Clotilde Vázquez, una de las mejores endocrinas de España: «Está demostradísimo que el tratamiento para la menopausia no da cáncer de mama»

YES

cedida

Asegura que hay una serie de síntomas premonitorios que avanzan que la retirada de la regla está próxima. Cuando estos aparecen es cuestión de uno o dos años máximo. «Asusta porque sitúa la barrera entre la juventud y la no juventud, la mujer tiene la sensación de que ya no atrae», dice

23 nov 2021 . Actualizado a las 19:03 h.

Clotilde Vázquez, que está entre los cien mejores médicos de España según la revista Forbes, acaba de publicar una guía para ayudar a las mujeres durante la menopausia. Una etapa que muchas veces produce sufrimiento, y que según esta profesional, es evitable. «Es una deprivación hormonal como cualquier otra, hay que mirar cuánta se produce y qué repercusiones tiene en su conjunto», señala la jefa de Endocrinología de la Fundación Jiménez Díaz.

—¿Por qué asusta tanto?

—Porque se asocia a un momento de la vida que sitúa la frontera entre la juventud y no juventud, los 50 años impresionan. Luego se asocia con cambios de todo tipo en la mujer, muchos de ellos visibles: peor calidad del pelo, más envejecimiento de la piel, cambio de la figura, ganancia de kilos en la región central, se duerme mal... El aspecto de la mujer cambia, y tiene la sensación de que ya no atrae. En plena juventud, porque hoy en día con 50 años la mujer es joven, se encuentra con que se vuelve invisible.

 —Los síntomas más visibles son los sofocos, pero también irritabilidad, problemas en el sueño, cansancio... ¿Con algunos de estos se puede prever?

—Los síntomas premonitorios, aunque hoy en día con un análisis se ve la reserva ovárica, y en la ecografía también, suelen ser reglas más irregulares, más escasas, o por el contrario, sangrados que antes no se tenían, y la fase premenstrual muy acentuada. Esa sensación que algunas mujeres, no todas, en edad fértil, tienen antes de la regla, que es estar más llorona, susceptible o más irritable. Normalmente, esto está avisando de que la producción de hormonas no es tan alta.

 —Cuando empiezan estos síntomas, ¿es inminente o se puede estar así años?

—Lo habitual es que cuando esto empieza, llegue en uno o dos años.

 —Aunque es algo normal, dices que hay que consultar. ¿Qué lleva a las mujeres a consulta? ¿Qué les alerta?

—Los síntomas que has citado pueden ser muy severos, los sofocos pueden no dejar dormir, pero hay personas que no tienen sofocos y sí insomnio, estos son los más frecuentes. Además, una persona puede notar que está engordando... Suelen ir al ginecólogo, pero yo defiendo, y es lo que quiero transmitir con mis aportaciones, que es una enfermedad hormonal, y tiene que mirarse desde ese punto de vista. Es como si nos produjeran un hipotiroidismo brusco, y uno tiene que cuantificarlo, ver si es grave, qué consecuencias tiene, y desde ese punto de vista, no solo desde los síntomas, hay que evaluar a la mujer, y a veces proponer un tratamiento. Siempre se necesita algún tipo, cuando se consulta es porque hay algo que empieza a ir mal. La falta de estrógenos produce enfermedad, al margen de los síntomas. Yo insisto, el cáncer de mama es un problema muy grande, pero la mujer a partir de los 50 años se muere de infarto, que es la primera causa de muerte de la mujer. Y el riesgo de infarto aumenta muchísimo en ausencia de estrógenos.

—¿Cuál es la media de edad a la que llega la menopausia?

—50 años. Con un margen, de 47 a 52 años es lo más frecuente.

 —¿Influye la edad a la que se le retiró a la madre?

—Sí, en las menopausias precoces coincide que la madre la ha tenido también, y las tardías lo mismo.

 —¿Una persona con 30 años puede tener una menopausia precoz?

—Sí, son los casos más graves, ese déficit trae unas consecuencias enormes, y es importantísimo detectarlo y tratarlo. A veces, por fenómenos autoinmunes, se bloquea la función del ovario no solo a efectos de hormonas, sino también de fertilidad.

 —¿Hay gente a la que se le va la regla de un día para otro sin síntomas?

—Sí que las hay, no hay un estudio, pero se cree que es menos del 10 %. O son muy leves... A veces ese declive de producción no es tan brusco, y eso explica que no haya síntomas, porque sigue habiendo estrógenos circulantes. Si hay exceso de peso, como en el tejido graso se sintetiza un estrógeno más débil, las menopausias son más suaves, se tienen sofocos, pero no insomnio, porque todavía hay niveles de estrógenos circulantes.

 —Es más habitual que la regla se vaya poco a poco y no así bruscamente, ¿no?

—60-40 % por ciento. Hay mujeres que de un mes a otro ya no la tienen, o un sangradito de nada, y se va. Generalmente son personas delgadas, las que tienen unas menopausias muy bruscas, y con muchísimos síntomas de déficit de estrógenos.

 —Cuando el cambio es brusco, ¿los síntomas suelen ser mayores?

—Sí, mucho mayores, una pérdida de energía, una afectación tremenda del estado anímico, del sueño...

 —¿La menopausia hay que tratarla siempre o hay que aceptar que es una etapa biológica más?

—Una etapa biológica es, pero también lo es la presbicia y si no lo tratas, a ver si ves tres en un burro... Tampoco quiero medicalizar las cataratas, pero como no te las quites... El paso del tiempo es indiscutible, pero un déficit hormonal brusco es como decir que tienes diabetes, pero no te la quieres tratar. Está asociada a una etapa, pero hace cien años, la esperanza de vida no difería mucho de los años que funcionaba el ovario, pero la longevidad ha hecho que nos abandone a mitad de la vida, y no es bueno estar viviendo sin todas las hormonas que nos proporcionan los ovarios, aunque ya no seamos fértiles.

 —¿Por qué hay tanto miedo al tratamiento?

—A partir de unos estudios, sobre todo el WHI (Women´s Health Initiative, en Estados Unidos), se relacionó levemente con un mayor riesgo de cáncer de mama. Fue un bombazo tan grande que todavía colea, como el cáncer de mama es frecuente, si uno nombra esa palabra, la reacción es: «No, no, no me hormono». Pero insisto, la mujer se muere más por infarto. Y lo segundo, es que ese estudio ha sido reevaluado muchísimas veces, y se ha visto que tenía muchísimos defectos. Empezaba a tratar a mujeres ya muy mayores y con dosis altas de hormonas. Eso no hay que hacerlo, porque una mujer con las arterias arterioscleróticas que lleva tiempo sin estrógenos, si se los empiezas a dar, puede haber más problemas que si no los das. Y sobre todo, la dosis. No le puedes dar la misma a todo el mundo, es como si a todos los hipotiroidismos los tratara con 150 microgramos de eurotiroxina. Me estaría pasando en muchos, y en otros no llegaría. Hay que corregir en función del déficit, no hormonar por hormonar. Después ha habido otros estudios que señalan que no aumentaba el riesgo, pero no han tenido tanta repercusión. No da cáncer de mama, pero tampoco previene. No da, está demostradísimo.

 —¿Hay una ventana de edad?

—Lo que se vio reanalizando ese estudio tan alarmante y alarmista es que no conviene que el cuerpo esté mucho tiempo sin estrógenos para luego darlos. Cuanto más efectivo es y más previene (la osteoporosis, problemas cardíacos, vasculares, el ictus, infarto) es justo recién ocurrido el cese de producción de estrógenos. El período ventana son los cinco primeros años de la menopausia, y a ser posible, menos.

 —¿La menopausia abre la puerta a las enfermedades crónicas?

—Con muchísima frecuencia cuando haces historias clínicas te das cuenta de que sí. Preguntas: ‘¿Y la artrosis desde cuándo?’. Desde que se me retiró la regla. ‘¿La tensión?’ . ‘La tenía siempre normal pero... ’. El colesterol sube, además en personas prediabéticas por los cambios, déficit hormonal, ganancia de peso, por muchas cosas... se desarrolla la diabetes. Esto es así, y es bueno que podamos prevenir estas cosas o al menos atenuar.

 —Eres tajante: se engorda sí o sí.

—Con el tratamiento hormonal sustitutivo se engorda menos, pero si no, se engorda sí o sí.

 —Dices que la dieta lo empeora, ¿no?

—Si no está bien planificada, es que puede ser peor, porque el organismo se adapta, y cada vez gastas menos y engordas más... Estás toda la semana sin comer y luego la paella del fin de semana te engorda dos kilos. Esto pasa mucho. Antes de ponerse a dieta hay que pensar: ¿qué dieta? ¿Es sensata? ¿No me va a desnutrir? ¿Pierdo grasa pero aumento músculo?

 —Y el tratamiento no hormonal, ¿ en qué consiste?

—Me refiero a hormona no sintética. Las personas, en las que por alguna razón no esté indicado el tratamiento hormonal, pueden tomar fitoestrógenos derivados de las plantas, que tienen un efecto mucho más suave pero, a veces, mejoran el insomnio, los sofocos...

 —¿En esta etapa hay que cambiar la alimentación, evitar comer ciertas cosas?

—Sí, si uno no ha comido sano, a partir de aquí ya no hay opción, sí o sí hay que comer bien. Mucho más mediterráneo, que es un poquito más vegetariano, más productos de la tierra (verduras, hortalizas, frutas, legumbres), mucha fibra, más pescado, poca carne y pocos procesados.