El doctor advierte de que las quemaduras en la infancia suponen un riesgo muy elevado para desarrollar tumores
05 ago 2021 . Actualizado a las 09:09 h.Eduardo Fonseca es el Jefe del Servicio de Dermatología del CHUAC. En medio de un verano con temperaturas atípicas, el especialista alerta que la inestabilidad del tiempo en Galicia «lleva a engaño» y que no todo el mundo puede ponerse moreno. Además, traza el perfil de las personas con tanorexia: «muchas veces tienen trastornos de la personalidad asociados».
—¿Cuáles son los principales riesgos de una exposición solar excesiva?
—En primer lugar, el golpe de calor, un síndrome general con alteraciones de carácter orgánico, deshidratación, caída de la tensión y otros cambios de metabolismo. Por otro lado, las quemaduras solares a corto plazo y las consecuencias de una exposición solar acumulada a largo plazo.
—¿Cómo podemos detectar un melanoma a tiempo?
—No es un problema de tomar el sol en exceso a corto plazo, sino de las quemaduras solares y de la radiación acumulada a lo largo de la vida, con consecuencias a medio o largo plazo.
—¿Podemos considerar a los niños como grupo de riesgo?
—Las quemaduras solares en la infancia suponen un riesgo muy importante, porque se van arrastrando a lo largo de la vida, con la aparición de más nevus, en general, así como en la posibilidad de desarrollar melanoma y otros tumores malignos; no todo es melanoma. Las quemaduras solares en la infancia y adolescencia, por sentido común, tienen mucho más recorrido vital a largo plazo que en una persona mayor.
—¿Cómo debemos protegerlos?
—La prevención es igual para niños, adultos y ancianos. Lo más eficaz es la protección física, evitando una exposición solar excesiva. Además, esto se puede complementar con la utilización de fotoprotectores. En el caso de los niños, deben ser específicos; los adultos pueden utilizar los de los niños, pero no al revés.
—Con los cambios de temperatura de este verano en Galicia, ¿corremos más riesgo de melanoma?
—Aquí, el problema está en que un día a lo mejor está medio nublado, pero la radiación ultravioleta es alta. La gente se confía y eso lleva más a engaño que en un sitio donde siempre hace sol, más uniforme. Hay días que parece que no, pero hay una radiación solar importante. Y también cambia durante el día, la gente se confía y tienes más riesgo de quemarte. Aparte, muchas personas tienen un fototipo bajo, que tolera poco la radiación solar.
—¿Es mejor exponernos al sol menos tiempo, pero durante más días, o un día mucho tiempo?
—Exposiciones solares cortas repartidas en el tiempo. Ir a achicharrarse es un error absoluto.
—¿Qué usuarios son los más afectados por la tanorexia o adicción al moreno?
—En general, son perfiles peculiares. Muchas veces, tienen otros trastornos de la personalidad asociados, incluso problemas psíquicos, pero no siempre. A veces, se relaciona con desórdenes de la alimentación, otras veces con un carácter muy inseguro o son personas que están muy obsesionadas con la apariencia personal y que se someten a todo tipo de tratamientos y manipulaciones. Otros simplemente tienen esta alteración de forma social.
—¿Y el grupo más vulnerable?
—Los problemas relacionados con la tanorexia van ligados al tipo de piel. Cuando tienes un fototipo más claro, una piel menos pigmentada y con más tendencia a quemarse, se multiplica el efecto.
—¿Qué medidas debemos tener en cuenta para preparar la piel antes de tomar el sol?
—Llevar a cabo las medidas generales de cuidado de la piel. Lo principal es hidratarla bien, pero no hace falta una preparación específica. Influye si tienes problemas y el tipo de piel; hay personas que no necesitan hacer nada.
—¿Alguna clave para conseguir un moreno saludable?
—Cada persona tiene que adaptarse a sus posibilidades y, si quiere adquirir un bronceado, saber si puede hacerlo y, después, cómo conseguirlo sin poner en riesgo su salud. Para eso, hay que conocer las particularidades de la piel y si tiene otros riesgos asociados, como por ejemplo si toma medicación o tiene alguna enfermedad de base o un trastorno genético que predisponga a determinados tumores. Hay características personales que modifican la pauta general.
