«Ser Luis Aragonés sigue abriendo muchas puertas»

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MIGUEL VILLAR

Abuelo, hijo y nieto comparten nombre con el sabio de Hortaleza, lo que en alguna ocasión les ha llevado a disfrutar de algún privilegio

27 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Si hay un nombre que no pasa inadvertido cuando uno cruza la puerta de entrada al estadio Metropolitano es el de Luis Aragonés. El sabio de Hortaleza es historia del Atlético de Madrid y no hay un aficionado o un trabajador del club rojiblanco que no se postre ante el recuerdo del hombre que en el 2008 condujo a España a la conquista de su segunda Eurocopa. Él inauguró una era marcada por los éxitos y él hizo que tres ourensanos a los que el fútbol daba un poco igual fueran casi protagonistas de aquella gesta. 

Lo que significa el difunto entrenador en el templo colchonero lo sabe bien Luis Aragonés Francisco, un ingeniero industrial ourensano de 43 años que durante algún tiempo ha tenido que visitar el campo rojiblanco por motivos de trabajo. «Desde que cruzaba la recepción hasta el último lugar del estadio, era tremendo. Todo el mundo me preguntaba si era su hijo o algo. Es que ese campo está lleno de homenajes a su figura. Muchos, incluso, miraban y remiraban la acreditación y seguían sin creérselo. No daban crédito de que Luis Aragonés estuviera en el estadio. Claro que era yo, no el otro».

Lo que vive ahora este gallego, les sucedió con anterioridad a su abuelo (fallecido) y a su padre (74 años), y está seguro de que, quizá en menor medida, también le pasará a su hijo. Los cuatro fueron bautizados con el mismo nombre y, obviamente, comparten apellido.

Pero ninguno pudo conocer en persona al de Hortaleza. «Mi abuelo estuvo próximo, pero en realidad nunca tuvimos esa oportunidad, que claro que nos hubiera gustado, porque, quieras o no, él ha marcado y marca nuestras vidas. También una tía mía estuvo investigando a ver si había alguna conexión familiar. Pero llegó a la conclusión de que no».

Unas vidas marcadas por un hombre que nació a quinientos kilómetros, pero que parecía haberlo hecho en el portal de al lado, porque Luis Aragonés Francisco reconoce que «ser Luis Aragonés sigue abriendo muchas puertas». Ni su familia ni él buscan el protagonismo —«muchas veces ya reservamos en restaurantes a nombre de mi mujer para que no haya confusiones», reconoce—, pero no puede ocultar que se han encontrado más de una ventaja por portar este nombre. 

HOTEL CON EL BARÇA

Lo recuerda su padre, que una vez compartió planta de hotel con la plantilla del Barcelona: «Jugaba el equipo catalán en Valladolid y yo había reservado en el mismo hotel. No lo sabía, porque yo no iba a ver el partido. El caso es que me metieron en la misma planta que el equipo, algo que tienen prohibido en los hoteles. Solo se puede explicar pensando que creyeron que yo era el entonces entrenador del Barcelona, porque de lo contrario, no tiene sentido», explica el abuelo Aragonés. No le falta razón. Desde hace años los grandes clubes del fútbol mundial llegan a alquilar dos o tres plantas completas para que nadie se asome. No fue el caso.

La pasión deportiva de esta familia ourensana no es precisamente el fútbol, sino el motor. De hecho, el ingeniero industrial fue un destacado piloto de ralis en sus tiempos mozos y su hijo compite en karts. Pero, aun cuando el balompié nunca les ha tirado demasiado, conocen perfectamente la figura del hombre que hizo grande su nombre e, incluso, la ensalzan.

«¿Quién no conoce a Luis Aragonés? Ya como futbolista fue importante, pero lo que hizo en el año 2008 cuando llevó a España a conquistar la Eurocopa fue algo maravilloso. Y en aquel momento notamos mucho más su figura, porque era un no parar a la hora de que la gente nos preguntara por él, si éramos familiares. Nos volvían locos», explica el mediano de la saga con agradecimiento. Porque las anécdotas o situaciones vividas a raíz de la coincidencia han sido hasta la fecha todas buenas. «Es que yo creo que todo el mundo lo quería. Sí que tenía un carácter fuerte y peculiar, pero los aficionados todos lo querían. Por eso, cada vez que alguien se sorprendía por nuestro nombre era para hacernos algún buen comentario. Nunca una frase fuera de tono ni un comentario despectivo».

El que no conoció al Sabio de Hortaleza es el pequeño Luis. Pero tanto su padre como su abuelo ya se encargaron de acercárselo. En la localidad madrileña de Las Rozas está la plaza Luis Aragonés y allí se han fotografiado los tres gallegos. «Era casi una visita obligada en nuestras vidas. Yo paso en Madrid mucho tiempo y en una visita de mi padre y mi hijo pues nos hicimos una foto allí. Y, claro, él pregunta y le contamos quién era ese hombre que compartía con nosotros no solo nombre, sino también apellido. Y, de esta manera, entendió por qué a veces nos confundían». 

¿Y EL SEÑOR ARAGONÉS?

Porque esa coincidencia les ha hecho, incluso, disfrutar de privilegios que probablemente tendrían que agradecerle al que fue seleccionador nacional. «Alguna vez hemos reservado mesa en algún restaurante en el que, al llegar, se quedaron volados al ver que no éramos el Luis Aragonés que esperaban. Y luego nos dimos cuenta de que nos tenían reservada la mejor mesa. Nadie nos dijo lo contrario, pero con el restaurante lleno, que la mejor mesa fuera para nosotros es para sospechar», se ríen abiertamente los protagonistas.

Pero no solo fue así, sino que en ocasiones les han llegado a decir si estaba todo el mundo, si no faltaba el señor Aragonés. Hasta que les hicieron caer en la cuenta de que ya estaba allí y que no siguieran esperando al ídolo del Atlético de Madrid. Por eso ahora son las mujeres de la familia las encargadas de hacer las reservas.

Cuatro hombres y un destino, ser confundidos con un mago del balón y de la táctica con el que coinciden con su espíritu ganador. Porque si de algo saben los Luis Aragoneses gallegos en el mundo del deporte es, como diría el de Hortaleza, «ganar, ganar y ganar».

«Soy Marta Ortega y visto de Zara, cómo no»

Tienen nombres famosos. No lo buscaron. Fue fruto de la casualidad. El destino ha querido que se llamen como personajes mundialmente conocidos, lo que les ha hecho pasar divertidos momentos

Alexandre Centeno

El mismo día que Inditex anunció el relevo en la cúpula directiva, con el nombramiento de Marta Ortega Pérez como presidenta de la compañía, otra Marta Ortega, esta Martínez de segundo apellido, hacía pública la puesta en marcha de su propia empresa. El destino quiso unir a ambas mujeres, una coruñesa y una madrileña, que comparten nombre y gusto por la ropa de la firma gallega de textil: «Pues no es por mi nombre, pero la verdad es que soy Marta Ortega y visto de Zara, cómo no», se ríe esta empresaria del mundo del fútbol.

 Aunque la coincidencia de nombre es una anécdota continua a lo largo de su vida, ese importante cambio al frente del imperio coruñés también lo notó la Marta Ortega madrileña, principalmente, en sus redes sociales.

«Aquel día fue una locura, empecé a recibir cientos de solicitud de contacto en LinkedIn. Las visitas a mi perfil también se multiplicaron. Fue tremendo. Imagino que la gente buscaría a la otra Marta Ortega y al ver que en mi perfil aparecía CEO, pues creerían que conectaban con ella. Y, si es así, siento desilusionarlos, pero no», comenta esta joven emprendedora, que relata cómo incluso en Twitter hubo quien la enlazó a ella para dar la noticia de la nueva presidenta de Inditex.

No es la primera vez que la confunden con la heredera gallega, pero sí la que más abrumada se ha sentido. «Hasta ahora, principalmente en España, era habitual que la gente al oír mi nombre o ver mi tarjeta de crédito levantaran la vista para mirar si era la hija de Amancio Ortega o no. Pero tampoco pasaba mucho la cosa de ahí. A raíz de este cambio y de que saliera más su nombre en todos los sitios, pues sí que lo he notado. Al principio, pensaba que era porque había cambiado el titulillo del perfil y había puesto que era CEO. Pero luego vi que eran demasiadas las interacciones que tenía y ya deduje que había influido el nombramiento», se ríe con descaro mientras mira sus números. «Es que no es normal que un post tenga tantos miles de visualizaciones como ese en el que anunciaba la creación de la empresa. Y luego están las peticiones de contacto. Creo que influyeron las noticias de Inditex».

Con anterioridad, la notoriedad de Marta Ortega, más allá de su dilatada trayectoria profesional pese a su juventud, le había llevado a tener que aclarar allá por donde iba que no es la heredera del imperio Inditex. «Aquí se dan dos casos: por un lado está la gente conocida, principalmente los gallegos, que bromean conmigo, y luego la gente que no me conoce. Una de las anécdotas que viví fue en Dubái, que no dejaban de preguntarme si tenía algo que ver con la empresa gallega».

Más cerca, en España, también es habitual que la madrileña acuda, por ejemplo a una tienda de Zara a recoger algún pedido y, cuando dice su nombre, el nerviosismo casi se apodera de la dependienta que la atiende. «Es frecuente. Dices que vas a buscar un pedido. Que eres Marta Ortega y lo primero que notas es que la persona que te atiende levanta rápido la vista para ver», ríe. El hecho de que el segundo apellido de las dos sea común (Pérez la gallega, Martínez la madrileña) provoca que la confusión pueda incluso ser mayor. «A ver si algún día le saco partido», bromea la empresaria del negocio del fútbol.