Hugo Pérez de «La isla de las tentaciones»: «Tengo una razón para no compartir con la gente las mejores playas de Galicia»

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Este gallego, que puede presumir de no haber caído en la tentación, nos descubre una de sus grandes pasiones, su furgo, en el libro que acaba de publicar. El 2022 se le presenta lleno de proyectos muy ilusionantes, entre ellos casarse con Lara

28 nov 2021 . Actualizado a las 21:52 h.

Lo conocimos con 18 años, cuando se presentó en compañía de su cabra a Gran Hermano. Al salir, se compró una furgo que cambió su vida, la Jefa, ya conocida en toda España. Después de muchas aventuras, algunas de ellas las cuenta en Van Life. Vivir por libre, el libro que acaba de publicar, volvimos a reencontrarnos con él en una isla del Caribe con muchas tentaciones. Se puede decir que Hugo Pérez Cabaleiro (Moaña, 1996) se proclamó vencedor, junto con Lara, de la última edición de La isla de las tentaciones, ya que los gallegos fueron los únicos participantes que regresaron con pareja y planes de boda.

 —El gallego que menos tiempo pasa sentado.

—No me gusta estar sentado ni acostado, aunque los días de lluvia sí, como a todos. Siempre estoy haciendo cosas, de hecho, ahora estoy recogiendo setas, no me gusta estar quieto, y menos, cuando hace buen día. Es muy raro que esté en el sofá, lo único que esté enfermo.

 —Ser furgonetero es un estilo de vida. ¿Cuándo te cambió el chip?

—Empecé con 18 años, cuando saqué el carné. Yo quería una furgo, me gustaba lo viejo, lo vintage, pero entonces mis padres no me dejaron comprarla, yo entonces trabajaba por diferentes sitios de España haciendo bolos, y me recomendaron que comprara un coche bueno, y lo compré. Pero enseguida se me quedó pequeño. Yo quería dormir en él, le metía colchones e iba muy justo de espacio. Así que decidí comprar una furgo, y a partir de ahí me cambió la vida completamente. Disfruto, tengo tranquilidad, libertad... lo paso pipa. Esta noche me he quedado a dormir en una playa, y es brutal la sensación de madrugar, escuchar las olas, abrir la puerta y estar en primera línea de playa.

—Cuentas que has dormido en casi todas las playas de Galicia, ¿cuál es la más impresionante en la que te hayas despertado?

—Yo siempre les digo a mis seguidores, aunque muchos no están muy a favor, que las mejores son las más tranquilas, que son como los sitios secretos de cada ciudad, pueblo o lugar. Es verdad que muchas de estas ubicaciones «secretas» no las comparto con la audiencia porque, al fin y al cabo, no toda la gente es como yo o como deberíamos ser de no tirar nada de basura, que no respeta nada la naturaleza y ese es el principal motivo por el que no comparto las mejores playas que hay en Galicia. De las ubicaciones que pongo en el libro, hay muchas que son increíbles: la Lanzada, la Fervenza do Ézaro, cabo Fisterra es espectacular... Si tengo que quedarme con una de las que puse sería la Lanzada.

 —Entonces, tampoco me vas a decir, si tuvieras que aparcar la furgo en un punto de Galicia, dónde lo harías.

—Cabo Home, en Cangas do Morrazo.

—¿Te podrías ir con cualquiera en tu furgo?

—No, depende. Estaría dispuesto, pero antes tendría que conocer a la persona, y si veo que tenemos muchas cosas en común, entonces, sí. Pero es verdad que la Jefa es pequeña y se queda corto el espacio, ya con Lara a veces son situaciones incómodas. En verano, mola, porque pasas más tiempo fuera de la furgo que dentro, pero en un viaje largo o en invierno... El año pasado fui a la nieve con mi hermano y un amigo de él, y dormimos los tres en mi furgo. Ah, y los perros... ¡Una locura! Además, en la montaña a las 17.30 horas es de noche, y estar en la furgo era una locura. Íbamos al bar, siempre buscas alternativas...

 —¿Qué detalle le falta a la Jefa?

—Le faltan bastantes cosas. Tiene todo lo que yo necesito, y la fui poniendo a mi gusto, pero le falta espacio. Si tuviera más, tendría baño, ducha, agua caliente... Pero si quieres te adelanto algo...

 —Que en breve, tenemos Jefa II.

—Sí, no se cómo se va a llamar, pero me compré una gran volumen, y en breve voy a empezar a camperizarla. A ver si para marzo está lista. A esa no le va a faltar ningún detalle, no voy a escatimar en nada. Tiene espacio, le voy a hacer de todo.

 —¿Podrás así cumplir el sueño de viajar una temporada larga con Lara?

—Sí, de hecho el primer viaje que tenemos pensado Lara y yo, junto con los perros, en cuanto esté camperizada, en marzo o abril, es dar una vuelta a toda Europa, Italia, Suiza, Francia... Es nuestra idea, pero también la teníamos el año pasado, y al final, las fronteras estaban cerradas y no pudo ser.

 —¿A la Jefa la vas a dejar en el jardín?

—En principio no tengo idea de venderla para nada, porque lo que viví con ella fue espectacular. Yo no la veo como dinero, sino como alguien más de la familia, aunque suene algo cursi. A ver, mi idea es no venderla, pero la vida puede dar mil vueltas.

 —¿Cuál es el mejor momento que has vivido en y con la Jefa?

—El viaje a Menorca estuvo superguay, fue el primero que hacíamos tan lejos, fuimos en ferri, era el primero que hacía en furgo con Lara, y estuvo muy guay. Faltaron los perros, pero moló mucho, llevamos el kayak, la tabla... Recorrimos en un mes Menorca entera, y en las playas que más nos gustaban, parábamos dos días. Es difícil quedarse con uno, porque todos tienen una parte increíble.

 —¿Has tenido algún contratiempo? Al margen del accidente que tuviste cuando la fuiste a buscar.

—Fue el único y toco madera. Fue un mal empezar, pero después no me ha dado ningún problema. Tenemos un grupo de aquí, de Galicia, de este tipo de furgoneta, la Transporter 3, somos ciento y pico, y casi todos una vez al mes van al taller, y yo, gracias a Dios, no sé por qué, tiene un motor pequeño, de serie, e igual puede influir, pero de momento no he ido por nada grave.

 —Hay maneras de viajar más cómodas, ¿tú siempre vas a preferir esta?

—Si pudiera, soy partidario de ir a todos los sitios en furgo porque es como llevar tu casa a ese destino, pero es verdad que a determinados sitios, como Alaska, que me apetece mucho ir, sería muy difícil, no imposible, porque tengo amigos que la llevaron, pero solo los costes de llevarla y traerla, ya te compensa comprar una allí, y recorrer toda América. Soy partidario de ir con ella adonde sea factible. Yo cuando voy a los Picos de Europa, que me encanta Somiedo, llevo siempre la furgo porque abres la puerta de tu casa, y estás allí, en uno de tus sitios favoritos. Te levantas de cama y esa sensación es brutal. Por temas de trabajo, casi siempre viajo en avión porque son viajes exprés, de ida y vuelta en un día, y no compensa.

 —Además del kayak y de la bici, ¿qué otra cosa no puede faltar en tu furgo?

—Una tabla de pádel surf. Depende de adónde vayamos. Si vamos a la montaña, llevo los esquís por lo que pueda pasar... Si es la playa, la tabla y el kayak hinchable. Y la bici, si voy a la montaña a rutear también. Si me voy dos o tres meses intento llevar todo, pero el espacio es limitado. Cuando me fui a vivir en ella, llevaba siempre la bici, porque para recorrer la ciudad o el pueblo es lo mejor. Lo que no puede faltar nunca son los perros.

 —¿Cuál es el mejor consejo que le darías a alguien que debute en este mundo?

—Mi mayor consejo es uno que yo no hice, no me arrepentí obviamente, pero creo que antes de ser furgonetero, si te gusta este mundo, lo primero que debes hacer es alquilarte una furgoneta durante unos días, y a poder ser que te cuadre buen tiempo y malo. Mis padres me lo decían siempre antes de comprarla, yo no les hice caso, porque yo viví experiencias en mi coche y allí sí que no tenía espacio ninguno, lo pasaba pipa, y decidí no alquilar nada y comprarla.

 —Y una ruta para alguien que empieza...

—Las primeras rutas que hice fueron alrededor de casa, uno o dos días máximo, porque te estás acostumbrando a la furgo, y te faltan mil cosas. Yo ahora cuando me hago un viaje medianamente largo, hago una lista con todo lo que tengo llevar, porque las primeras veces se te va a olvidar de todo. Obviamente, yo hablo desde mi punto de vista, que vivo en Bueu y tengo unas playas increíbles cerca de casa, pero si alguien vive en Madrid centro, pues que se vaya a la sierra, pero que no haga un viaje largo al principio.

 —Dos sueños que están por delante: furgo nueva y la boda con Lara, ¿os planteáis unirlos: boda en la furgo?

—No se descarta. La boda estamos organizándola poco a poco, pero no se descarta ese plan... aunque no sé yo. Pero, bueno, la llegada podría ser, que eso sí que nos lo dicen mucho...

 —¿Puede estar de decoración, de atrezo, que también se lleva mucho?

—Puede ser, claro que sí, eso es muy probable, pero no quiero adelantar nada.

 —¡Qué 2022 viene por delante!

—La verdad que sí, dos grandes ilusiones: la boda y ver la furgo nueva terminada. Y después empezar a hacer kilómetros con ella.