«Tengo dos Alexas, en el baño y en la salita»

YES

XAIME RAMALLAL

13 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Son serviciales, generosas. Pura amabilidad. Aunque una es humana y la otra un altavoz inteligente, yo me quedo con la primera, con Pilar Quintano (Valencia de Don Juan, León, 1943). Saluda a Alexa con un «buenas tardes» y el dispositivo, correspondiéndola, le contesta: «Me pillas repasando los episodios de Friends». Quizás su dueña no haya visto nunca la serie, pero la tecnología la mantiene al día. En todo. Y la ayuda en el hogar. Mejor dicho, la ayudan, porque tiene dos, una en el baño y otra en la salita. En la cocina anotó en una pizarra las instrucciones claras que debe dar a Alexa para que active otro aparato, un robot de limpieza rebautizado: «Alexa, enciende a Juanina. Cuando termina dice Juanina: 'Acabé la limpieza, voy para la base'. Se coloca, y ya está». Pilar también consulta a Alexa sobre cómo poner en marcha el aparato del aire que le regalaron por el Día de la Madre. A su marido, José Luis, dice, le gusta pedirle canciones de Julio Iglesias o Juan Pardo en el baño. «Yo no soy musiquera», señala Pilar comentando a modo de anécdota la visita reciente del hijo de un sobrino. El niño, con 9 años, no conocía a Alexa y en ese primer encuentro él ya le espetó: «Ponme la Quinta Sinfonía de Beethoven». Ya no paró de preguntarle...

«Es muy graciosa»

«Si no te entiende, Alexa te dice: 'No encuentro tal cosa'», señala Pilar. «Para recordarme tomar la medicación no me hace falta, pero sí para cualquier cosa que necesito. Le digo, por ejemplo, que a las 11.00 me avise para llamar a alguien o un día que a lo mejor pongo la comida por la noche para que a tal hora me avise. Cuando llega el momento, pone una musiquilla y ya sé qué es», comenta. Alexa identifica a Pilar perfectamente, tanto que «un día alguien se puso a hablarle y el altavoz le dijo: 'No te reconozco la voz'». «Es muy graciosa», describe Pilar por algún que otro episodio en el que la propia Alexa se «metió» en la conversación telefónica con su hija, cuando hablaban ambas del dispositivo. «Si estoy viendo la tablet y quiero que se apague la televisión, pero no tengo el mando conmigo, le pido a Alexa que la apague. O que apague la luz», señala, reconociendo que «sí, nos estamos volviendo muy cómodos» con tanta tecnología. Pero Alexa, sentencia Pilar, «es un cielo» .