—Un tema delicado, con unos límites muy borrosos...
—A mí como idea me parece fantástica, pero creo que en el amor humano estamos en el primer capítulo. Somos muy infantiles a la hora de las relaciones.
—No nos ves preparados...
—Me encanta la idea, pero me siento incapaz. Estoy en este camino de evolución personal, de saber quién soy, qué siento y qué necesito, y de ser justa y honesta conmigo y con el de enfrente... Si con una sola persona me cuesta, con dos o tres personas me siento completamente incapaz.
—He leído que este personaje te ha reconciliado con la profesión, ¿estabais enfadadas?
—No, pero a veces estás un poco desencantada. Llevo muchísimo tiempo trabajando, no me puedo quejar porque siempre he tenido trabajo, y si no, me lo he inventado, he producido obras de teatro, cine...
—Incluso vas a dirigir, ¿no?
—Estoy dirigiendo una pieza para el Festival Gigante de la Sociedad Cervantina. El año pasado iniciamos una investigación sobre los personajes femeninos en las Novelas Ejemplares de Cervantes, y este año le damos continuidad, me he lanzado y lo dirijo yo.
—Pero, ¿por qué estabas desencantada?
— No me sentía del todo parte, como he hecho siempre de todo, mucho teatro, de repente como que no sentía esa pertenencia y nunca había encontrado a alguien que admirase tan profundamente como a Leticia, y cómo ve ella la profesión. Me dio claves para colocarme en otro sitio, ilusión para seguir haciendo otros proyectos. A veces tienes la suerte de encontrarte gente maravillosa con la que vibras y dices: ‘Estamos en la misma dirección‘. Y a veces no, yo he hecho proyectos de los que no me arrepiento y he aprendido muchísimo, que son otro tipo de producto. Y esto es algo muy personal, íntimo y artístico. Hay una mirada con criterio, de una artista que es Leticia. Es distinto hacer una serie diaria a hacer algo como esta, ojo, sin desmerecer a las series diarias que me dan de comer, donde he aprendido lo que es ser una actriz y el oficio.
—¿Dónde queda Galicia en todo esto?
—Siempre en mi corazón. Dentro de la Sociedad Cervantina, esperamos inaugurar una pequeña sala de teatro en Madrid en el 2022, y quiero que sea semillero de nuevas creadoras y creadores. Me gustaría poder hacer un vínculo con Galicia para que todas esas obras que no son tan comerciales puedan venir aquí, y las de aquí, que tampoco giran tanto, ir allí.
—¿Vendrás a Vigo estas Navidades?
—Voy ahora unos días. Cada vez voy más, antes estaba muy ubicada en Madrid y me costaba más, pero ahora echo más de menos Galicia que antes. Mi padre tiene una casita, y la que más va soy yo, en vez de ir a Vigo me voy a la casa del pueblo, porque necesitas un poco de eso, de galeguidade enxebre, bosque, río, naturaleza. Tengo un proyectito de reforma de una casita de piedra, tipo palleiriño, medio abandonado, y poquito a poco quiero ir reformando para tener un refugio donde recargar pilas, inspirarte.