. Con Ramón. El año que más me ha marcado fue el que las di embarazada de mi hijo y con Ramón. ¿Por qué? Pues porque es mi amigo, mi compañero, porque es mi maestro, porque le quiero mucho y porque yo estaba embarazada de mi hijo y, aunque ya llevaba unos años dándolas, como también fui mamá más mayor, pues eran muchas cosas que se hacían realidad. Todavía no había pandemia... eran otros tiempos.

—El año pasado las diste por vez primera con Ana Obregón. Me imagino que habrán sido unas campanadas muy emotivas por toda esa carga emocional que traía ella. ¿Cómo lo has vivido?

—Bien. Yo cuando estoy trabajando estoy bastante concentrada. Y estaba muy pendiente de sostener lo que fuera necesario, con la mirada o con la energía y la presencia para que ella estuviera bien, para que hiciera lo que ella quería, que era honrar a su hijo. No le he preguntado, pero creo que era en gran medida eso. Y porque la vida sigue y yo también quería estar con muchas personas que lo habían pasado mal o que lo siguen pasando mal, tanto por un duelo familiar como por el coronavirus. Estaba muy focalizada en la retransmisión, en ser capaz de llevarla bien, coordinada con realización, emisiones y equipo técnico, pero también no perder la esencia de estar con ella, de hacer equipo con ella y de transmitir todo lo que queríamos. Fue un reto bonito.

—De rojo y de Caprile ya es tradición, ¿este año también?

—Sí, sí. Repetimos rojo, hacemos un guiño al consumo sostenible y a la reutilización de las prendas porque, si hay algo que tiene Caprile, son retales rojos, así que pensé que podía ser un buen momento para hacer un guiño a esto, y también para ser consciente de que el odio no nos puede devorar con todo lo que estamos viendo [se refiere a la violencia machista y homófoba]. Creo que también es momento de pedir, por favor, un poco de cordura.

—¿Cómo elegís el diseño y cuándo empezáis?

—Pues, mira, lo tengo ahora mismo delante de mí, porque depende un poco de cómo vaya el taller. Es un equipo que trabaja mucho durante todo el año y que intenta dejar el vestido ya rematado [a tiempo]. En noviembre, según tuve la llamada de TVE, avisé a Lorenzo y elegí un traje. Lo teníamos ya hecho, pero a los tres días le dije: «Lorenzo, se me ha ocurrido otra cosa, esto», Y me dice: «Porsupuestísimo, hagámoslo». Y lo hemos cambiado radicalmente. Y ya está hecho. Normalmente, en cuanto tengo la llamada de televisión lo aviso porque ellos también cogen vacaciones bastante rápido. Y la decisión suele ser un poco entre lo que él propone que no se haya hecho antes, que para eso él sabe de esto, su genialidad a la hora de esculpir con el tejido sobre mi cuerpo y lo que yo también quiero transmitir y en lo que yo estoy cómoda. Suele haber como un equipo en el que los dos hacemos un poco a ver quién se lleva el gato al agua para que quede bien.

—En una entrevista en YES, Caprile nos contó que tenía unos nervios terribles cada vez que salías en Nochevieja y que siempre veía algún defectillo.

—[Se ríe]. Yo tengo que defender una obra de arte, seamos realistas. Es una pieza única, esculpida en tu cuerpo, que él puede ver que quizás está un poco desajustada en la sisa o que, de repente, le queda un volantito más arriba o que el vestido hace una puntada con la que él no contaba..., hay cosas que para nosotros son imperceptibles que él las adivina, en la parte de la costura, del volante, del encaje, en la cinturilla, en la manga, del pliegue... Es increíble. Yo creo que es también porque es obra de él y está hasta el último momento todo su equipo muy pendiente de todo. En concreto, Paquito, que es su mano derecha, a la hora de pespuntear y de ajustar todo sobre mi cuerpo.

—¿Y luego te quedas los trajes?

Son de Lorenzo y, de hecho, puedes ir a su taller que están todos allí colgados.

—¿Tienes algún ritual que llevas a cabo todas las nocheviejas?

—Normalmente estoy muy tranquila en el camerino maquillándome, voy con tiempo. También corro la San Silvestre o antes o después porque me gusta correr y me parece una buena declaración de intenciones. Luego suelo llevar algún objeto importante de alguien a quien yo quiero mucho o alguna causa. En este caso, voy a hacer un guiño a la no violencia de género y al colectivo LGTBI y por otro lado llevo un objeto de Raffaella Carrà que, para mí, es como el gran referente. Ya llevé ese objeto un año porque la quiero mucho y repito ese objeto de Raffaella, con ella allí arriba, escondidito conmigo.

—¿Y luego cuando terminas?

—Me quito el vestido y ceno en el espacio que tenemos. Llevo de casa mi tortilla de patatas, mi vinito, mi jamón y mi turrón de Bilbao. Esas son mis cosillas como raras o diferentes.

—¿Cenas siempre eso?

—Sí, una copa de vino, un poco de tortilla de patatas y jamón, y compartimos un poco el picoteo y ya está, me voy a casa y al día siguiente me como las uvas viendo el concierto de Año Nuevo en la tele. Es un concierto que me gustaba de pequeña ver en casa con mis padres y he ido alguna vez a Viena a verlo en directo. Y bueno, me parece que son cosas como fáciles de hacer y que marcan un poco el inicio y el final del año.

—¿Un momento impactante?

Pues ver la plaza vacía fue muy emocionante.

—¿Se pasa mucho frío?

Sí, sí. Intento llevar manga larga, algún año he llevado capa, que luego te las quitas un poquito y enseñas un poco el brazo, pero intentas ir con manga larga y abrigadita. ¡Es que estamos fuera, en el balcón, al aire libre! Al principio sueles estar bien, pero a medida que pasa el tiempo, empiezas ya a notar más frío y luego al final ya casi ni puedes vocalizar.

—¿Y qué le pides al año nuevo?

Lo primero y más importante, salud; trabajo, sobre todo, para aquellos que no lo han tenido tan fácil con la pandemia. Amor, ya lo ponemos nosotros, yo creo. Y si se puede aplicar lo aprendido estos años, pues eso, sentido común, cordura y respeto, porque insisto, con el tema de la violencia, creo que se nos está yendo esto un poco.

Las uvas me las tomo al día siguiente viendo el concierto de Año Nuevo por la tele”