Y, aunque creo que no habría ni que decirlo, Julián Muñoz podía ser tendencia en muchas cosas, pero no en moda. Así que los pantalones, da igual si usas barriguita cervecera o six pack, siempre en su sitio. Ya todo el mundo sabe que tienes un paquete bien definido, no hace falta que nos lo recuerdes cada vez que te vemos.
camisas y camisetas
Si hay que arriesgar, que sea en la parte superior
Vale, seguimos los pasos de nuestros expertos y tiramos más bien de seguridad, que no de aburrimiento, en la parte interior de nuestra vestimenta. Pero, como insistimos en que no queremos parecer del siglo XX, llega el momento de plantearnos cómo arriesgar. Y las camisas y las camisetas serán nuestras aliadas.
Las primeras pueden ir por fuera. Con los chinos no tanto, pero con los vaqueros sí. Y, ¿por qué no abiertas?. «Como ya hemos sido bastante formales en la parte inferior, arriba, con la camisa vamos a ser más alegres. Que no sea siempre la típica blanca o azul. Los cuadros, variando los colores, pueden ser un buen aliado. Le dan un tono más fresco. Y, si es así, con una camiseta por debajo, podemos llevarla desabrochada. Si ponemos las zapatillas a juego, perfecto ya», explica Miguel Palau.
Lo que no se os ocurra en la vida, bajo amenaza de Sara Largo, es tirar de manga corta. «Si tienes calor, te remangas», que también te puede dar un look muy interesante, pero «la camisa siempre tiene que ser de manga larga».
Con las camisetas sí que no debemos pasarnos. Una cosa es ir a la playa con algo llamativo y otra ponerte a diario una lengua de Mick Jagger ahí en el pecho o en la espalda.
jersÉis
Cuello redondo o de pico, pero fuera los de botones
Con los jerséis vamos a volver a dar un pasito hacia atrás y apostar por los colores neutros. «Sobre todo, ahora en invierno, el suéter es un gran recurso. Se puede llevar tanto con camisa como con camiseta, según quieras ir más o menos formal. La tendencia tira más al cuello redondo, pero también se puede usar de pico. Yo evitaría colores chillones», explica Palau.
Y puestos a advertir, Juan Morandeira señala: «Cuidado con los jerséis estilo navideño, que no son fáciles de defender». Y es que cuando el espíritu de los elfos se apropia de nosotros, somos capaces de ponernos algunas prendas que ni Papá Noel con dos copas de más se atrevería.
En lo que discrepan nuestros expertos es a la hora de referirse al cuello vuelto. Está claro que, aunque pueda haber unas directrices comunes, esto de la moda es muy subjetivo y en este tipo de suéteres lo comprobamos. Sara Largo no duda. Fuera el cuello vuelto: «Hace mucha papada. Para que te siente bien, tienes que tener el cuello largo y la mandíbula bien marcada. Y eso, con los años, va cayendo». Juan Morandeira, lejos de estar de acuerdo, apunta que «estiliza, es un gran recurso con algo por encima: una camisa, un chaleco...».
sudaderas
Solo con vaqueros y zapatillas
En lo que no hay discusión es en cómo usar las sudaderas. Que sí, que son muy cómodas y resuelven muy bien, pero no son una camisa blanca que va con todo. Así que si no quieres que ese pepito grillo de la moda que todos tenemos te enseñe tarjeta roja, nunca te pongas una sudadera con unos chinos o con zapatos. Siempre con vaqueros y zapatillas.
exterior
Pon un plumas en tu vida
Hubo un momento en el que el plumífero se asoció a la juventud y a lo informal. Ya no. «Es una prenda que lo aguanta absolutamente todo. Es como el edredón», explica Morandeira.
Y partiendo de que todos tengamos un plumas en el armario, según nuestro estilo más largo, más corto, más holgado.... Miguel Palau abre más el margen: «Un par de americanas, un abrigo largo para las ocasiones, una chaqueta de cuero negra, que da juego para llevar un look un poco más canalla... Por fuera son muchas las opciones que tenemos».
cabeza y cara
Pelo corto y rostro arreglado
La barba de dos días puede causar furor si eres George Clooney. Pero, entonces, ya no me estarías leyendo. Así que si ya peinas canas, olvídate. Puedes llevarla arreglada. Si no, a afeitarse. Y, en la cabeza, es hora de cortarse la coleta. Que no tenemos edad. El pelo, cortito.